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lunes, noviembre 18

Evangelii Gaudium

Primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco

SE HARÁ ENTREGA DEL DOCUMENTO EN LA MISA DE CLAUSURA DEL AÑO DE LA FE

El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, anunció esta mañana que el próximo 24 de noviembre, el día de la clausura del Año de la Fe, el Papa Francisco entregará al pueblo de Dios su primera Exhortación Apostólica titulada: Evangelii Gaudium (El Gozo del Evangelio). El documento será presentado a la prensa, el día 26 en la Sala Juan Pablo II del Vaticano.

En la presentación intervendrán el Presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la Nueva Evangelización, el Arzobispo Rino Fisichella; el Secretario General del Sínodo de los Obispos, Mons.Lorenzo Baldisseri; y el Presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio Maria Celli.
En declaraciones ACI Prensa este lunes, Mons. Fisichella explicó que el Papa Francisco hará entrega del documento durante la Misa de la clausura del Año de la Fe al pueblo de Dios representado por «un Obispo, un sacerdote, un diácono, religiosos y religiosas, novicias, una familia, catequistas, a los artistas, periodistas, jóvenes, ancianos, enfermos… es decir, de alguna manera la entregará a todos quienes en los diversos momentos de la vida, siendo cristianos, están llamados a ser evangelizadores». El Año de la Fe, explicó el Arzobispo Fisichella, se convierte así «en un compromiso que la Iglesia asume de deber una vez más, llevar el Evangelio a cada criatura».
Serán en total 36 personas de 18 países de los cinco continentes los que recibirán la primera exhortación apostólica escrita por el Papa Francisco. El Vaticano anunció que el Obispo, el sacerdote y el diácono a los que el Papa entregará la Exhortación provienen de Letonia, Tanzania y Australia respectivamente.
Por otro lado, los artistas que representarán el arte católico y recibirán la Exhortación serán el arquitecto japonés Etsuro Sotoo, quien se convirtió mientras trabajaba en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, y la pintora polaca Anna Gulak.
En este grupo también habrá dos periodistas, una es Joan Lewis, estadounidense del canal católico más grande del mundo, EWTN.

(Info Católica 18/11/2013)

domingo, noviembre 17

El Papa distribuyó "Misericordina", un remedio para el alma

jueves, noviembre 14

Carta Urgente de Nuestros Pastores

Querida familia en Solidaridad y Soledad Mariana:

Estuve hace unos días en la reunión de movimientos de la Arquidiócesis de Buenos Aires. Entre los tantos temas compartidos sobre la vida de nuestra iglesia se nos pidió como "gran prioridad" dar a conocer el breve y conciso documento que enviaron nuestros pastores de toda la Argentina  por el terrible drama de la droga que se está viviendo en tantos espacios de nuestra sociedad.
Nos pidieron muy especialmente que lo bajemos y comuniquemos a los ámbitos de las familias. Para todos aquellos que todavía no les ha llegado a sus manos, hagamos copia y compartámoslo con muchos.

Nos dice Bernardo en la carta de Solidaridad y Misión:
"En la soledad mística de una vida en Dios descubrimos la dignidad absoluta de todo el hombre y de todos los hombres, y esta soledad se expande y realimenta en la solidaridad profética de una vida con Dios en defensa de los derechos inalienables de las personas y sociedades humanas".

Que la Gracia del don mariano y contemplativo nos lleve cada vez más a la eclesial comunión, compasión y donación por tantos hermanos que están sufriendo estas situaciones.
Siempre en María de San José, luz de nuestros pasos.
María N.

El drama de la droga y el narcotráfico

Angustias de la sociedad

1-        La sociedad vive con dolor y preocupación el crecimiento del narcotráfico en nuestro país. Son muchos los que nos acercan su angustia ante este flagelo. Nos conmueve acompañar a las madres y los padres que ya no saben qué hacer con sus hijos adictos, a quienes ven cada vez más cerca de la muerte. Nos quedamos sin palabras ante el dolor de quienes lloran la pérdida de un hijo por sobredosis o hechos de violencia vinculados al narcotráfico.

