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viernes, mayo 22

Pascua de Feli: Marcelo Serantes (SM-Norte)

En nuestro último encuentro de ejercitadores, al despedirnos, me dijo: "quiero salir, visitarlos a todos, estar con todos..." con un "dale Feli, te esperamos..." nos abrazamos.

Hoy al enterarme de su partida, comienzo a comprender su "visita" ...y desde nuestro cariño y tristeza... le decimos ¡¡¡gracias Feli por tanto... !!!

Unidos siempre en María de san José
...un abrazo grande

...Marcelo y Bea

Pascua de Feli: Jorge y Diana Chereau (SM-Gral.Belgrano)

Queridos todos:

Me uno a los sentimientos de amor confiado en Jesús y María en medio del estupor que me causó abrir hoy el blog y enterarme del Transito de Feli. Ayer nomás pedía saber de ella y no me esperaba este desenlace, por lo menos ahora.

¡Lo que es la providencia! : esta mañana estaba buscando unas fotos familiares y me encontré con varias de Feli cuando estuvo visitandonos en Belgrano...al rato abro la pagina...fue como una despedida pidiéndo la recordemos así, siendo parte de nuestra vida.

Tampoco puedo olvidarme que la conocí el día de su consagración creo que en mi primer retiro en L'Estonac:.. .abrió camino para mí....Tantas cosas...tanta Gracia. Su pascua redentora nos la devolverá en la certeza de la Gloria.

Seguimos uniendo nuestras vidas en la comunión de los santos.
Un cariño grande para todos y cada uno
Diana y Jorge

Pascua de Feli: Carmen Dulude (SM-Peru)

Muy queridos todos:

Unidos en estos días de tanta tristeza por la partida de nuestra muy querida Feli; pero a la vez con la alegría y firme esperanza de que nos volveremos a encontrar.

Enviamos a todos su familiares nuestras condolencias, a todo el Movimiento y a todos los ángeles que estuvieron siempre con ella, cuidándola, gracias, que Dios las bendiga.

Un abrazo fraterno para todos.
Carmen Dulude

Pascua de Feli: Despedida de Jesús Silveyra (SM-Centro)

Queridos todos:
Les mando el texto de las palabras que pronuncié luego de la misa fúnebre de Felicitas Carbó...

Feli, querida, me han pedido algunos amigos del Movimiento Soledad Mariana, que diga unas palabras de despedida. Lo que primero brota de mi corazón es decirte algo íntimo: fuiste una amiga y eso que la amistad entre el hombre y la mujer es algo difícil. Fuiste una amiga en los consejos intercambiados sin dinero a cuenta, en las acaloradas discusiones que jamás nos distanciaron, en ese reírnos a carcajadas como dos niños, en el rezar profundo que lleva a la contemplación, en el llorar mirándonos de frente el llanto y en esa palabra profunda que deja su huella en el corazón. Siempre que nos juntábamos a conversar, sabíamos que iríamos saltando de tema en tema para actualizarnos el uno en la vida del otro, pero que no terminaría la reunión sin un momento de humor que siempre era sanador, ni uno de reflexión, que nos dejaría pensando en la salvación; como aquél día en que me impulsaste a escribir sobre el padre Santoro y el diálogo con el Islam.

Tuviste un rol muy importante dentro del Movimiento de Soledad Mariana, especialmente en la zona centro, y tu ausencia sin dudas se sentirá, pero la llenaremos con el grato recuerdo de aquella primera laica consagrada, que no se cansaba de misionar, de convocar gente nueva, de coordinar grupos de oración a los que le dabas nombres disparatados (baste recordar tu famoso grupo “improvisado”), de dirigir dinámicas en encuentros y retiros, de hacer siempre travesuras con el fin de agradar y divertir a los demás y, últimamente, de cargar la cruz de tu enfermedad con la dignidad de los hijos de Dios. Una especial mención te hago como ex compañero de la escuela de “San José” del Centro que tantas veces se reunió en tu casa, donde nunca faltó la calidez de tu amable simplicidad.

Hoy recuerdo las palabras que escribiste y me mandaste allá por febrero y de las que extraigo algunos párrafos:

“¿Puedo vivir muriendo? Quiero morir viviendo, si es que he tomado conciencia total que esta vida es un peregrinar hasta llegar a lo eterno. Y Dios presente en todo, me muestra que todo se reduce al Todo, nada es inventado, todo lo ordena y lo cuida Él, la intensidad de los sentimientos es vivir adherida a una roca, que de cualquier lado me puedo tomar.

¿Y los temores? ¿Y los miedos? Tan humanos, me llevan al sin límite de mi debilidad, y sin embargo, frágil y temblando, tomo el Rosario, imagino al Crucificado y la calma cosecha su espacio para que deje de jadear por miedo y suspire por la paz esperada.

Silencio que te hiciste tan latente, que con vos camino a diario, la compañía de los más queridos, sirve para verlos vivos y vivientes, y le pido a Dios que disfruten la salud, la autonomía, el amar lo bello y llorar con el dolor ajeno…

Se agudiza la pertenencia a Dios, lo más querido, ansiado y esperado, cierra espacios al dueño de la paz, al que conmueve con su ternura, al que no suelta, y con Él, su Madre y con ellos tanto afecto y manos que rezan, es la verde pradera por donde Él me hace descansar.

Gratitud esta, a cada día la respiro y ansío con vida, y el temor convive, soy mujer de fe, pero un ser humano donde la fragilidad no se esconde en la valentía. Se despierta y desesperada, hace sentir mi cuerpo cansado y fatigado, es cuando la muerte cercana se hace familiar y quisiera que ella, espere en silencio, se aquiete y la respiración en armonía, vuelva a mostrarme que solo Dios basta”.


Querida Feli, me contaron que el domingo pasado, llamó Bernardo desde la trapa y mandó que te repitieran aquellas palabras que te había dicho cuando te consagraste al Movimiento: “Feli, hacele honor a tu nombre y sé feliz”. No me caben dudas que has alcanzado la felicidad completa, encontrándote cara a cara con el Señor al que buscabas desde siempre, pero cuya búsqueda se hizo más patente desde aquella “astilla de la cruz” que mencionaste en un poema que volvió canción el Movimiento, donde decías: “Señor, que mi oración sea el silencio y que mi entrega sea el dolor”. Querida Felicitas, hoy, cuando entregada has dejado de sufrir, todos podemos decir que has hecho verdadero honor a tu nombre.

Jesús Silveyra

Pascua de Feli: Mons.Fernando Maletti (Obispo de Bariloche)

Ante la noticia de la Pascua de Feli, el obispo Mons.Fernando Maletti, quien la conocía desde hace muchos años, me escribió este email que es para todos nosotros.
¡Qué Felicidad debe estar gozando tan merecidamente nuestra querida Feli!
abrazo grande a cada uno en María de la Eucaristía
María Nougués

Querida Maria:
te ruego que me hagas presente con tu oración . Yo ofrezco la Santa Misa de esta tarde.
Se me cruzan por la mente muchísimos recuerdos de tantas cosas compartidas en Dios.
Estoy seguro que Felicitas ya escuchó al Señor diciéndole: "Muy bien Servidora buena y fiel, entra a participar de la alegría de tu Señor"
Un saludo a cada persona presente: todos nos alegramos de que tengamos en el cielo alguien que interceda por cada uno de nosotros, por cada familia, por Soledad Mariana y por toda la iglesia.
Con mi Bendición y cariño en Jesús y María.

+ Fernando Maletti
Obispo de San Carlos de Bariloche

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.