Desde General Belgrano, viajamos con Diana tratando de penetrar la niebla del camino y con la certeza de que la ‘Estrella de la mañana’ terminaría iluminando el hoy comunitario que nos esperaba como efectivamente ocurrió: Momento de Gracias compartidas con el pueblo fiel que quiere testimoniar su amor por la Madre ante quien descubren sus sufrimientos dolores y tristezas en la seguridad de ser escuchados y consolados y ante quien ofrendan presencia, flores y oraciones en acción de gracias. Sentirnos uno, en comunión fraterna y en María fue el fruto recogido de la Eucaristía.
Obviamente, salimos con deseos renovados de profundizar en su espiritualidad que ya habíamos comenzado a trabajar en la Escuela a raíz del libro de Tello recientemente editado por Ágape sobre los desafíos de la Nueva Evangelización y que a propósito del documento de Aparecida, se nos presenta como de indudable actualidad
Con ese marco fue buenísimo lo compartido sobre María, la Iglesia en los pobres, la cultura popular y la unidad de la Iglesia, y al bien decir de alguien :”nos quedamos con ganas de más”.
Por eso, seguiremos rezando y buscando el hilo conductor del ES que une estos elementos con SM e ilumina el nuevo desafío misionero en el contexto de post-Aparecida
Un abrazo y ¡bendiciones!
Jorge
Escuela San Juan Diego