2-        Sabemos que este problema es un emergente de la crisis existencial del sentido de la vida en que está sumergida nuestra sociedad. Se refleja en el deterioro de los vínculos sociales y en la ausencia de valores trascendentes.

3-        Cuando este mal se instala en los barrios destruye las familias, siembra miedo y desconfianza entre los vecinos, aleja a los chicos y a los jóvenes de la escuela y el trabajo. Tarde o temprano algunos son captados como ayudantes del "negocio". Hay gente que vende droga para subsistir, sin advertir el grave daño que se realiza al tejido social y a los pobres en particular.

4-        Es alarmante la expansión de las llamadas drogas sintéticas, que se distribuyen en diversos espacios festivos, y nos duelen las conductas autodestructivas en adolescentes o jóvenes que consumen diversas sustancias.

5-        Lo que escuchamos decir con frecuencia es que a esta situación de desborde se ha llegado con la complicidad y la corrupción de algunos dirigentes. La sociedad a menudo sospecha que miembros de fuerzas de seguridad, funcionarios de la justicia y políticos colaboran con los grupos mafiosos. Esta realidad debilita la confianza y desanima las expectativas de cambio. Pero también es funcional y cómplice quien pudiendo hacer algo se desentiende, se lava las manos y "mira para otro lado".

Necesidad de medidas urgentes

6-        La Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio. Es cierto que el desafío es enorme y el poder de corrupción y extorsión de los grupos criminales es grande. Pero no es verdad que "nada se puede hacer".

7-        La complejidad de este tema es tal que solo será abordado eficazmente por medio de amplios consensos sociales que deriven en políticas públicas de corto, mediano y largo alcance. Pero perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado. Recogemos también la preocupación por la desprotección de nuestras fronteras, y por la demora en dotar de adecuados sistemas de radar a las zonas más vulnerables.

Lamentamos que el organismo del Estado dedicado a coordinar las políticas públicas en esta materia (SEDRONAR) lleve tantos meses sin tener su responsable designado.


Pasión por el bien

8-        Muchos centros educativos, clubes barriales y diversas ONG colaboran en la educación, prevención y asistencia a las víctimas. Reconocemos gratamente la ardua tarea que se desarrolla desde la Iglesia implementando en las diócesis la pastoral de adicciones, promoviendo la contención de familias, el acompañamiento y la reinserción social de los adictos. Valoramos de corazón el esfuerzo, la dedicación y la entrega de tanta gente generosa que colabora en comunidades terapéuticas. No obstante, como obispos somos conscientes de que no hemos sido suficientemente eficaces en promover una pastoral que convoque y contenga a los adolescentes y jóvenes. A su vez, seguimos alentando la creación de centros de asistencia para quienes sufren la esclavitud de la adicción y les cuesta salir.

9-        Esta situación está dejando un tendal de heridos que reclaman de parte de todos compromiso y cercanía. Jesús nos pide que nos inclinemos ante quien sufre y que tratemos con ternura sus heridas.

10-   San Pablo nos enseña a "tener horror por el mal y pasión por el bien" (Rm 12, 9). Por eso no debemos quedarnos solamente en señalar el mal. Alentamos en la esperanza a todos los que buscan una respuesta sin bajar los brazos:
A las madres que se organizan para ayudar a sus hijos.
A los padres que reclaman justicia ante la muerte temprana.
A los amigos que no se cansan de estar cerca y de insistir sin desanimarse.
A los comunicadores que hacen visible esta problemática en la sociedad.
A los docentes que cotidianamente orientan y contienen a los jóvenes.
A los sacerdotes, consagradas, consagrados y laicos que en nuestras comunidades brindan espacios de dignidad humana.
A los miembros de fuerzas de seguridad y funcionarios de otras estructuras del Estado que aún a riesgo de su vida no se desentienden de los que sufren.
A todos los que resisten la extorsión de las mafias.


