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martes, marzo 19

Vigilia de Oración en la Catedral Metropolitana




TWITTER @PONTIFEX_ES

Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí. Papa Francisco.



LAS PRIMERAS PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO AL PUEBLO ARGENTINO

Hoy a las 3.30 el Papa Francisco sorprendió a las miles de personas que participaban de la vigilia frente a la Catedral Metropolitana llamando desde El Vaticano. La Plaza se regocijó de alegría y emoción al escuchar su voz:

“Hola. Gracias por estar rezando. Gracias por las oraciones, las necesito mucho. Gracias por haberse reunido a rezar. ¡Es tan lindo rezar! Porque es mirar hacia el cielo, mirar a nuestro corazón y saber que tenemos un Padre Bueno, que es Dios. Gracias por eso. 
Les quiero pedir un favor: caminemos todos juntos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes, no se hagan daño; cuídense! Cuiden la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden los niños, cuiden a los viejos. Que no haya odio, que no haya peleas. Dejen de lado la envidia y no le saquen el cuero a nadie; dialoguen, vayan creciendo en el corazón y acérquense a Dios.
Dios es bueno, Dios siempre perdona. Dios es Padre…  acérquense siempre a Él. Que la Madre los bendiga mucho y por favor, no se olviden de este obispo, que aunque está lejos, los quiere mucho: recen por mí. 
Por la intercesión de Santa María, siempre Virgen y del ángel guardián de cada uno, el glorioso patriarca San José, de Santa Teresita del Niño Jesús y los santos protectores de ustedes, que los bendiga Dios Todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”

Lo miró con misericordia y lo eligió:


El Escudo Pontificio con la devoción a la Virgen Santísima y a San José


2013-03-18 Radio Vaticana
(RV).- El escudo del pontificado de Francisco es el mismo que tenía como arzobispo, manteniendo además el lema “Miserando atque eligendo” Lo miró con misericordia y lo eligió. Así lo informó esta tarde en conferencia de prensa en el Vaticano el padre Federico Lombardi, portavoz de Su Santidad.

El Escudo
En los trazos esenciales el Papa Francisco decidió conservar el mismo emblema que mantuvo desde su consagración episcopal, particularmente caracterizado por la sencillez.
El escudo azul aparece coronado por los símbolos de la dignidad pontificia iguales a aquellos elegidos por su predecesor Benedicto XVI, a saber: la mitra colocada al centro y en alto con las llaves entrecruzadas, una representada con el color del oro y la otra con el de la plata, unidas (en la parte baja de la imagen) por un lazo rojo. En alto, aparece el emblema de la orden religiosa de proveniencia del Papa, la Compañía de Jesús: un sol radiante con, al centro y letras rojas, la inscripción IHS, el monograma de Cristo. Sobre la letra H se apoya la cruz, en punta, con los tres clavos en negro colocados a la base. 
En la parte inferior se percibe la estrella y la flor de nardo. La estrella, siguiendo la antigua tradición heráldica, simboliza a la Santísima Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia; mientras la flor de nardo evoca la figura de San José, el patrono de la Iglesia universal. En efecto, en la tradición iconográfica hispánica San José aparece representado con un ramo de flor de nardo en la mano. Al colocar en su escudo estas imágenes, el Papa ha querido expresar su propia y particular devoción hacia la Virgen Santísima y San José.
El Lema
El lema del Santo Padre Francisco está tomado de las Homilías de San Beda el Venerable sacerdote (Hom. 21; CCL 122, 149-151), quien, comentando el episodio evangélico de la vocación de San Mateo, escribe "Vidit ergo lesus publicanum et quia miserando atque eligendo vidit, ait illi Sequere me", que evoca el siguiente pasaje: «Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, "Sígueme", que quiere decir: "Imítame". Le dijo "Sígueme", más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él y anduvo». 
La homilía de San Beda el Venerable, presbítero es un homenaje a la misericordia divina y aparece reproducida en la Liturgia de las Horas en la fiesta de San Mateo que además reviste un significado particular en la vida y en el itinerario espiritual del Papa. En la fiesta de San Mateo del año 1953, el joven Jorge Mario Bergoglio experimentó –a la edad de 17 años- en un modo del todo particular, la presencia amorosa de Dios en su vida. Después y tras una confesión, se sintió tocado en el corazón y advirtió que sobre sí mismo descendía la misericordia de Dios, quien con mirada de tierno amor, lo llamaba a la vida religiosa, siguiendo el ejemplo de San Ignacio de Loyola. 
Una vez elegido Obispo, S. E. Mons. Bergoglio, en recuerdo de este particular momento de su vida que lo marcó profundamente desde los inicios de su total consagración a Dios en Su Iglesia, decidió elegir, como lema y programa de vida, la expresión de San Beda “miserando atque eligendo” "Lo miró con misericordia y lo eligió", que ha querido reproducir también el propio escudo pontificio.

