Y, a veces nos pasan cosas…
La invitación había llegado a Soledad Mariana: participar en una carpa de bautismo, en la intersección de las ruta 6 y 7, en la peregrinación a Lujan.
Llamativo, novedoso … me motivó.
A Bea le coincidía con su encuentro esperado de colegialas cada diez años… partí solo.

Sábado de 17 a 20 era mi turno solicitado. Al llegar, cruzo como puedo, y al son de una música familiar llego a la carpa. Eran cuatro los que se estaban bautizando. Un obispo joven iluminaba con la Palabra. María y Malena Nougues animaban con sus guitarras…
Hay una unción…Esta es la luz de Cristo…los vivas y aplausos …hicieron que mi llegada fuera más que fraterna ... No había mucho más. En la carpa vecina voluntarios inscribían y dotaban de escritos a los bautizables. Convocaban por un parlante y algunos repartían invitaciones en medio de la calle…
Luego de los saludos, pensé que lo mejor era alejarme de la carpa, caminar contracorriente unos 300 metros e invitar desde allí. Me daría tiempo, en caso de que hubiera algún candidato, de charlar un rato. Puse pesca, ya que no llevaba nada; solo en medio de la gente, preguntaba si había no bautizados…De sentirme raro y temeroso, me fui transformando por la reacción de la gente, y broto la alegría..lo lúdico... y algunos me decían "ehh que pensás, no solo bautismo...también comunión y confirmación !!! "sorry, con esas sonrisas, como pude preguntarles esto", les respondía…y de ahí en más, todo lo que se les ocurra…es la onda del peregrino !!!
Y al rato…zaas…se acercaron dos amigas y una me dice…"yo me quiero bautizar"…Guauuu, me dije, y ahora? …y sí…sucede lo que ustedes se imaginan…comenzamos a caminar y a charlar como si me fuera habitual…luego la llegada a la carpa, la participación del bautismo, guitarras, cantos y aplausos seguían acompañando a los nuevos cristianos, ante el asombro de algunos peregrinos que también se detenían y participaban. Una verdadera fiesta.
Luego vuelta a partir y pescar. Fueron dos más, Graciela y Aarón, cada uno con su sorpresa, su historia, su momento bautismal y… sus sonrisas y abrazos.
Me quedó para el final, aquel que vi venir solo, de mediana edad, sin nombre para mí, que al acercarme e invitarlo me dijo "no". No estaba bautizado, era peregrino y no lo deseaba. Nuevamente….guauuu !!! Camino unos metros…y me lo confirma, "solo quiero llegar".
Lo vi alejarse…pensé en María, la Madre de todos,… en los tiempos y caminos de Dios para cada uno.
Tocaba ya partir…en un rato llegarían Ninu y Maria Eugenia … entonces me deje llevar por la corriente peregrina, hasta encontrar el auto.
Y pensé… gracias a Dios, a veces nos pasan cosas!
Marcelo