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domingo, diciembre 27

Feliz Octava de Navidad, de María Nougues (Región Centro)

Feliz Fiesta de la Santa Familia de Belén.


Tan Querida Familia de Soledad Mariana:

¡Muy Feliz Fiesta de la Sagrada Familia durante esta preciosa Octava de Navidad!

Les comparto este meditar mío de hoy:

Hoy la Sagrada Familia está ante nuestra profunda mirada del Corazón Contemplativo. Y nosotros, deseantes… en enamorada fe, deseamos vivir como Ellos.

¡Como me gusta y mueve siempre! la parte de nuestra oración de Alianza que dice: “Somos Familia, Hijos y Hermanos”

María Contemplativa y San José nos han regalado lo más intimo del secreto de Amor en Ellos, de su Ser Familia,  de sus corazones humildes… contemplativos… disponibles… y tanto más.
La Misericordia entrañable que creó el mundo se ha hecho Carne, se ha hecho Pan Misericordioso para nosotros.

Ellos, la Inmaculada María y San José son los que la supieron Recibir, Ellos, de corazones admirados y en total disponibilidad al Hijo-Misericordia acogieron, supieron acoger la “misericordiosa Gracia-derroche de Amor” para el mundo.

Que San José siga escuchando nuestra oración: “Danos Parte en la Intimidad de tu Secreto”
Que María Inmaculada siga escuchando nuestra oración: “Enséñanos a vivir la unidad de tu misterio”

Para estas fiestas, para este Año Santo de la Misericordia”, que la Sagrada Familia de la Misericordia pueda vivir cada vez más en el entrañable corazón de nuestra familia de Soledad Mariana.
Con Agradecimiento grande a Dios por la Gracia de ¡Soledad Mariana! En la que, paso a paso… en gozos y tristezas… en dificultades, torpezas, encuentros, perdones y alegrías…en solidarios rezos, en fuerte Comunión y tanto más… Vamos Siendo ¡“Familia, Hijos y Hermanos de María de San José”!


Con mi profundo afecto fraterno va un Abrazo a todos deseándoles lo mejor y sabiéndonos unidos, encontrados en la Contemplación del Santo Pesebre,


María Nougués

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.