PLJR - @pjuregui – Radio Vaticano

lunes, marzo 18

¡Nunca nos cansemos de pedirle perdon al Señor!




Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, Francisco


2013-03-17 Radio Vaticana
(RV).- El Papa Francisco en su primer Ángelus ante más de 150 mil fieles ha dicho que Dios "jamás se cansa de perdonar a los hombres" y que si Dios no perdonara, el mundo "no existiría". Desde la ventana de su apartamento, el pontífice agregó que son los hombres los que se cansan de pedir el perdón a Dios. El santo Padre subrayó la misericordia de Dios, y la "paciencia" de Dios con los hombres y afirmó que "un poco de misericordia cambia el mundo, lo hace menos frío y más justo".
(audio) Hermanos y hermanas, ¡Buenos días!,
Después del primer encuentro del pasado miércoles, hoy puedo de nuevo dirigirles mi saludo a todos ustedes. Y soy feliz de hacerlo el domingo, en el día del Señor. Esto es hermoso e importante para nosotros cristianos, encontrarnos el domingo: saludarnos, hablarnos como ahora aquí en la plaza. Una plaza que gracias a los medios de información tiene la dimensión del mundo.
Este quinto domingo de Cuaresma, el Evangelio presenta el episodio de la mujer adúltera que Jesús salva de la condena a muerte. Sorprende la postura de Jesús. No oímos palabras de desprecio, ni oímos palabras de condena, solo palabras de amor, de misericordia, que invitan a la conversión.
“Tampoco yo te condeno. Ve, y de ahora en adelante, no peques más”.