Que no nos roben la esperanza

11-   Es perverso vivir del sufrimiento y de la destrucción del prójimo. Por eso anhelamos una justicia más eficiente que erradique sin demoras la impunidad. Al mismo tiempo no dejamos de pedir la conversión de los traficantes.

12-   A cada uno de los que han caído en la droga, le decimos con el Papa Francisco: "Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres. Tú eres el protagonista de la subida, esta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti".

13-   No dejemos que nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes. Cuidémonos los unos a los otros. Estemos particularmente cerca de los más frágiles y pequeños. Trabajemos por una cultura del encuentro y la solidaridad como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna.

Que el Señor nos ilumine y la Virgen de Luján nos ayude a cuidar el presente y el futuro de la Nación.

106° Asamblea Plenaria Pilar, 7 de noviembre de 2013

martes, noviembre 12

“La esencia cristiana es una invitación a la fiesta"

Lo afirmo el Papa Francisco en la Misa del martes 5 de noviembre en Santa Marta…”


…pues, contarles, con el corazón henchido que la pre-escuela Chascomús, ese mismo día estuvo de ¡GRAN FIESTA!

“Entrar en la Iglesia –continuó el Papa- es hacer comunidad…” “es participar de las virtudes, de los dones que el Señor nos ha dado, en el servicio del uno por el otro…”

En S+M esto lo tenemos bien aprendido… y nosotros- “los laguneros”- ¡oh! Siempre somos los beneficiados…

“El Dios de las sorpresas” una vez más nos agració… con la visita de: Bety!, M. Eugenia!, Mechi!, María! y Martín!!!

¡QUE FIESTA! ¡fiesta la alabanza, la oración espontánea, el compartir, el rezo del Angelus “cuando el sol Señor se apaga”… y también la mástica…

Lleguen a uds. las “burbujitas” de la embriaguez sin vino que da el Espíritu.

Abrazo grande y cálido como el Sol.


Pre-escuela Chascomús.

jueves, noviembre 7

¡COMUNIDAD ORANTE!

Querida familia:


Pedimos oraciones por nuestra querida Tere Terrero. 

Está internada en el Sanatorio Mater Dei dónde va a ser sometida a una intervención intestinal.

¡La oración de todos la va a fortalecer y consolar!

Que María de Guadalupe, a quién ella ama tanto, la cubra con su manto y la proteja

Mercedes Sarmiento

sábado, noviembre 2

FRANCISCO

«ser santos no es 

un privilegio de pocos 

sino una vocación para todos»

Al rezar el Ángelus desde la ventana de su apartamento, ante la multitud reunida en la plaza San Pedro, en plena la solemnidad de Todos los Santos, el papa Francisco ha asegurado que «los santos no son superhombres, ni han nacido perfectos. Son como nosotros, como cada uno de nosotros, son personas que antes de alcanzar la gloria del cielo han vivido una vida normal, con alegrías y dolores, fatigas y esperanzas».

El Papa ha peguntado: «Pero ¿qué ha cambiado su vida? Cuando han conocido el amor de Dios, lo han seguido con todo el corazón, sin condiciones o hipocresías; han gastado su vida al servicio de los demás, han soportado sufrimientos y adversidades sin odiar y respondiendo al mal con el bien, difundiendo alegría y paz»
El pontífice argentino destacó que ser santos «no es un privilegio de pocos, sino que es una vocación para todos» y señaló que todos estamos llamados a caminar por la vía de la santidad, que tiene un nombre y un rostro: Jesucristo.

