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martes, abril 30

Comunidad Orante

Pidamos a nuestra madre María de Guadalupe por nuestra querida Tena (Coordinadora de la Región Perú) mientras acompaña a su madre que está muy enferma. Rezemos por ella y por toda su familia uniéndonos a nuestros hermanos peruanos.

Benedicto vuelve al Vaticano


domingo, abril 28

Confirmaciones en el Vaticano


Francisco en su homilía de hoy

Permanecer estables 
en la fe 
con una firme esperanza 
en el Señor

(RV).- Tal como estaba previsto, este V Domingo de Pascua, en el marco del Año de la Fe, el Papa Francisco confirió, por primera vez, el Sacramento de la Confirmación a cuarenta y cuatro fieles de todo el mundo en representación de toda la Iglesia en los cinco continentes. En su homilía de la misa celebrada a las diez de la mañana en la Plaza de San Pedro, ante 70 mil personas, el Obispo de Roma reflexionó sobre tres puntos: la novedad de Dios, las tribulaciones en la vida y la firmeza en el Señor. 

De las novedades mundanas, que son todas provisionales, el Papa dijo que pasan y siempre se busca algo más. Mientras la novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también ahora, porque Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma verdaderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos. Por esta razón el Papa pidió que le abramos la puerta a Dios, que dejemos que Él nos guíe y que su acción continua nos haga hombres y mujeres nuevos, animados por su amor, que el Espíritu Santo nos concede. 
En su segundo pensamiento el Santo Padre recordó que el camino de la Iglesia, y también nuestro camino cristiano personal, no son siempre fáciles, puesto que encontramos dificultades. Y dijo que a pesar de que seguir al Señor es un camino que encuentra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo en el que vivimos que frecuentemente no nos comprende, y también dentro de nosotros, estas tribulaciones forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glorificado en la Cruz.
En el último punto de su homilía Francisco invitó a quienes estaban a punto de recibir la Confirmación, y a todos, a permanecer estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Puesto que aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente.
Texto completo de la homilía del Santo Padre:


Queridos hermanos y hermanas,Queridos hermanos que van a recibir el sacramento de la confirmación:
Quisiera proponerles tres simples y breves pensamientos para reflexionar.
1. En la segunda lectura hemos escuchado la hermosa visión de san Juan: un cielo nuevo y una tierra nueva y después la Ciudad Santa que desciende de Dios. Todo es nuevo, transformado en bien, en belleza, en verdad; no hay ya lamento, luto… Ésta es la acción del Espíritu Santo: nos a trae la novedad de Dios; viene a nosotros y hace nuevas todas las cosas, nos cambia. El Espíritu nos cambia. Y la visión de san Juan nos recuerda que estamos todos en camino hacia la Jerusalén del cielo, la novedad definitiva para nosotros, y para toda la realidad, el día feliz en el que podremos ver el rostro del Señor, ese rostro maravilloso del Señor Jesús, podremos estar con Él para siempre, en su amor. 
Ven, la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son provisorias, pasan y siempre se busca algo más. La novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva, y no sólo en el futuro, cuando estaremos con Él, sino también hoy: Dios está haciendo todo nuevo, el Espíritu Santo nos transforma verdaderamente y quiere transformar, contando con nosotros, el mundo en que vivimos. Abrámosle la puerta, dejemos que Él nos guíe, dejemos que la acción continua de Dios nos haga hombres y mujeres nuevos, animados por el amor de Dios, que el Espíritu Santo nos da. Qué hermoso si cada uno de ustedes noche, pudiera decir: hoy en la escuela, en casa, en el trabajo, guiado por Dios, he realizado un gesto de amor hacia un compañero, mis padres, un anciano. ¡Qué bello!
2. Un segundo pensamiento: en la primera lectura Pablo y Bernabé afirman que "hay que pasar muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios" (Hch 14, 22). El camino de la Iglesia, también nuestro camino cristiano personal, no son siempre fáciles, encontramos dificultades, tribulaciones. Seguir al Señor, dejar que su Espíritu transforme nuestras zonas de sombra, nuestros comportamientos que no son según Dios, y lave nuestros pecados, es un camino que encuentra muchos obstáculos, fuera de nosotros, en el mundo en el que vivimos, y también dentro de nosotros, en el corazón, que frecuentemente no nos comprende, y también dentro de nosotros, en nuestro corazón. Pero las dificultades, las tribulaciones, forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios, como para Jesús, que ha sido glorificado en la Cruz; las encontraremos siempre en la vida. No nos desanimemos: tenemos la fuerza del Espíritu para vencer nuestras tribulaciones.
3. Y así llego al último punto. Es una invitación que dirijo a ustedes, los que se van a confirmar y a todos: permanezcan estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente. Escuchen bien jóvenes: ir contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hace falta valor para ir contra corriente. Y Él nos da esta fuerza. No hay dificultades, tribulaciones, incomprensiones que nos hagan temer si permanecemos unidos a Dios como los sarmientos están unidos a la vid, si no perdemos la amistad con Él, si le hacemos cada vez más espacio en nuestra vida. Esto también y sobre todo si nos sentimos pobres, débiles, pecadores, porque Dios da fuerza a nuestra debilidad, riqueza a nuestra pobreza, conversión y perdón a nuestro pecado. Es tan misericordioso el Señor que siempre si vamos a Él nos perdona. Confiemos en la acción de Dios. Con Él podemos hacer cosas grandes y nos hará sentir el gozo de ser sus discípulos, sus testigos. ¡Apuesten por los grandes ideales, por las cosas grandes, nosotros los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para las cosas pequeñas, vayan siempre más allá, hacia las cosas grandes, jóvenes, juéguense la vida por grandes ideales!
Novedad de Dios, tribulaciones en la vida, firmes en el Señor. Queridos amigos, abramos de par en par la puerta de nuestra vida a la novedad de Dios que nos concede el Espíritu Santo, para que nos transforme, nos fortalezca en las tribulaciones, refuerce nuestra unión con el Señor, nuestro permanecer firmes en Él: ésta es una verdadera alegría. Así sea. 

