Ayuda solidaria para Chile-Pedido

Querida Familia de Soledad Mariana: hago reenvío de este mail como  llamado solidario del marido de una amiga, él es chileno y pide esta ayuda para nuestro vecino y querido país hermano que está sufriendo tanto en este momento.

Unidos en María Solidaria

María

Queridos amigos:
Como todos saben, los daños provocados por el terremoto en Chile, han sido terribles, en pérdidas materiales y especialmente de vidas. Pero bueno, hay que mirar para adelante, y pensar en reconstruir este país tan cercano, (en todo sentido), a la Argentina, y que hoy día, está literalmente destruido.
Quedan unas cuantas ciudades desaparecidas, y especialmente cientos de miles de personas, (la mayoría de ellas, humildes), que literalmente no tienen nada. (ni agua en muchos casos).

Para los que sentimos la necesidad de llevar algo de alivio a estas personas, pareciera que desde acá, no podemos hacer mucho. Pero en realidad, sí podemos, ya que con un poquito, de nuestra ayuda solidaria, para los damnificados significa un montón.
Para los que quieran ayudar, les cuento que he contactado a personas de la red solidaria de acá (Juan Carr), que está unida a la red solidaria chilena,  y estamos juntando algunas cosas de suma necesidad; para dejarlas el viernes 12 en la embajada de Chile; y son ellos quienes se ocupan de enviarla para allá.
En la medida de las posibilidades de cada una, y sin ningún compromiso, estamos juntando: medicamentos, alimentos no perecederos, leche, agua mineral, frazadas y ropa.

La ayuda la estamos juntando en:

Casa de los Gonzalez Willson- Libertador 2609 - Victoria, (telefono 4744-9574)
 o en la casa de Ximena Lynch- Fernández Espiro 293 - Acassuso. te. 15-6-888-6159     

La ayuda se puede recibir hasta el Miercoles 10 de Marzo.

De antemano un Millon de gracias a todos

Carlos Gonzalez Wilson

Testimonio de Alberto sobre las “misas de sanación”

En noviembre del 2008,aparece en mi cuello un tumor dermoideo maligno, luego de una situación de stress máximo, inmediatamente, me puse en manos de especialistas, los que comenzaron con quimioterapia. Una compañera de nuestro grupo de arte, Clarisa Cassiau, como tanta otra gente, oraba por mi sanación y me apoyaba con afecto y trabajo. Soy o era agnóstico, no obstante ello, agradecía los ruegos. Clarisa me comentó acerca de las misas de Martin y conocía su activa participación en ellas. Si bien el tumor luego de 4 aplicaciones había reducido notablemente el plan quimioterápico, era de 12 aplicaciones.
Enterado que Martín haría una misa en Palermo, fui no como curioso, sino como alguien que hace todo lo posible para encontrar todas las vías posibles de curación.
Desde el mismo momento que pisé el templo, con tanta gente, sentí que era un lugar amigable, cálido y acogedor.
Mi racional mente agnóstica desapareció y me fui fundiendo en las emociones despertadas, con verdadera unción seguí todo el proceso, no sé rezar ni conozco los rituales de los credos, sin embargo siempre he respetado las creencias y la fe que alguien tenga, es más, casi diría que envidio a quienes poseen fe religiosa, cosa con la que no nací o no me la transmitieron o no la aprendí.
Durante 60 años, he visto el fenómeno de la fe como algo ajeno a mi.
Las palabras de Martín, horas tras horas, me envolvían, no me interesaba el contenido, muchas veces desconocido para mi, luego pasaron el sagrario (creo que así se llama) y cuando estaba enfrente de mi, lo vi luminoso y bondadoso, tomé la hostia y Martín puso sus manos sobre mi frente, ahí sentí que algo entraba en mi alma, que no puedo describir.
Creo que era un jueves, el sábado me tenían que aplicar la quimioterapia, para mi sorpresa y la de los médicos, el tumor casi no existía (si bien estaba remitiendo),decidieron no aplicarla.
Volví a casa exultante, me vi en el espejo y mi cuerpo y semblante habían cambiado, el grupo de compañeros de arte que venían a trabajar esa tarde, se asombraron de mi cambio físico, emocional y energético, tan repentino.
De ahí en más no hubo más quimioterapia ,el tumor desapareció, llevo casi un año con controles periódicos y es como si jamás hubiera tenido nada.
Una vez más volví a la misa y si bien el impacto no era ya el de la primera vez, me volví a sentir en paz.
Gracias Martín, Gracias Clarisa, gracias a ese ser que a través de Martín, produce sanación.

Alberto Vazquez (64 años)
Olazábal 3450.P.B."D"
Buenos Aires

Participación de Killy y Alfredo

Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creido en él. (1 Jn. 4.16)

Nos casamos y deseamos compartir con ustedes nuestra alegría.

La ceremonia se realizará en la Parroquia Inmaculada Concepción el sábado 10 de abril a las 15.30 hs.

Killy Romero y Alfredo Darmandrail