Cuando el dia "común" se convierte en "fiesta"

¡Buen día!

Puedo "parecer" insistente, pero una vez más nos reunimos y otra vez les quiero compartir la alegría del encuentro en México. Esta vez fue con el grupo San José que se reúne en el Monasterio todos los meses.

Tratamos de sacarnos una foto cuando estuvieran todos, pero aún faltan algunos

La convocatoria fue para el sábado pasado a las diez de la mañana asique a las 10.30 hs., después de los saludos y bienvenidas especiales (vinieron otra vez desde Irapuato, que es una ciudad que queda a tres horas en auto, ¡¡¡María Elena, Maribel y Lucha!!!), nos sentamos a seguir trabajando el “autoconocimiento”. 

Antes de comenzar la oración, Rodolfo dijo unas lindísimas palabras acerca de Rosita y testimonió lo que todos sabíamos pero necesitábamos decir en alta voz: -¡Rosita! Sos un ejemplo y sabemos que al adelantarte a todos nos llevas en tu corazón y seguirás pidiéndole al Señor por nosotros, así como nosotros te llevamos en el nuestro. Pasamos el video de Rosita para recordarla y la verdad es que fue un momento muy emotivo y lleno de amor.

Marisela mientras nos guiaba en la oración

Después Marisela que preparó la oración, nos guió en una oración abreviada tomando la lectura de San Pablo del domingo. ¡Increible! mientras trabajamos el autoconocimiento, San Pablo nos dice: "...os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador" ...y sin buscarlo. Lo cierto es que fue una oración muy linda y muy lindo también que podamos turnarnos para guiar el tiempo de oración.

Algunos estaban muy atentos 

Y ahora sí, comenzamos con la "formación" que fue muuuuy rica pues el Bernardo se dedicó, con la ayuda de Gracielita (tiene dieciocho años y fue la “voluntaria elegida”), a intentar bajar… concretar… ayudarnos a comprender mejor lo que se había trabajado en el encuentro de mayo y en las reuniones siguiente. Y sobre todo para ayudarnos en esta tarea del autoconocimiento. Comprender y saber acerca de nuestras capacidades del alma... ayuda mucho.

Ninguno se perdía palabra de lo que se iba diciendo

Siempre dice ¡Presente!

Una vez finalizada esta parte y después de una pausa para distendernos y compartir un café, tomó nuestra Oración de la Alianza y la fue explicando y compartiendo con todos.

Una verdadera gracia de María que nuevamente se hizo presente de esta forma.  

Y finalmente cantamos a la Virgen, rezamos todos juntos la oración de la Alianza y luego la fiesta de la comunidad reunida y unida.

Somos familia, hijos y hermanos

¡No se imaginan! Como ya les conté… fue de “traje”… (lo que en Argentina decimos: “a la canasta”, aunque en Región Centro ya lo hemos adoptado), quiere decir: “traje bebidas, traje sándwiches… traje lo que sea” ¿No les parece simpatiquísimo? Pues, como les decía, no se imaginan lo que fue el “traje”, fue de boda... Basta con mirar el "pastel" que trajeron de Irapuato.

No crean que Bernardo se quedó con las ganas de probarlo

No soy "quién" para decirlo, pero me atrevo a sentenciar: si bien México es un pueblo extraordinario, mucho más extraordinario es nuestra ¡¡Comunidad mexicana de Soledad Mariana!! Alegres… simpáticos… con un corazón grande como su Nación y una generosidad que no puede dejar de traslucir que es “hija” de nuestra Madrecita Guadalupana. Ese mismo corazón con el que nos La donaron para toda América.

El hijo de Rosario que nos hizo pensar mucho acerca de Dios

Lucha, Lupita y More y algunos detrás disfrutando del momento de distención

Mientras Bernardo dormía a Alexandra. Nuestro querido Miguel lo ayudó.

Marisela y Claudia se acercaron a robarle la bebita

Bernardo con Micaelina y su bebita, su hija Graciela y su prima Janete

Así es que continuó la fiesta entre mesa y mesa y de silla en silla. Había tanta variedad y para todos los gustos. Corundas (especie de “polenta” que se envuelve en la hoja del maíz y es deliciosa… arroz chino… tacos, pasta, mole, salsa (picante y no picante para los argentinos que somos más aburridos para comer que chupar un clavo), en fin, de todo. 

Marisela y Paula. Dos amigas entrañables

Y para rematar, Marisela cumplía ayer su séptima década… pues a cantarle las mañanitas y a soplar las velas aprovechando el “pastel” (acá la “torta” es un sándwich) que había hecho y traído María Elena desde Irapuato. Todo se puso en la mesa y sobraron… no creo que “12” como en la multiplicación de los panes, pero sí estuvo cerca.

Aunque no todo es jarana... también nos tocó limpiar lo que habíamos usado, antes de dar por terminada la reunión. Pero... cuando nos dimos cuenta ya habían lavado todo Guille, María Elena, Lucía y Lupita. Calladitas, calladitas dejaron todo impecable.

Guille y María Elena. ¡qué pocos platos! uf!!

Lucía y Lupita. Todas sonriendo a pesar de los 60 platos!!

Eran las cuatro de la tarde cuando quedamos los que no nos íbamos. De mi parte una vez más quedó resonando y “redoblando” mi corazón por tanto cariño y sobre todo tanta Gracia y por poder participar de esta familia mexicana, donde todo es Don. Era un día común... pero Mexico lo convirtió en fiesta.

Siempre en Ella, presente y activa, para llevarnos a Jesús y por Él, en el Espíritu, al Padre. 

¡Que crezca nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad! Caminando, paso a paso, junto a todo el Movimiento Soledad Mariana. Para eso estamos... en eso estamos.

¡Gracias! México por tanto, ¡Gracias! Señor por mucho más.
malena