Los santos nos dicen que confiemos en el Señor

Asimismo, preguntó: «¿Qué nos dicen los santos, hoy?» Y respondió: Nos dicen que debemos confiar en el Señor, ¡porque Él no decepciona! A la vez que con su testimonio nos animan a «no tener miedo de ir contracorriente o de ser incomprendidos y escarnecidos cuando hablamos de Él y del Evangelio».
Antes de rezar la oración dedicada a María, Reina de Todos los Santos, el Papa dijo que «nuestra oración de alabanza a Dios y de veneración de los espíritus bienaventurados se une a la oración de sufragio por cuantos nos han precedido en el pasaje de este mundo a la vida eterna».
También pidió una oración en silencio por los inmigrantes muertos en las costas de la isla de Lampedusa en su travesía para alcanzar Italia, al subrayar que son «hermanos y hermanas nuestros, hombres, mujeres y niños, empujados por la sed, el hambre y el cansancio».
Francisco improvisó estas palabras sobre los inmigrantes que se ponen en marcha «para alcanzar unas condiciones de vida mejores».

viernes, noviembre 1

Día de todos los Santos y conmemoración de los fieles difuntos, por Mons. Mollaghan

“La fe en Cristo nos salva” (Lumen Fidei, 20)
Invitación de monseñor José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, a celebrar el día de todos los santos el 1º de noviembre, y a rezar por los difuntos el próximo 2 de noviembre en el Año de la Fe (Rosario, 25 de octubre 2013) 

Queridos sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos: 

El 1º de noviembre, día de Todos los Santos, y el próximo 2 de noviembre, conmemoración de los fieles difuntos, son una ocasión para reafirmar nuestra fe y mirar hacia la eternidad. 

Mirando hacia la muchedumbre de santos 
En la fiesta de Todos los Santos, la Iglesia nos invita a creer y contemplar a la multitud de hombres y mujeres de todo pueblo y nación que están junto a Dios; porque han creído en Jesucristo nuestra salvación. Como nos dice la Encíclica Lumen Fidei, “La fe en Cristo nos salva” (P. Francisco, Lumen Fidei, 20). 

Mirando hacia la muchedumbre de santos, nos alegramos especialmente por la reciente beatificación del querido Cura Brochero, “testigo del amor de Cristo hacia los pobres” (hom. beatificación) y por el precioso don de nuestros santos y beatos llamados a la gloria de Dios. 
En la conmemoración de los difuntos, en cambio, miramos a nuestros seres queridos que han pasado por la muerte; sabiendo también por la fe que esta vida no termina, y que ellos han sido llamados a la eternidad. 

El recuerdo de los que han partido 
El recuerdo de los que han partido es memoria y oración Hoy miramos la parte de la historia que hemos recorrido con nuestros seres queridos y recordamos las relaciones de familia, de amor y de amistad que transcurrieron en nuestra vida. 

Los recordamos porque creemos en la vida eterna, y sabemos que nuestra vida es indestructible, y que se transforma para la eternidad (cfr. Prefacio Dif.). 

Precisamente la resurrección de Cristo es principio y fuente de nuestra futura resurrección. El mismo Jesús habló de ello al anunciar la institución de la Eucaristía como sacramento de la vida eterna y de la resurrección futura: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré el último día'” (Jn 6, 54). 

Más aún, nosotros cristianos creemos que estamos destinados a resucitar, porque llevamos en nuestro ser espiritual el sello del amor de Dios, que nos creó, de Jesucristo que nos redimió y del Espíritu Santo que nos vivificó. Por eso creemos en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro. 

Jesús vuelve a decirnos “¿Crees esto?” 
Ante la muerte y la esperanza de la Vida eterna, Jesús vuelve a decirnos en este día, como lo hizo a Marta en el Evangelio: “¿Crees esto?”. 

Y nuestra respuesta es sí creemos, a pesar de las oscuridades. Creemos porque Jesús tiene palabras de vida eterna, y esperamos el don de la vida después de la vida, llena de luz y de paz (cfr. Benedicto XVI, Angelus 9.III.08). 