2013-04-28 Radio Vaticana

jueves, abril 25

AGENDA 2013

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Francisco: Anunciar el Evangelio


con el testimonio más que con las palabras
Jueves 25 Abr 2013 | 12:46 pm
Ciudad del Vaticano (AICA) El Santo Padre Francisco presidió esta mañana, jueves 25 de abril, en la Casa Santa Marta, la misa en la festividad del evangelista San Marcos. Entre los presentes se encontraban monseñor Eduardo García, obispo auxiliar de Buenos Aires y el presbítero Alejandro Russo, rector de la catedral porteña y algunos miembros de la Secretaría del Sínodo para los Obispos, acompañados por el Secretario General, monseñor Nikola Eterovic. 
Comentando el Evangelio del día que narra la Ascensión de Jesús, señaló que el Señor antes de subir al cielo manda a los apóstoles a anunciar el Evangelio “hasta los confines del mundo, no sólo en Jerusalén o en Galilea... El horizonte es grande y, como se puede ver, éste es el carácter de la misión de la Iglesia que va adelante con esta predicación: a todos, a todo el mundo. Pero no va adelante sola: va con Jesús... El Señor trabaja con los que predican el Evangelio”. 
El Papa se refirió también a la primera Carta de San Pedro que define el estilo cristiano de la predicación : “La humildad, el servicio, la caridad, el amor fraternal... Pero ¡Señor tenemos que conquistar el mundo! Esa palabra “conquistar” -dijo- no está bien. Tenemos que predicar al mundo. El cristiano no puede ser como los soldados que cuando ganan la batalla arrasan todo...El cristiano anuncia el Evangelio con su testimonio más que con las palabras y con una doble disposición: un ánimo grande que no se asusta de las cosas grandes, de caminar hacia horizontes inmensos y la humildad de tener en cuenta las pequeñas cosas”.+ 

miércoles, abril 24

Regina Coeli - 4to Domingo de Pascua


domingo, abril 21

Mons. Poli ya es Arzobispo de Buenos Aires

Homilía de monseñor Mario Aurelio Poli, en la misa de toma de posesión como arzobispo de Buenos Aires (20 de abril de 2013) 



En el clima festivo de la Pascua de Resurrección, la liturgia de la Palabra nos lleva a contemplar la presencia del Resucitado bajo la imagen bella, bondadosa y cercana, que Jesús nos presenta de sí mismo: “Yo soy el Buen Pastor”. Sólo Dios puede llamarse “pastor” y así lo mencionan los salmos y profetas (cf. Salmo 22, Ez 34), pues Él es el único que se preocupa y ocupa de la vida de cada hombre y mujer que peregrinan en este mundo. Sólo Él cumple las promesas sin defraudar, y como verdadero pastor no quita la vida de nadie, ni se aprovecha de ella, sino que da generosamente lo que ningún otro puede dar: la Vida eterna, es decir, conocer y amar al único Dios verdadero, y a su Enviado, Jesucristo (Jn 17,3). Este pasaje revela la gran promesa del Señor: dar vida en abundancia. 

Presentándose como verdadero Pastor, Jesús establece con su pueblo una relación cordial, amorosa y solícita por la integridad de su rebaño. Él nos enseña que es pastor de 100 ovejas (cfr. Lc 15), esto es, no se conforma con tener 99 en el corral, sino que las quiere todas, sale a buscar la que falta, para que no se pierda ni una sola de las que el Padre le ha dado. El inmenso rebaño de la humanidad está bajo su mirada y espera que reconozcan su voz. 

En el corazón del Buen Pastor hay secretas intenciones que quedan reveladas cuando dice: «Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor» (Jn 10,16), y más claro todavía cuando les da el envío misionero a sus discípulos: «Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado» (Mt 28,19). Porque cuando entramos por la puerta de la fe (cf. 10,1), nadie ni nada puede arrebatarnos de las manos de Cristo y de las manos del Padre. El lenguaje de las manos de Dios nos recuerda de qué estamos hechos y quién es nuestro Creador. Nadie nos conoce tanto como Aquél que nos dio la vida y la impronta de su ser, porque somos su hechura y la obra de sus manos. El poder de su brazo nos reúne (Is 40) y la voz persuasiva del Pastor Santo nos invita a dejarnos abandonar en las manos de nuestro Padre Dios; y cuando eso sucede quedamos en buenas manos, con quien nos ama de verdad. Al conocerlo de algún modo ya le pertenecemos, y cuando lo amamos, lo reconocemos como nuestro Padre Fiel. Apacentar la grey es un “oficio de amor” dice San Agustín, y su objetivo es conducir al pueblo fiel a confiarse en las manos del Padre, porque su misericordia permanece para siempre (Salmo 99). Él es el que da fuerza y poder a su pueblo (Salmo 67). 

Cómo no ver en este pasaje de San Juan la pasión misionera que el Pastor quiere inspirar en nosotros, sus pastores, pasión que devuelve a nuestra Iglesia de Buenos Aires la renovadora tarea de evangelizar. El desvelo del Pastor por su rebaño, a nosotros sacerdotes, nos vuelve a remover el óleo de la unción que nos consagró para el apasionante oficio de apacentar, mientras que a todos los bautizados, su pueblo fiel a quien guía, les vuelve a agitar el agua del bautismo para comprender mejor que en el corazón de Cristo sólo cabe un deseo: «Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.» (1°Tm 2,4). 

Queridos sacerdotes, el llevar con alegría este bendito oficio de servir con amor pastoral −que recibimos como un don de su mano generosa−, nos invita a renovar el entusiasmo por darlo a conocer a nuestro pueblo, para que conociéndolo puedan amarlo y servirlo. El estilo cercano del Buen Pastor nos señala el camino y el modo de ser pastores. 