"Pues bien, hermanos y hermanas, el rostro de Dios es el de un Padre misericordioso, que siempre tiene paciencia. ¿Han pensado ustedes en la paciencia de Dios, la paciencia que tiene con cada uno de nosotros? Esa, es pues su misericordia. Siempre tiene paciencia: tiene paciencia con nosotros, nos comprende, nos espera, nunca se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él con un corazón contrito. 
"Grande es la misericordia del Señor", dice el salmo. En estos días, he podido leer un libro de un cardenal -el Cardenal Kasper, un teólogo inteligente, ¿eh?, un buen teólogo- sobre la misericordia. Y me ha hecho mucho bien, este libro, pero no crean que hago publicidad de los libros de mis cardenales, ¿eh? No, no es así! Pero debo decir que me ha hecho mucho bien...
El cardenal Kasper dice que sentir la misericordia, escuchar esta palabra hace cambiar todo. Es los mejor que nosotros podemos sentir: cambia el mundo. Un poco de misericordia hace que el mundo sea menos frío y más justo. Tenemos necesidad de entender bien esta misericordia de Dios, este Padre misericordioso, que tiene tanta paciencia...Recordemos al profeta Isaías, que dice que aunque nuestros pecados fueran de color rojo escarlata, el amor de Dios los haría de color blanco como la nieve. ¡Es hermoso, eso de la misericordia! 
Recuerdo, que cuando apenas fui nombrado obispo, en 1992, llegó a Buenos Aires Nuestra Señora de Fátima y se hizo una gran misa para los enfermos. Yo fui a confesar durante la Misa. Y casi al final de la misa me levanté porque tenía que administrar una confirmación. Vino hacia mí una mujer anciana, humilde, de más de 80 años. La miré y le dije: "Abuela - porque nosotros decimos así a las personas mayores: Abuela – usted quiere confesarse?". "Sí", dijo. "Pero si usted no ha pecado...". Y ella me dijo: "Todos tenemos pecados...". "Pero tal vez el Señor no los perdonará...". "El Señor perdona todo", me dijo, segura. "¿Y usted cómo lo sabe, señora?". "Si el Señor no perdonara todo, el mundo no existiría." Sentí ganas de preguntarle: "Dígame, señora, ¿usted estudió en la Gregoriana?", porque esa es la sabiduría del Espíritu Santo: la sabiduría interior a la misericordia de Dios. No debemos olvidar esta palabra: ¡Dios nunca se cansa de perdonarnos, nunca!
Padre, “¿cuál es el problema?". Bueno, el problema es que nos cansamos, no queremos, nos cansamos de pedir perdón. Él nunca se cansa de perdonar, pero nosotros a veces nos cansamos de pedir perdón. No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca! Él es un Padre amoroso que perdona siempre, que tiene un corazón de misericordia para todos nosotros. Y también nosotros aprendamos a ser misericordiosos con todos. Invoquemos la intercesión de la Virgen que ha tenido entre sus brazos la Misericordia de Dios hecha hombre.
Y después de la oración mariana del Ángelus el Papa Francisco ha dirigido un cordial saludo a todos los peregrinos reunidos en la plaza de san Pedro: unas 150 mil personas según cálculos de la Oficina de prensa de la Santa Sede. 
(audio)  Dirijo un cordial saludo a todos los peregrinos: gracias por su acogida y por sus oraciones. Les pido que recen por mí. Renuevo mi abrazo a los fieles de Roma y lo extiendo a todos ustedes, y lo extiendo a todos ustedes que han venido de varias partes de Italia y del mundo, así como todos aquellos que se unen a nosotros a través de los medios de comunicación. Elegí el nombre del santo patrono de Italia, San Francisco de Asís, y esto refuerza mi conexión espiritual con esta tierra, donde - como ustedes saben - tiene el origen mi familia. Pero Jesús nos ha llamado a ser parte de una nueva familia: su iglesia, en esta familia de Dios, para caminar juntos por el camino del Evangelio. Que el Señor los bendiga, la Virgen les proteja. No olviden de esto: el Señor no se cansa de perdonar! Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón. ¡Buen domingo y un buen almuerzo!

Entrevista de EWTN al Cardenal Bergoglio, hoy S.S. FRANCISCO


Francisco con los periodistas

¿Por qué la elección de su nombre FRANCISCO?

Bendición en Español



viernes, marzo 15

El Papa Francisco reclama ´no caer´ en el pesimismo


El Pontífice insta a los cardenales a encontrar todos los días la valentía de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra - "Nuestra misión es llevar a Jesús al hombre y conducir al hombre al encuentro de Jesús", ha dicho