Por ello el próximo 2 de noviembre nuestro recuerdo, y nuestra oración es para nuestros difuntos; participando en la Misa por ellos, y pidiendo por su eterno descanso en el Cielo. Como dijo San Juan Crisóstomo “No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos” ( CATIC, 1032). 

En el año de la fe, reafirmemos nuestra fe, “con la esperanza que nos proyecta hacia un futuro cierto, que se sitúa en una perspectiva diversa de las propuestas ilusorias de los ídolos del mundo, pero que da un impulso y una fuerza nueva para vivir cada día” (P.Francisco, Lumen Fidei, 57). 

Lo hacemos confiando en la Santísima Virgen del Rosario, “para que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor” (ib. 60). 

Mons. José Luis Mollaghan, 

arzobispo de Rosario

FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

Hoy, 1ro de noviembre, nos unimos y celebramos a las personas que han llegado al cielo, conocidas y desconocidas. 

Santo es todo aquel que ha llegado al cielo. Algunos han sido canonizados, es decir que son propuestos por la Iglesia como ejemplos de vida cristiana, pero son tan santos como aquellos que han llegado al cielo.

Comunión de los santos




La comunión de los santos, significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración. Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre. Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.
Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero.

Aunque todos los días deberíamos pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este día es hoy.


Es una oportunidad que la Iglesia nos da para recordar que Dios nos ha llamado a todos a la santidad. Que ser santo no es tener una aureola en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios. Todos debemos trabajar cada día para conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo; el pesimismo; la rutina y las omisiones.


No estamos solos. María, nuestra SANTA MADRE, nos lleva de su mano a Jesús por Quien llegamos al Padre en el Espíritu.

y todos los santos unidos en toda su humanidad gloriosa a Jesús, nos escuchan, acompañan, asisten para que nosotros también podamos ser "santos" y felices eternamente.

domingo, octubre 27

Jornada Mundial de la Familia en Roma con el Papa Francisco



Roma, 26 de octubre de 2013 

¡Queridas familias, ¡'buona sera' y bienvenidas a Roma!