Pueblo fiel, tanto nos ama Jesús Buen Pastor, que para alimentar en nosotros el deseo de la vida divina se ha hecho Cordero pascual, Pan partido para dar la vida al mundo. Nos ha dejado su bondad en el alimento que no perece. Él es el Pan bueno y verdadero. En la Misa, Él se convierte en el sustento del peregrino mientras camina hacia el lugar donde Él quiere llevarnos y compartir su Vida. Cada uno toma de esta fuente de amor eucarístico, lo que necesita para el camino cotidiano. Es el espacio sagrado donde escuchamos su Palabra y confesamos la fe con los hermanos. La Iglesia Madre tiende la mesa común y sin exclusión, invita a sus hijos a compartir el banquete. 

Dios, el Supremo Pastor de las ovejas ha prometido darnos pastores según su corazón (cf. Jer 3, 15). Esa promesa se realiza plenamente en Jesús el Buen Pastor. En su divina pasión se ha manifestado el amor misericordioso que brota de su corazón traspasado. La caridad pastoral es aquella virtud cordial con la que nosotros pastores imitamos a Cristo en su entrega de sí mismo y en su servicio a los hombres. La caridad pastoral determina nuestro modo de ser pastores hoy, de pensar y de actuar, (PDV 23) nuestra presencia de estar y caminar con la gente, y hasta nuestra oración e intercesión, para que nuestro gozo sea hablar a Dios de los hombres y a los hombres de Dios (San Juan de Ávila, Tract. Sac.). 

Esa cercanía que nos pone en la insustituible relación persona a persona, nos permite anunciar que “Cristo murió por todos, y que la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina.” Y que esa vocación se basa en que “Cristo resucitó; y con su muerte destruyó la muerte y nos dio la vida, para que, hijos en el Hijo, clamemos en el Espíritu: Abba!, ¡Padre!” (GS 22), para que nadie se sienta huérfano en esta vida, porque tenemos un Dios que es Padre y siempre nos escucha cuando lo invocamos. «Él secará toda lágrima de nuestros ojos.» (Ap 7,17; 21,4). 

Al celebrar la figura del Buen Pastor en el comienzo de este nuevo servicio pastoral que me pide la Iglesia, recibo un gran consuelo y no puedo dejar de ver un signo de la Providencia que nos guía hacia un rumbo luminoso y esperanzador, para que, pastores y pueblo fiel hagamos juntos el camino de la evangelización. Con la elección del Papa Francisco, se nos ha contagiado la alegría de tener un argentino –tan cercano y querido-, en la Cátedra del Apóstol Pedro, y vimos cómo muchos compatriotas han renovado el gozo de pertenecer a la Iglesia. Al mismo tiempo, el Señor nos interpela a profundizar nuestro compromiso de discípulos y misioneros, para ofrecer la riqueza del Evangelio a los que viven, trabajan y pasan por nuestra Ciudad, de tal manera que conozcan a Dios Padre y sus dones de justicia, amor y paz. (cf. Carta al Pueblo de Dios, CEA, abril de 2013

Que no me falte en este servicio el amor a los pobres, sufrientes y excluidos, que inspiró a nuestro patrono, el obispo San Martín de Tours, quien supo remover de su corazón toda indiferencia; y de Santa Rosa de Lima quien me acompañó en estos años. Invoco la presencia y protección amorosa de la Madre del Pastor de los pastores, y le ruego que camine con nosotros; que Ella sea en el firmamento de la Ciudad de Buenos Aires «estrella de la Evangelización siempre renovada» (EN 81). 

Mons. Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires

sábado, abril 20

Misericordia. La primera encíclica del Papa

Oración, esencialidad y profundidad 

en el mensaje de Bergoglio 

que ya ha entrado en el corazón de la gente

El Papa Francisco

EL PAPA FRANCISCO

La primera gran encíclica de Francisco es un sermón dominical de algunos minutos. El nuevo Papa lo pronuncia improvisando, desde el ambón de la pequeña iglesia parroquial de Santa Ana, dentro de las murallas del vaticano: «El mensaje de Jesús es la misericordia. Para mi, lo digo humildemente, es el mensaje más fuerte del Señor».

Vivimos en una sociedad que nos acostumbra cada vez menos a conocer nuestras responsabilidades y a hacernos cargo de ellas: los errores, de hecho, los cometen siempre los otros. Los inmorales son siempre los otros, la culpa es siempre de algún otro, nunca nuestra. Pero vivimos a veces también la experiencia de un cierto clericalismo de regreso concentrado solo en «regularizar» las vidas de las personas, a través de la imposición de requisitos previos y prohibiciones que sofocan la libertad y hacen más pesado el ya fatigoso vivir cotidiano. Listo para condenar, en vez acoger. Capaz de juzgar, pero no de inclinarse ante las miserias de la humanidad. El mensaje de la misericordia, corazón de esta primera encíclica no escrita del nuevo Papa, abate al mismo tiempo ambos clichés.

El Papa Francisco ha comentado el fragmento evangélico de la adúltera, la mujer que los escribas y los fariseos querían lapidar como prescrito por la ley mosaica. Jesús le salva la vida, pidiendo a quien estuviera libre de pecado que tirara la primera piedra: se marcharon todos. «Tampoco yo te condeno; vete y de ahora en adelante no peques más».

El Pontífice, refiriéndose a los escibas y a los fariseos que habían llevado a la mujer que tenía que ser lapidada ante el Nazareno, dijo: «A nosotros a veces, nos gusta apalear a los demás, condenarlos».

