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miércoles, noviembre 24

"Discípulos Misioneros, aquí y más allá de las fronteras", por María Nouguès


Queridos Todos en Soledad Mariana:

                                                                El fin de semana de los días  9, 10 y 11 de octubre de 2010 tuve la feliz oportunidad de participar del Tercer Encuentro Nacional de Grupos Misioneros. Encuentro que es convocado por Obras Misionales Pontificias y la Comisión Episcopal de Misiones.
Como todos saben, una pequeña comunidad de Soledad Mariana estamos misionando en el paraje Río Villegas de la provincia de Río Negro.  A raíz de esta rica experiencia de comunidad contemplativa misionera que venimos viviendo, fue que nos sentimos invitados a participar de este Encuentro  Siendo nosotros tan nuevos y a la vez, los miembros del grupo, comprometidos con tantas otras cosas, me ofrecí para ir en representación de todos.
Y es esto lo que quiero compartirles, aunque sea un poco:
La vivencia de estos días fue inmensa. El Encuentro se realizó en un predio municipal de la diócesis de San Miguel, provincia de Buenos Aires. Asistieron 2500 personas de las cuales un diez por ciento seríamos adultos. O sea seguro han participado más de dos mil jóvenes. El promedio de edades era entre 16 y 40 años, se imaginarán el clima de fiesta que permaneció durante los tres días.
El lema de este encuentro fue "Discípulos Misioneros, aquí y más allá de las fronteras"
Y en este lema se trabajó los tres días.
Un enorme galpón sirvió para los momentos de convocatoria entre todos.
A la hora de trabajar en grupos nos dispersábamos por el gran espacio de parque que había en el lugar.
La organización fue fantástica, prolija y adecuada para el desafiante número de personas que acoger. El obispado de San Miguel se hizo cargo de los lugares para dormir las dos noches.
A mi me tocó estar con el grupo de la arquidiócesis de Buenos Aires, que seríamos unos ochenta, nos recibieron en un colegio con mucho cariño, donde se ocuparon de darnos la comida por las noches y el desayuno.
En todo el encuentro se notaron lindísimos detalles de preparación, con  verdadero amor departe de todos los que trabajaron en esto. Dieron un lindísimo testimonio de hermanos al servicio de todos. En ningún momento escuché una queja, enojo de parte de nadie… etcétera. Creo que hubo un clima muy único, muy de presencia de Dios entre todos.
Además de los muchísimos jóvenes, estaban también varias familias misioneras con sus hijos, como también matrimonios, ya mayores,  fieles misioneros de años.  A esto se sumaba una gran cantidad de sacerdotes provenientes de todas las diócesis.
Todos reunidos por lo mismo, a todos nos unía un mismo deseo, comunicar a Jesús y su Evangelio en todo lugar.

Durante los tres días tuvimos: Momentos de oración en común, charlas para luego trabajarlas compartiendo en grupos  y la celebración de la Eucaristía.
Para distribuir los grupos, nos reunieron por sectores de misión.  Estos sectores expresan las diversas realidades de la Iglesia misionera: Misión rural, Pueblos originarios, Misión urbana, Barrios marginales, Ecumenismo y diálogo interreligioso, Misión Ad Gentes, Niños, Adolescentes y Jóvenes, Familias, Enfermos y ancianos, Movilidad humana, Pastoral carcelaria, Comunicación, Educación, Pastoral misionera.
Cada sector se distribuía en grupos de a diez personas como máximo. Nuestra comunidad misionera de Soledad Mariana trabaja en Misión Rural por lo cual me integré en uno de estos grupos, este sector era el más numeroso, tenía 40 grupos.
El secretario del grupo después de compartir las consignas que nos daban para reflexionar, entregaba al coordinador del sector, un papel con la síntesis de lo conversado.
Luego con las síntesis de todos los grupos de trabajo se escribió una proclama de los Grupos Misioneros como reflejo de lo elaborado en esos días.
Hubo personas representativas de todo el país y sus diócesis. En mi grupo participaron personas de Corrientes, Salta, Jujuy, Mendoza, Santa Fe y Entre Ríos. La mayoría jóvenes que me mostraron su hondo compromiso con la fe y el deseo de crecer más en esta.
Toda una riqueza que me hizo querer y valorar mucho más a nuestra tierra argentina.
En los ratos libres, con espontánea alegría, los distintos grupos se mezclaban  intercambiando canciones de juego, típicas de las misiones, bailando espontáneamente el gato, la chacarera, zambas etcétera.
Todo fue una fiesta constante con participación plena y entusiasta, tanto en las charlas como en los momentos de trabajo grupal, o en el elocuente y orante silencio comunitario durante la adoración al Santísimo, en la peregrinación con la Virgen de Luján por el predio encabezada por una murga hecha por los jóvenes que habían llevado algún instrumento musical y en el concierto nocturno al aire libre.
Los que dieron las charlas fueron, el padre Andrés Aguerre (joven sacerdote jesuita), Mons. Bokalic (obispo auxiliar de Bs.As.) y Mons. Luis Augusto Castro Quiroga (arzobispo en Tunja-Colombia) Todas muy buenas, dadas con humildad y entusiasmo. 
Y podría seguir en un montón de detalles, pero creo que con esto ya les doy una idea de lo mucho recibido y que fue, verdaderamente, toda una experiencia de Iglesia Viva en Misión.
Ahora sé, concientemente que cuando misionamos lo estamos haciendo junto a un pueblo inmenso, todos Uno en Él, fieles al lugar donde nos ha llamado, en solidaria comunión misionera.
Confirmé una vez más el fuerte deseo de solidaridad y espiritualidad que tiene el joven y como necesita encontrar espacios para poder responder al mismo. Percibí que estos jóvenes misioneros son como el tesoro escondido del Evangelio, portadores de esperanza en los rincones más desapercibidos de nuestra tierra.
Bendito sea Dios por sus obras en sus hijos pequeños, como verdadera semilla en la tierra…
Gracias Señor por esta tu Iglesia Misionera, un tesoro de generosidad silenciosa, Luz y Sal de la tierra.
Gracias por la diversidad de misiones desde la diversidad de dones, donde todos tenemos lugar para darnos, ofrecernos, entregarnos…
Gracias Dios, Padre Bueno, una vez más, por darme parte en la Soledad y Solidaridad de María de San José en la que deseo seguir caminando y creciendo… aprendiendo a donarme un poco más y más… y más hasta el todo, como Vos quieras.
Si alguno quiere conocer más sobre este encuentro le paso aquí los datos de la página web para que puedan entrar e interiorizarse.   http://www.3engm.ompargentina.org.ar/.
Perdonen lo largo de esto y ¡gracias a todos! por apoyarnos en nuestra pequeña misión de la comunidad Santa María del Encuentro, sin toda la familia de Soledad Mariana no podríamos ser.
Un fraterno abrazo en María de San José, nuestra Madre tan de Dios y tan nuestra!
María



Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.