Querida Familia de Soledad Mariana
Hace unos días comencé a recibir nuevamente este boletín, con gran alegría, por que hacía tiempo que no estaba comunicada con ustedes.
Cada tanto pensaba mucho en Felicitas.....fuimos compañeras de colegio y nos reencontramos hace algunos años, 6 ó 7, compartimos intensamente algunos días, incluso tuve el gusto de estar en un retiro organizado por el Movimiento. ¡todo una inmensa Gracia de Dios!
Pero no sabía del agravamiento de su enfermedad...por lo que su partida me toma por sorpresa.
A todo lo que he leído sobre su persona adhiero profundamente y no podría agregar más.
Lo que sí destaco son sus propias palabras que reflejan la sencillez de un alma totalmente entregada, totalmente confiada, totalmente humana e iluminada por la fe.
Me uno a todos y cada uno de ustedes, me alegro con el fin de un sufrimiento y gozo con la alegría de la Pascua que Feli merecía tan bien!!
Un abrazo fraterno,
Kitty Palma de Terán
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