Gracias al generoso envío de Bernardo, podemos compartir su "esquema" para la homilía de la Eucaristía del Jueves Santo.
Triduo Pascual
1. Introducción
-Por consiguiente, la Pascua cristiana consiste esencialmente
en una celebración de tres días, que comprende las partes obscuras y
las facetas luminosas del misterio de nuestra salvación.
-En el tríptico pascual cada uno de los tres cuadros
manifiestan una parte de la escena, cada uno por sí mismo es incompleto,
debe verse en relación con los otros.
Los tres juntos revelan plenamente el misterio.
-Si quisiéramos ponerle un nombre a cada uno de estos tres días,
ellos podrían ser: amor, muerte, vida.
El amor es el mensaje del Jueves Santo; la muerte, el del
Viernes Santo, y la vida caracteriza al Domingo de Pascua.
2. Cuerpo
-Todos y cada uno de
nosotros podríamos preguntarnos qué tenemos que ver, en nuestra vida
cotidiana, con el amar del Jueves, el morir del Viernes y el resucitar
del Domingo. Nuestras respuestas nos
permitirán comprender en hondura el crescendo de la Semana Santa
y el sentido de nuestra historia de salvación.
2.1. Amar
-Dios Amor nos ha creado a
su imagen, es decir: para amar.
Cuando amamos y somos amados somos felices, caso contrario nos
invade la tristeza y la depresión.
-Jesús nos ama abnegada y
gratuitamente, es decir: olvidándose de sí mismo y sin esperar
recompensa.
-Para nosotros resulta imposible,
sin su ayuda, amar así.
-Muchas veces nos cerramos
a su ayuda y, en consecuencia, no amamos; pero no siempre es así.
-Cuando amamos podemos comprender
y vivir en toda su hondura el misterio oculto en el Jueves Santo.
2.2. Morir
-Nada más seguro que
la muerte, y nada más incierto que la hora y las circunstancias, el
cuándo y el cómo.
-Nada más insensato que
olvidarse del hecho (vamos a morir) y perder tiempo especulando sobre el
cómo y el cuándo.
-Con la muerte concluyen nuestras
relaciones sensibles con los demás, esas relaciones que dan testimonio de que
estamos vivos.
-No es fácil morir, y
el bien morir implica un largo aprendizaje.
-El Viernes Santo es
la mejor escuela para aprender el arte del buen morir, arte que siempre
va acompañado por el arte del bien vivir.
2.3. Resucitar
-La última palabra no
la tenemos nosotros, la tiene Dios: Por eso, la muerte tampoco la tiene,
sino que la tiene la vida, la felicidad y la resurrección.
-El triunfo de Jesús
es también nuestro, sólo se nos pide creer y esperar.
-Cuando creemos no
estamos solos, cuando esperamos nos trascendemos.
-El Domingo de Pascua,
en el que celebramos la Resurrección del Señor, es el fundamento de
nuestra fe y el anticipo de lo que esperamos.
3. Conclusión
-Que la Virgen María, Asunta
y Gloriosa en el cielo, nos ayude a amar, morir y vivir en su Hijo
Jesucristo, Señor nuestro. Amén.
Bernardo, 2 de abril de 2015
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