El primer y único paso necesario para hacer experiencia de la misericordia, ha explicado Francisco, es reconocerse necesitados de misericordia. «Jesús ha venido por nosotros, cuando nosotros recomemos que somos pecadores», ha dicho. Es suficiente no imitar a ese fariseo que ante el altar daba gracias a Dios por no ser «como todos los demás hombres». ¡Si somos como ese fariseo, si nos creemos justos, «no conocemos el corazón del Señor, y no tendremos nunca la alegría de sentir esta misericordia!». Quien está acostumbrado a juzgar a los demás, a sentirse tranquilo, a considerarse justo y bueno, no advierte la necesidad de ser abrazado y perdonado. Y en cambio hay quien lo advierte pero piensa que es irredimible, por el excesivo mal cometido.

El Papa al respecto, ha contado un dialogo que tuvo lugar en el confesorario cuando un hombre, escuchando esta palabra sobre la misericordia, respondió a Bergoglio: «¡Oh, Padre, si usted conociera mi vida, no me hablaría de este modo! ¡Las he hecho buenas yo!». Y él respondió: «¡Mejor! Vete donde Jesús: a él le gusta que le cuentes estas cosas! Él olvida, Él tiene una capacidad especial para olvidar. Olvida, te besa, te abraza y te dice solamente: "Tampoco yo te condeno; vete y de ahora en adelante no peques más". Sólo te da ese consejo. Tras un mes, estamos en las mismas condiciones... Volvemos al Señor. El Señor nunca se cansa de perdonar: ¡nunca! Somos nosotros los que nos cansamos de pedirle perdón. Y pidamos la gracia de no cansarnos de pedir perdón, porque Él no se cansa nunca de perdonar».

Dios no se cansa nunca de acoger y perdonar, si únicamente reconocemos que estamos necesitados de su perdón. Esta es la primera gran encíclica no escrita del nuevo Papa. Se dirá: pero esto es desde siempre el corazón del mensaje cristiano. Y sin embargo desde hace cuatro días las  palabras simples y profundas de Francisco son una bocanada de oxígeno. Para muchos. Precisamente porque presentan el rostro de una Iglesia que no recrimina a los hombres sus fragilidades y sus heridas, sino que las cura con la medicina de la misericordia.

ANDREA TORNIELLI
ROMA
 :: Saturday 20 de April de 2013

viernes, abril 19

El Papa, entre las 100 personas más influyentes en el mundo


A sólo un mes de ser elegido, fue incluido en el listado anual que publica la revista Time. Allí se lo define como "un pastor simple y sincero". Y comparan su austeridad con la de Jesús y San Francisco.

Cambio. El arzobispo neoyorquino destacó que el Papa inspira "a no tener miedo de amar y de ser tiernos". /REUTERS

19/04/13
A poco más de un mes de su elección como jefe máximo de la Iglesia Católica, el Papa Francisco ya figura entre las cien personalidades más influyentes del mundo. La revista Time lo incluyó en la selección anual que realiza desde hace una década, para su edición especial que sale hoy a la venta con la novedad de contar con siete tapas diferentes, en lugar de la única y tradicional con los rostros del centenar de hombres y mujeres seleccionados cada año.
Desde que fue ungido para suceder a Benedicto XVI, Francisco –el primer latinoamericano en convertirse en obispo de Roma– viene dando, con acciones y discursos, señales de austeridad y de regreso a las fuentes dentro de la Iglesia que contiene a 1.200 millones de fieles en todo el planeta. Y esa característica le es reconocida y destacada por sus propios pares religiosos. " Tenemos un pastor simple, sin complicaciones, sincero, como Jesús, como San Francisco. ¡Justo lo que necesitábamos! ¡Viva el Papa!
" escribió de él Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y encargado de trazar el perfil del nuevo Papa para la publicación norteamericana. Dolan, papable en los primeros días del cónclave y uno de los cardenales de Estados Unidos que el 13 de marzo terminaron volcando la votación en favor de Bergoglio, destacó que con el saludo inicial que dio a los cien mil fieles reunidos en la plaza San Pedro, " comenzó a encantarnos y mejor aún cuando un minuto después se arrodilló y le pidió a la multitud que lo bendiga". También escribió que con su primer sermón oficial, seis días después de la elección, "continuó cautivándonos y nos animó a no tener miedo de amar y de ser tiernos ". El religioso norteamericano comentó que uno de los periodistas presentes aquella noche frente al Vaticano describió al flamante Sumo Pontífice como "un hermano que vuelve a casa desde el trabajo" y un cardenal sentado a su lado le dijo, tras escucharlo, que hablaba como Jesús. "Esa es la descripción de su trabajo" fue la respuesta que le dio Dolan a su colega esa noche histórica, en la que, también por primera vez, un jesuita llegaba a la cumbre del gobierno católico.
Los seleccionados de 2013, entre los cuales hay cuatro latinoamericanos, se agrupan en cinco categorías: titanes, íconos, artistas, pioneros y líderes. Bergoglio figura en la última, entre 23 personalidades, compartiendo lugar con Barack Obama, que aparece por octava vez consecutiva, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto y los líderes de Corea del Sur, Park Geun-hye, y Corea del Norte, Kim Jong Un, entre otros. En el centenar de elegidos por Time para este año hay 35 mujeres. Sobresalen la joven paquistaní y víctima de la violencia talibán Malala Yousafzai, Michelle Obama, la duquesa de Cambridge, Catalina Middleton, la primera dama china Peng Liyuan, la líder de la oposición birmana Aung San Suu Kyi, las cantantes Beyoncé y Cristina Aguilera y la actriz Jennifer Lawrence. Junto a ellas también están el director Steven Spielberg y el actor Daniel Day Lewis.

jueves, abril 18

¡VAMOS POR OTRO AÑO MÁS!