El Papa Francisco
15-03-2013




EFE/ROMA El Papa Francisco exhortó hoy en su encuentro con los cardenales a "no caer" en el pesimismo y encontrar todos los días la valentía de llevar el Evangelio a todos los rincones de la tierra.
"Nuestra misión es llevar a Jesús al hombre y conducir al hombre al encuentro de Jesús, realmente presente en la Iglesia. Jamás cedamos al pesimismo, a esa amargura que el diablo nos ofrece cada día. No hay espacio para el pesimismo o el desaliento", dijo el papa ante los 114 cardenales electores y numerosos octogenarios a los que recibió en la sala Clementina del Vaticano.
El Papa Bergoglio añadió: "El Espíritu Santo nos da la valentía para perseverar en nuevos métodos de evangelización para llevar el Evangelio a todos los confines del mundo".
Francisco también expresó su voluntad de servir al Evangelio "con renovado amor y ayudando a la Iglesia a transformarse más en Cristo y con Cristo".
El obispo de Roma, que estuvo a punto de caer, al tropezar cuando se dirigía a saludar al decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, aseguró que la realidad cristiana es "atractiva y persuasiva" y subrayó que Cristo es el "único salvador de todos los hombres".
"Este anuncio es válido tanto ahora como lo fue al comienzo del cristianismo, cuando la primera expansión", destacó.
Mirando a los cardenales, Francisco dijo que "más de la mitad de nosotros" somos ancianos, pero la vejez es la sede de la sabiduría de la vida". "Donemos esta sabiduría a los jóvenes, como el buen vino, que con la edad mejora", agregó. El Papa aseguró que la vez es tiempo de la tranquilidad y la plegaria.
Dos días después de ser elegido, el Pontífice dijo a los cardenales: "somos hermanos, sois los sacerdotes del Santo Padre, vivamos esta comunidad, la amistad de la cercanía nos hará bien a todos".
Francisco reiteró la necesidad de la unidad en la Iglesia y expresó su emoción por el recibimiento que le ofrecieron los fieles cuando apareció por primera vez en el balcón de la basílica de San Pedro.
También tuvo palabras para Benedicto XVI, "mi venerado predecesor", subrayó, del que dijo "ha enriquecido la Iglesia con su magisterio de fe, humildad y docilidad".
"Su magisterio permanecerá como un patrimonio espiritual para todos. El ministerio petrino vivido con total dedicación, ha tenido en él un intérprete paciente y humilde", agregó Francisco. El obispo de Roma destacó asimismo el "gesto valiente y humilde" de Benedicto XVI, en referencia a su renuncia.
Francisco fue acogido con un gran aplauso por los cardenales. Portaba la cruz pectoral que siempre ha llevado, plateada, y no la tradicional de oro de los papas, y zapatos negros. Saludó uno a uno a todos los purpurados, en un ambiente de risas y alegría, como una reunión entre amigos.

jueves, marzo 14

1ra. Homilía de S.S. Francisco

¡Si no confesamos a Cristo... la cosa no va!





VATICANO, 14 Mar. 13 / 12:29 pm (ACI/EWTN Noticias).- Al presidir la Misa de Acción de Gracias por su elección como nuevo Pontífice ante todos los cardenales electores, el Papa Francisco pronunció su primera homilía y les explicó que "sino confesamos a Jesucristo, la cosa no va. Nos convertiremos en una ONG que da pena pero no en la Iglesia, esposa del Señor".
Desde la Capilla Sixtina, donde ayer fue elegido como el Pontífice número 266 de la Iglesia Católica, el Papa Francisco reflexionó sobre las lecturas de la liturgia de hoy y dijo con claridad, citando al converso Leon Bloy, que "quien no predica al Señor predica al Diablo".
El Santo Padre, en una breve homilía espontánea que duró aproximadamente 7 minutos, señaló que "podemos caminar lo que queramos, podemos edificar muchas cosas, pero sino confesamos a Jesucristo, la cosa no va. Nos convertiremos en una ONG que da pena, pero no en la Iglesia, esposa del Señor".
"Cuando no se camina, uno se detiene. Cuándo no se edifica sobre piedras, ¿qué cosa sucede? Sucede lo que sucede a los niños en la playa cuando hacen castillos de arena, todo se cae y no hay consistencia".
El Papa, relacionando las tres lecturas de hoy, dijo que lo que las une "es el movimiento. En la primera lectura el movimiento es el camino, en la segunda lectura, el movimiento es la edificación de la Iglesia, en la tercera, el Evangelio, el movimiento está en la confesión. Caminar, edificar, confesar".
"Nuestra vida es un camino. Cuando nos detenemos, la cosa no va. Caminar siempre, en presencia del Señor, en la luz del Señor, buscando vivir de modo irreprensible que Dios pide a Abraham en su promesa".
Sobre la acción de edificar, el Papa dijo que al hablar sobre "edificar la Iglesia se habla de piedras: las piedras tienen consistencia, pero son piedras vivas, unidas por el Espíritu Santo. Edificar la Iglesia, la Esposa de Cristo, sobre esta piedra angular que es el mismo Señor".
El Santo Padre alentó entonces a "caminar, edificar-construir, confesar. Pero la cosa no es tan fácil, porque al caminar, al construir, al confesar en estos tiempos tan agitados, hay movimientos que no son propiamente movimientos del camino: son movimientos que nos tiran hacia atrás".
El Papa Francisco dijo además que "cuando caminamos sin la Cruz, cuando edificamos sin la Cruz y cuando confesamos a un Cristo sin Cruz, no somos discípulos del Señor, somos mundanos: somos obispos, sacerdotes, cardenales, papas, pero no discípulos del Señor".
"Quisiera que todos, luego de estos días de gracia, tengamos el coraje de caminar en presencia del Señor, con la Cruz del Señor, de edificar a la Iglesia sobre la sangre del Señor, que está sobre la Cruz, y de confesar la única gloria, Cristo crucificado. Y así la Iglesia irá adelante", subrayó.
Al concluir, hizo votos para que "el Espíritu Santo, la oración de la Virgen, nuestra Madre, nos conceda esta gracia: caminar, edificar, confesar a Jesucristo crucificado. Así sea".