Han venido aquí como peregrinos desde muchas partes del mundo, para profesar la fe delante del la tumba de San Pedro. Esta plaza les acoge y abraza: somos un sólo pueblo, con una sola alma, convocados por el Señor, que nos ama y sostiene. Saludo también a todas las familias que están unidas a través de la televisión y de internet: una plaza que se extiende sin confines.
Quisieron llamar a este momento “¡La familia vive la alegría de la fe!”. ¡Me gusta este título! He escuchado las experiencias de ustedes, los casos que han contado. Vi tantos niños, tantos abuelos... Sentí la tristeza de las familias que viven en situación de pobreza y de guerra. He oído a los jóvenes que se quieren casar, aún entre mil dificultades. Y entonces nos preguntamos: ¿Cómo es posible, hoy, vivir la alegría de la fe en familia? ¿Es posible o no es posible vivir esta alegría? 
En el evangelio de Mateo, hay una palabra de Jesús que nos ayuda: 'Venid a mí todos los que están cansados y oprimidos, que yo les aliviaré'. Muchas veces la vida es pesada y tantas veces trágica, lo hemos apenas escuchado. Trabajar es fatigoso; buscar trabajo es fatiga y encontrar trabajo hoy nos pide tanta fatiga.
Pero, aquello que más pesa en la vida, no es esto, lo que más pesa es la falta de amor. Pesa no recibir una sonrisa, no ser acogidos. Pesan ciertos silencios, a veces aún en familia, entre marido y esposa, entre padres e hijos, entre hermanos. Sin amor, el cansancio se hace más pesado. Pienso en los ancianos solos, a las familias en dificultad porque no tienen ayuda para sostener a quienes en casa precisan de especiales atenciones y cuidados. 'Venid a Mí todos los que están cansados y oprimidos', dice Jesús.
Queridas familias, el Señor conoce nuestros cansancios, los conoce y los pesos de nuestra vida. Pero conoce también nuestro deseo profundo de hallar la alegría del alivio. ¿Se acuerdan? Jesús dijo: 'Vuestra alegría sea plena'. Jesús quiere que nuestra alegría sea plena.
Lo dijo a los apóstoles, y hoy lo repite a todos nosotros. Así, esta es la primera cosa que quiero compartir con ustedes en esta tarde, y es una palabra de Jesús: 'Venid a mi, familias de todo el mundo --dice Jesús-- y yo les aliviaré para que vuestra alegría sea completa'.
Y esta palabra de Jesús llévenla a casa, en el corazón, compártanla en familia, él nos invita a ir hacia él para darnos a todos la alegría.
La segunda palabra, la tomo del rito del matrimonio. En este sacramento, quien se casa dice: 'Prometo serte fiel, amarte y respetarte, en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad, y de honrarte y amarte todos los días de nuestra vida'. En aquel momento, los esposos no saben qué sucederá, no saben cuáles son las alegrías y las tristezas que les esperan. Parten, como Abrahan; se ponen juntos en camino. Esto es el matrimonio, partir y caminar juntos, de manos dadas, entregándose en la mano grande del Señor. Mano en la mano por toda la vida y sin hacer caso de esta cultura de lo provisorio que nos corta la vida a pedazos.
Con esta confianza en la fidelidad de Dios, todo se enfrenta, sin miedo, con responsabilidad. Los esposos cristianos no son ingenuos, conocen los problemas y los peligros de la vida. Pero no tienen miedo de asumir la propia responsabilidad, delante de Dios y de la sociedad. Sin huir ni aislarse, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo hijos.
Pero hoy, santo padre, es difícil. ¡Seguro que es difícil! ¡Por eso, es necesaria la gracia del sacramento! ¡Los sacramentos no sirven para decorar la vida; ¡que lindo matrimonio, que linda la ceremonia, que linda la fiesta! Eso no es la gracia del sacramento, eso es una decoración y la gracia no es para decorar la vida pero para hacernos fuertes en la vida, para hacernos corajosos y poder ir adelante! Sin aislarse, siempre juntos.
Los cristianos se casan sacramentalmente, porque son conscientes que necesitan el sacramento. Necesitan a este para vivir unidos entre sí y cumplir la misión de padres. 'En la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad'. Así dicen los esposos en el matrimonio y rezan juntos y con la comunidad, ¿por qué? Solamente porque es costumbre hacerlo así? No, lo hacen, porque les sirve para el largo viaje que deben hacer juntos, no a tramos, necesitan de la ayuda de Jesús, para caminar juntos con confianza, para acogerse uno al otro cada día y perdonarse cada día.
Y esto es importante en las familias, saber perdonarse, porque todos nosotros tenemos defectos, todos y a veces hacemos cosas que no son buenas y le hacen mal a los otros. Tener el coraje de pedir perdón en familia cuando nos equivocamos. Hace pocas semanas atrás recordé en esta plaza que para llevar adelante una familia es necesario usar tres palabras, quiero repetirlo, tres palabras: permiso, gracias y perdón. Tres palabras claves.
Pidamos permiso para no ser invasores. En familia: ¿Puedo hacer esto, te gusta que haga esto? El leguaje del permiso. Demos gracias, gracias por el amor, pero dime tú, cuántas veces al día le dices gracias a tu mujer o a tu marido? Cuántos días pasan sin decir esta palabra: gracias.
Y todos nos equivocamos, y a veces alguno se ofende en la familia, o en el matrimonio. A veces, digo, vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, pero escuchen este consejo: no terminen la jornada sin hacer la paz, cada día. Disculpa y se recomienza. Permiso, gracias, perdón. ¿Lo decimos juntos?: Permiso, gracias, disculpa, usemos estas tres palabras en familia, perdonarse cada día.
En la vida, la familia experimenta muchos momentos hermosos: el descanso, la comida juntos, el paseo hasta al parque o por los campos, la visita a los abuelos, o a una persona enferma... Pero, si falta el amor, faltará la alegría, faltará la fiesta. Porque el amor nos lo da siempre Jesús: él es la fuente inagotable y se da a nosotros en la Eucaristía. Allí en el sacramento, Jesús nos da su palabra y el pan de la vida, para que nuestra alegría sea completa.
Y para concluir, está aquí delante de nosotros, este ícono de la presentación de Jesús en el templo. Es un ícono verdaderamente bello e importante. Contemplémoslo y dejémonos ayudar por esta imagen. Como todos ustedes, también los protagonistas de la escena tienen su camino: María y José se pusieron en camino, yendo como peregrinos a Jerusalén, obedeciendo a la ley del Señor; y también el viejo Simeon y la profetisa Ana, también ella muy anciana, van al templo impelidos por el Espíritu Santo. La escena nos muestra este entrecruzarse de tres generaciones: el entrelazarse de tres generaciones,
Simeon toma en los brazos al niño Jesús, en quien reconoce al Mesías, y Ana es representada en el gesto de alabar a Dios y anunciar la salvación a quien esperaba la redención de Israel. Estos dos ancianos representan la fe como memoria.
Y les pregunto: ¿Ustedes escuchan a los abuelos?, ¿le abren el corazón a la memoria que nos dan los abuelos? Los abuelos son la sabiduría de la familia, la sabiduría de un pueblo, y un pueblo que no escucha a los abuelos es un pueblo que muere. Hay que scuchar a los abuelos.
María y José son la familia santificada por la presencia de Jesús que es el cumplimiento de todas las promesas. Cada familia, como la de Nazaret está insertada en la historia de un pueblo y no puede existir sin las generaciones anteriores. Y por ello tenemos aquí a los abuelos, los abuelos, y los niños. Los niños aprenden de los abuelos y de las generaciones anteriores.
Queridas familias, también ustedes son parte del pueblo de Dios. Caminen felices, juntamente con este pueblo. Permanezcan siempre unidas a Jesús y llévenlo a todos con vuestro testimonio. Gracias por haber venido. Juntos, hagamos nuestras estas palabras de san Pedro, que nos dan fuerza y continuarán a darnos fuerza en los momentos difíciles: '¿Señor, de quién iremos? ¡Tú tienes palabras de vida eterna!'. ¡Con la gracia de Cristo, vivan la alegría de la fe! ¡El Señor les bendiga y María, nuestra Madre, les proteja y acompañe!
Papa Francisco