I

Francisco exhorta a cumplir lo que pidió el Espíritu Santo en Vaticano II

Papa Francisco. Foto: News.va

VATICANO, 16 Abr. 13 / 10:57 am (ACI/EWTN Noticias).- Durante la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que no se ha cumplido con todo lo que el Espíritu Santo pidió en el Concilio Vaticano II porque se ha preferido mayormente ceder a la tentación de la comodidad que seguir lo que inspiró Dios a los padres conciliares.

Durante su homilía, el Santo Padre recordó que el Espíritu Santo siempre "nos mueve, nos hace caminar, empuja la Iglesia a ir hacia delante". Sin embargo, "somos como Pedro en la Transfiguración: '¡Ah, qué bien estamos aquí, todos juntos!'".

"Que no nos molesten. Queremos que el Espíritu Santo se adormezca… queremos 'domesticar' al Espíritu Santo. Y eso no funciona. Porque Él es Dios, Él es ese viento que va y viene y no sabes de dónde. Es la fuerza de Dios, es quien nos da consuelo e impulso para seguir adelante. Pero… ¡seguir adelante! Es eso lo que fastidia. La comodidad es mejor", expresó.

Según informó News.va, Francisco advirtió que eso continúa hoy en día, pues aunque parece que "estamos todos contentos" por la presencia del Espíritu Santo, eso "no es cierto".

"Esta tentación es todavía actual. Un solo ejemplo: pensemos en el Concilio: el Concilio fue una hermosa obra del Espíritu Santo. Piensen en el Papa Juan: parecía un párroco bueno y fue obediente al Espíritu Santo y convocó el Concilio. Pero después de 50 años, ¿hemos hecho todo lo que nos ha dicho el Espíritu Santo en el Concilio? ¿En esa continuidad del crecimiento de la Iglesia que fue el Concilio? No".

"Festejemos este aniversario, hagamos un monumento, pero que no nos moleste. No queremos cambiar. Es más: hay voces que quieren ir hacia atrás. Esto se llama ser testarudos, eso se llama querer domesticar el Espíritu Santo, eso se llama convertirse en insensatos y tardos de corazón", advirtió.

El Santo Padre señaló que lo mismo ocurre en la vida personal. "El Espíritu nos empuja a recorrer un camino más evangélico", pero nosotros nos resistimos.

Francisco exhortó a los fieles a "no oponer resistencia al Espíritu Santo. ¡Es el Espíritu quien nos hace libres, con esa libertad de Jesús, con esa libertad de los hijos de Dios!".

"Es ésta la gracia que yo quisiera que todos nosotros pidiéramos al Señor: la docilidad al Espíritu Santo, a ese Espíritu que viene a nosotros y nos hace avanzar en el camino de la santidad, esa santidad tan bella de la Iglesia. La gracia de la docilidad al Espíritu Santo", expresó el Papa.

Mensaje del Papa a la 105º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal



Foto: InterMirifica.net

Carta del Papa Francisco
a la 105º Asamblea Plenaria

 
 Queridos Hermanos:

Van estas líneas de saludo y también para excusarme por no poder asistir debido a "compromisos asumidos hace poco" (¿Suena bien?) Estoy espiritualmente junto a Ustedes y pido al Señor que los acompañe mucho en estos días.



Carta del Nuncio Apostólico
a la 105º Asamblea Plenaria

 
Excelencia Monseñor Presidente de la CEA,
Queridos hermanos en el Episcopado:

Esta es ciertamente y sin lugar a dudas una Asamblea histórica, porque uno de ustedes, un hermano y compañero, un ex Presidente de esta Conferencia, ha sido elegido Obispo de Roma y Sucesor de Pedro.





miércoles, abril 17

RECIBIMOS a nuestro NUEVO ARZOBISPO EN BUENOS AIRES



"Cuidémonos los unos a los otros"

nos dijo el Papa Francisco en la noche previa a la misa de su asunción en Roma


El próximo Sábado
20 de Abril a las 16:00hs. 
en plaza de Mayo

Acompañemos cuidando, acompañando  a nuestro nuevo Pastor:


Mario Aurelio Poli  en su asunción como Arzobispo de Buenos Aires

Esta tarde durante ese horario se suspenden las actividades de las parroquias para que todo el pueblo de Dios pueda encontrarse en esta Eucaristía expresando nuestra cercanía y adhesión a nuestro nuevo Pastor de la Arquidiócesis de Buenos Aires.  


Nos invitan a participar siendo también una lindísima oportunidad de manifestación de fe de las comunidades de cada parroquia, capilla, colegios, movimientos, asociaciones… etc.

El arzobispo de Buenos Aires es la cabeza de la provincia eclesiástica de Buenos Aires que abarca las diócesis de: Lomas de Zamora, de Avellaneda-Lanús, de Quilmes, de Morón, de Gregorio de Laferrere, de Merlo-Moreno, de San Isidro, de San Justo, de San Martín y de San Miguel.


domingo, abril 14

Francisco. Regina Coeli. (3er domingo de Pascua)


"ALEGRIA", de Teresa Piñero

Queridisimos todos.

Con inmensa alegría, les reenvio el mail que mandó Pablito, mi nieto, a todos los que rezaron por su salud durante estos meses.
¡Gracias a todos! los que se unieron a mi preocupación y rezaron conmigo por él.
Un beso grande.
Teresa


Gente querida, como están? Hoy me confirmaron que el Cáncer ya no está en mi cuerpo, que el tratamiento que hicimos durante el año pasado fue efectivo y que solo nos queda llevar un control cada 6 meses.  La verdad es que me siento más bien que nunca, ninguna secuela física, haciendo gimnasia y disfrutando de la vida.
Quiero agradecerte porque desde el día que nos enteramos de la enfermedad al  dia de hoy siempre me sentí acompañado por vos, recibí muchas fuerzas por parte de todos ustedes.
Hoy estoy viviendo una nueva vida, en un País diferente, con gente diferente, responsabilidades diferentes, ritmos diferentes.
Toda esta semana estuve pensando en que todo pasa por algo o mejor dicho detrás de cada mala noticia esta la buena, un claro ejemplo es lo que paso en Buenos Aires con las inundaciones, ver tanta gente colaborando, redes sociales plasmadas de cadenas, mensajes, etc., te hubieses imaginado lo solidario que es el pueblo Argentino? Capaz que nunca lo hubiésemos notado sino llegaban las inundaciones, parece que el  hombre necesita llegar al límite para darse cuenta de las cosas.
Mi enfermedad como siempre lo dije fue una oportunidad que Dios me dio para rehacer mi vida, necesitaba de la misma para poner fin a muchas cosas, estaba enceguecido. Gracias a la enfermedad descubrí una nueva vida.
De este último viaje la verdad es que me vuelo con un sentimiento de tristeza en mi interior, veo en muchos rostros que falta una sonrisa, una alegría, veo rostros cansados, enojados, sin ganas de vivir, las causas seguramente son muchas al igual que los motivos, pero la verdad que viéndolo desde afuera produce un impacto importante. Por eso quería invitarte a que reveas tu vida y descubras que es lo que te hace Feliz, que es lo que te alegra el alma, que te des cuenta que hoy la sociedad nos hace llenar de cosas materiales por un tiempo, cosas que no llenan a uno, cosas temporales y no profundas. A mí la vida me dio una nueva oportunidad pero no estoy seguro de que todos tengamos esa oportunidad. Yo creo que encontré  cual es el camino a la felicidad, anímate a encontrar el tuyo, no tengas miedo, de lo único que no se puede volver es de la muerte, y si seguimos con este ritmo de vida, la muerte no está muy lejos. Cuando quieras lo podemos charlar y ver de encontrar una solución juntos.
Estoy inmensamente agradecido por todo el apoyo recibido tanto a mí como a mi familia, ojala tuviera la oportunidad de poder abrazarte y decir GRACIAS.
No bajes los brazos, dale para adelante, la vida es una sola a DISFRUTARLAAAAAA…!!!!
                                                                                                              Pablito

jueves, abril 11

Mensaje de S.S. Francisco a la Ciudad y a la Arquidócesis de Buenos Aires







 Arzobispado de Buenos Aires

El Papa habla en español durante audiencia

 "Ser cristianos no es sólo cumplir los mandamientos"


Bernardo en "VIDAS CONSAGRADAS"...





Aca van los tres "links" del programa completo.


miércoles, abril 10

Francisco: "Vivamos como verdaderos hijos de Dios"





El Santo Padre dedicó la catequesis de la audiencia general de los miércoles al valor salvífico de la resurrección de Jesús. Después de haber recorrido la Plaza de San Pedro en automóvil descubierto y saludado a las miles de personas que aplaudían a su paso, el Papa explicó que la fe cristiana "se basa en la muerte y resurrección de Cristo, como una casa construida sobre los cimientos: si estos ceden, toda la casa se derrumba. En la cruz, Jesús se ofrece a sí mismo; tomando sobre sí nuestros pecados y descendiendo en el abismo de la muerte y en la resurrección los derrota, los elimina y abre el camino para renacer a una nueva vida". 

"Con la resurrección de Jesús -prosiguió- sucede algo absolutamente nuevo: somos liberados de la esclavitud del pecado y nos convertimos en hijos de Dios, somos engendrados a una nueva vida. ¿Cuando ocurre ésto? En el Sacramento del Bautismo que en la antigüedad, se recibía normalmente por inmersión... después del cual los bautizados salían de la pila y se ponían la nueva vestidura blanca, es decir nacían a una nueva vida, sumergiéndose en la muerte y resurrección de Cristo". 

"En la carta a los Romanos, dijo el Papa, San Pablo escribe: "Han recibido el Espíritu que los hace hijos adoptivos, por medio del cual exclamamos:" ¡Abba! Padre ". El Espíritu que recibimos en el bautismo nos enseña, nos empuja a llamar a Dios "Padre" o mejor. "Abbà" que significa "papá". Así es nuestro Dios: es un papá para nosotros. Este es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Jesús. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza, nos ama aun cuando nos equivocamos". 

Sin embargo, esta relación filial con Dios "no es como un tesoro que escondemos en un rincón de nuestras vidas: debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra la oración, la participación en los sacramentos, sobre todo la Penitencia y la Eucaristía y la caridad". 

"¡Podemos vivir como hijos! Esta es nuestra dignidad, tenemos dignidad de hijos. Comportémonos como verdaderos hijos. Esto significa que cada día tenemos que dejar que Cristo nos transforme... significa tratar de vivir como cristianos, tratar de seguirle, incluso si vemos nuestras limitaciones y nuestras debilidades. La tentación de dejar de lado a Dios para ponernos a nosotros mismos en el centro nos acecha siempre... Por eso tenemos que tener el valor de la fe y no dejarnos llevar por la mentalidad de quien nos dice: "Dios no hace falta, no es importante para ti." 

"Al contrario, sólo comportándonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por las caídas, sintiendo que nos ama nuestra vida será nueva, inspirada por la serenidad y la alegría. ¡Dios es nuestra fuerza! ¡Dios es nuestra esperanza!", enfatizó el Pontífice. 

"Nosotros somos los primeros que tenemos que mantenernos firmes en esta esperanza y ser un signo visible, claro y brillante para todos, señaló Francisco. 

"El Señor resucitado es la esperanza que no falla, que no defrauda. ¿Cuántas veces en nuestra vida las esperanzas se desvanecen? ¿Cuántas veces las expectativas de nuestros corazones no se hacen realidad? La esperanza de los cristianos es fuerte, segura, arraigada en esta tierra, donde Dios nos llamó a caminar, y está abierta a la eternidad, porque está fundada en Dios, que es siempre fiel... Ser cristiano no se reduce a seguir unos mandamientos: quiere decir estar en Cristo, pensar, actuar y amar como Él, es dejar que él tome posesión de nuestra vida y la cambie, la transforme, para liberarla de la oscuridad del mal y del pecado". 