viernes, octubre 25

Para mis queridos amigos de Soledad Mariana


¿Se acuerdan que un 17 de agosto les pedí oraciones por una nieta mía que se había accidentado gravemente?
Pues bien, gracias a tantas oraciones pidiendo por su salud, el Señor que es rico en misericordia, se acordó de Teresita y la curó.
Y ahora soy yo la que no pide, sino agradece.

Queridos todos:
¡Muchas gracias por ser tan generosos y rezar por alguien que no conocían! ¡Muchas gracias por ayudarnos en el dolor de la familia y a ella, mi nieta, ayudarla con la oración!
¡Muchas gracias por estar atentos a los demás!
¡Muchas gracias por el ejemplo que me han dado de amistad, solidaridad, lealtad, generosidad y constancia!

No duden queridos amigos que en estos meses yo he cambiado, y son todos ustedes los que me han ayudado a crecer en aceptación,  amor y agradecimiento.

Teresita está próxima a ser dada de alta, camina normalmente, y ha vuelto a sonreír a la vida.

Les envío a cada uno de ustedes, a los que conozco y a los que no, mi agradecimiento,  que se convierte en oración por todos.

Los abraza en el Señor Jesús y a través de nuestra madre María.
¡Gracias otra vez!

Marcela Despontin de Romat
24 octubre 2013

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.