"A quien nos pide dar cuenta de la esperanza que hay en nosotros, mostrémosle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados. Mostremos la alegría de ser hijos de Dios, que nos da la libertad de vivir en Cristo, que es la verdadera libertad, la de la esclavitud del mal, del pecado y de la muerte! Miremos a la patria celestial y así tendremos una nueva luz y más fuerza en nuestras tareas y esfuerzos diarios. Es un valioso servicio que tenemos que prestar a este mundo nuestro que a menudo ya no es capaz de levantar la mirada hacia arriba, hacia Dios", concluyó el Papa su catequesis.+ 

AICA - Agencia Informativa Católica Argentina

El Papa habla en español en la audiencia de miércoles



Por primera vez durante la audiencia pública de los miércoles, Francisco habló en español, idioma que uso junto el italiano para saludar a las cerca de 40.000 personas de todo el mundo presentes en la plaza de San Pedro en el tradicional encuentro semanal con los fieles.


Papa habla en español en audiencia de miércoles
Desde su elección el pasado 13 de marzo, el pontífice argentino Jorge Mario Bergoglio sólo había hablado en italiano, con la excepción del día en que saludó a los periodistas de todo el mundo que siguieron el cónclave, cuando pronunció una frase suelta en español.

En las dos audiencias públicas hasta ahora celebradas (la de hoy es la tercera), Francisco sólo uso el italiano, incluso cuando saludó a los fieles españoles y latinoamericanos y resumió la catequesis, lo que desilusionó a muchos de los presentes, que querían escuchar en español al primer papa Latinoamericano.

Hasta ahora, tras la catequesis, Benedicto XVI pronunciaba un resumen de la misma en diferentes idiomas (español, francés, inglés, alemán, polaco y de los países del este europeo) y saludaba a los fieles de esas naciones en su idiomas, incluso en árabe.

Hoy el papa Bergoglio saludó en italiano a los fieles presentes de lengua portuguesa, francesa, inglesa, alemana, polaca, árabe e italiana, menos cuando saludó a los latinoamericanos, que lo hizo en español, levantado los aplausos de los fieles.

Entre los presentes se encontraba los miembros del club Atletico San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires, el equipo de fútbol preferido del pontífice.

Cuando se dirigió a ellos y dijo "saludo al grupo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires" agregó con una amplia sonrisa: "eso es muy importante".

El texto pronunciado por el papa Bergoglio en español fue el siguiente:

"Queridos hermanos y hermanas:

Deseo reflexionar sobre el valor salvífico de la Resurrección de Jesús, en la que se funda nuestra fe y por la que hemos sido liberados del pecado y hechos hijos de Dios, generados a una vida nueva.

Éste es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Cristo. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos.

Esta relación filial con el Señor debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos y la práctica de la caridad. Comportémonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por nuestras caídas, sintiéndonos amados por Él, sabiendo que Él es nuestra fuerza.

Ser cristianos no se reduce sólo a cumplir los mandamientos, es ser de Cristo, pensar, actuar, amar como Él, dejando que tome posesión de nuestra existencia para que la cambie, la trasforme, la libere de las tinieblas del mal y del pecado.

A quien nos pida razón de nuestra esperanza, mostrémosle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados".

Tras el resumen de la catequesis añadió:

"Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, provenientes de España, Argentina, México y los demás países latinoamericanos.

En particular, al grupo de las diócesis de Galicia, con sus Obispos, así como a los sacerdotes del curso de actualización del Pontificio Colegio Español, y al grupo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires. Eso es muy importante.

Invito a todos a dar testimonio del gozo de ser hijos de Dios, de la libertad que da el vivir en Cristo, que es la verdadera libertad. Muchas gracias"

Regina Coeli 7/4/2013


lunes, abril 8

Jesús como con Tomás nos tiene paciencia



Homilía del papa Francisco 

Misa de posesión de la catedral de Roma

FRANCISCO47
Roma, 07 de abril de 2013 (Zenit.org)

Queridos hermanos y hermanas:
Con gran alegría celebro por primera vez la Eucaristía en esta Basílica Lateranense, catedral del Obispo de Roma. Saludo con sumo afecto al cardenal vicario, a los obispos auxiliares, al presbiterio diocesano, a los diáconos, a las religiosas y religiosos y a todos los fieles laicos. (Aquí nombró también a la familia que le saludó).
Caminemos juntos a la luz del Señor resucitado. Celebramos hoy el segundo domingo de pascua, también llamado «de la Divina Misericordia». Qué hermosa es esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande, tan profundo el que Dios nos tiene, un amor que no decae, que siempre aferra nuestra mano y nos sostiene, nos levanta, nos guía.
En el Evangelio de hoy, el apóstol Tomás experimenta precisamente esta misericordia de Dios, que tiene un rostro concreto, el de Jesús, el de Jesús resucitado. Tomás no se fía de lo que dicen los otros apóstoles: «Hemos visto el Señor»; no le basta la promesa de Jesús, que había anunciado: el tercer día resucitaré.
Quiere ver, quiere meter su mano en la señal de los clavos y del costado. ¿Cuál es la reacción de Jesús? La paciencia: Jesús no abandona al terco Tomás en su incredulidad; le da una semana de tiempo, no le cierra la puerta, espera. Y Tomás reconoce su propia pobreza, la poca fe: «Señor mío y Dios mío»: con esta invocación simple, pero llena de fe, responde a la paciencia de Jesús. Se deja envolver por la misericordia divina, la ve ante sí, en las heridas de las manos y de los pies, en el costado abierto, y recobra la confianza: es un hombre nuevo, ya no es incrédulo sino creyente.
Y recordemos también a Pedro: que tres veces reniega de Jesús precisamente cuando debía estar más cerca de él; y cuando toca el fondo encuentra la mirada de Jesús que, con paciencia, sin palabras, le dice: «Pedro, no tengas miedo de tu debilidad, confía en mí»; y Pedro comprende, siente la mirada de amor de Jesús y llora. Qué hermosa es esta mirada de Jesús, cuánta ternura.
Hermanos y hermanas, no perdamos nunca la confianza en la paciente misericordia de Dios. Pensemos en los dos discípulos de Emaús: el rostro triste, un caminar errante, sin esperanza. Pero Jesús no les abandona: recorre a su lado el camino, y no sólo. Con paciencia explica las Escrituras que se referían a Él y se detiene a compartir con ellos la comida.
Éste es el estilo de Dios: no es impaciente como nosotros, que frecuentemente queremos todo y enseguida, también con las personas. Dios es paciente con nosotros porque nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar. Recordémoslo en nuestra vida de cristianos: Dios nos espera siempre, aun cuando nos hayamos alejado. Él no está nunca lejos, y si volvemos a Él, está preparado para abrazarnos.
A mí me produce siempre una gran impresión releer la parábola del Padre misericordioso, me impresiona porque me infunde siempre una gran esperanza. Pensad en aquel hijo menor que estaba en la casa del Padre, era amado; y aun así quiere su parte de la herencia. Se va, lo gasta todo, llega al nivel más bajo, muy lejos del Padre; y cuando ha tocado fondo, siente la nostalgia del calor de la casa paterna y vuelve.
¿Y el Padre? ¿Había olvidado al Hijo? No, nunca. Está allí, lo ve desde lejos, lo estaba esperando cada día, cada momento: ha estado siempre en su corazón como hijo, incluso cuando lo había abandonado, incluso cuando había dilapidado todo el patrimonio, es decir su libertad; el Padre con paciencia y amor, con esperanza y misericordia no había dejado ni un momento de pensar en él, y en cuanto lo ve, todavía lejano, corre a su encuentro y lo abraza con ternura, la ternura de Dios, sin una palabra de reproche: Ha vuelto.Esa es la alegría del padre, en el abrazo del hijo está toda la alegría.
Dios siempre nos espera, no se cansa. Jesús nos muestra esta paciencia misericordiosa de Dios para que recobremos la confianza, la esperanza, siempre. Romano Guardini decía que Dios responde a nuestra debilidad con su paciencia y éste es el motivo de nuestra confianza, de nuestra esperanza. Es como un diálogo entre nuestra debilidad y la paciencia de Dios. Si está este diálogo hay esperanza.
Quisiera subrayar otro elemento: la paciencia de Dios debe encontrar en nosotros la valentía de volver a Él, sea cual sea el error, sea cual sea el pecado que haya en nuestra vida. Jesús invita a Tomás a meter su mano en las llagas de sus manos y de sus pies y en la herida de su costado.
También nosotros podemos entrar en las llagas de Jesús, podemos tocarlo realmente; y esto ocurre cada vez que recibimos los sacramentos. San Bernardo, en una bella homilía, dice: «A través de estas hendiduras, puedo libar miel silvestre y aceite de rocas de pedernal, es decir, puedo gustar y ver qué bueno es el Señor».
Es precisamente en las heridas de Jesús que nosotros estamos seguros, ahí se manifiesta el amor inmenso de su corazón. Tomás lo había entendido. San Bernardo se pregunta: ¿En qué puedo poner mi confianza? ¿En mis méritos? Pero «mi único mérito es la misericordia de Dios. No seré pobre en méritos, mientras él no lo sea en misericordia. Y, porque la misericordia del Señor es mucha, muchos son también mis méritos». Esto es importante: el coraje de confiarme a la misericordia de Jesús, de confiar en su paciencia, de refugiarme siempre en las heridas de su amor.
San Bernardo llega a afirmar: «Y, aunque tengo conciencia de mis muchos pecados, si abundó el pecado, más desbordante fue la gracia». Tal vez alguno pudiese pensar: mi pecado es tan grande, mi lejanía de Dios es como la del hijo menor de la parábola, mi incredulidad es como la de Tomás; no tengo las agallas para volver, para pensar que Dios pueda acogerme y que me esté esperando precisamente a mí. Pero Dios te espera precisamente a ti, te pide sólo el coraje de regresar a Él.
Cuántas veces en mi ministerio pastoral me han repetido: «Padre, tengo muchos pecados»; y la invitación que he hecho siempre es: «No temas, ve con Él, te está esperando, Él hará todo». Cuántas propuestas mundanas sentimos a nuestro alrededor. Dejémonos sin embargo aferrar por la propuesta de Dios, la suya es una caricia de amor. Para Dios no somos números, somos importantes, más aún, somos lo más importante que tiene; aun siendo pecadores, somos lo que más le importa.
Adán después del pecado sintió vergüenza, se ve desnudo, siente el peso de lo que ha hecho; y sin embargo Dios no lo abandona: si en ese momento, con el pecado, inicia nuestro exilio de Dios, hay ya una promesa de vuelta, la posibilidad de volver a Él. Dios pregunta enseguida: «Adán, ¿dónde estás?», lo busca. Jesús quedó desnudo por nosotros, cargó con la vergüenza de Adán, con la desnudez de su pecado para lavar nuestro pecado: sus llagas nos han curado.
Acordaos de lo de san Pablo: ¿De qué me puedo enorgullecer sino de mis debilidades, de mi pobreza? Precisamente sintiendo mi pecado, mirando mi pecado, yo puedo ver y encontrar la misericordia de Dios, su amor, e ir hacia Él para recibir su perdón.
En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas el coraje de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre. Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado.
Queridos hermanos y hermanas, dejémonos cubrir por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos su ternura, tan bella, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros más capaces de misericordia, de paciencia, de perdón y de amor.

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.