Camino a Santa María la Maggiore


Ultima carta del Card. Bergoglio a sus Parrocos.


Semana Santa 2013
Pascua es Cristo Vivo


A los párrocos y responsables de comunidades educativas:

Hace años que todos trabajamos por lograr que la iglesia esté en la calle tratando que se manifieste más la presencia de Jesús vivo. Es el esfuerzo de vivir aquello que rezamos tantas veces en la Misa “que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación1 En mayor o menor medida  muchas comunidades aceptaron ese desafío. Aparecida confirmó el camino y nos mostró que, para que no sea un chispazo, necesitábamos una conversión pastoral. La necesitamos continuamente porque muchas veces tenemos  la tentación de volver a las cebollitas de Egipto. Todos sabemos que la realidad de nuestras parroquias resulta acotada en relación a la cantidad de personas que hay y a las que no llegamos. La Iglesia que nos llama constantemente a una nueva evangelización nos pide  poner gestos concretos que manifiesten la unción que hemos recibido. La permanencia en la unción se define en el caminar y en el hacer. Un hacer  que no sólo son hechos sino un estilo que busca y desea poder participar del estilo de Jesús. El “hacerse todo a todos para ganar a algunos para Cristo” va por este lado.2

Salir, compartir y anunciar, sin lugar a dudas, exigen una ascesis de renuncia que es parte de la conversión pastoral. El miedo o el cansancio nos pueden jugar una mala pasada llevándonos a que nos quedemos con lo ya conocido que no ofrece dificultades, nos da una escenografía  parcial de la realidad y nos deja tranquilos. Otras veces podemos caer en el encierro perfeccionista que nos aísla de los otros con excusas tales como: “Tengo mucho trabajo”, “no tengo gente”, “si hacemos esto o aquello ¿quién hace las cosas de la parroquia?”,  etc. 

Igual que en el año 2000 quisiera decirles: Los tiempos nos urgen. No tenemos derecho a quedarnos acariciándonos el alma. A quedarnos encerrados en nuestra cosita... chiquitita. No tenemos derecho a estar tranquilos y a querernos a nosotros mismos…Tenemos que salir a hablarle a esta gente de la ciudad a quien vimos en los balcones. Tenemos que salir de nuestra cáscara y decirles que Jesús vive, y que Jesús vive para él, para ella, y decírselo con alegría... aunque uno a veces parezca un poco loco.
Cuántos viejitos están con la vida aburrida, que no les alcanza, a veces, el dinero ni para comprar remedios. A cuántos nenes les están metiendo en la cabeza ideas que nosotros recogemos como gran novedad, cuando hace diez años las tiraron a la basura en Europa y en los Estados Unidos, y nosotros se las damos como gran progreso educativo.
Cuántos jóvenes pasan sus vidas aturdiéndose desde las drogas y el ruido, porque no tienen un sentido, porque nadie les contó que había algo grande. Cuántos nostálgicos, también los hay en nuestra ciudad, que necesitan un mostrador de estaño para ir saboreando grapa tras grapa y así ir olvidando.
Cuánta gente buena pero vanidosa que vive de la apariencia, y corre el peligro de caer en la soberbia y en el orgullo.
¿Y nosotros nos vamos a quedar en casa? ¿Nos vamos a quedar en la parroquia, encerrados? ¿Nos vamos a quedar en el chimenterío parroquial, o del colegio, en las internas eclesiales? ¡Cuando toda esta gente nos está esperando! ¡La gente de nuestra ciudad! Una ciudad que tiene reservas religiosas, que tiene reservas culturales, una ciudad preciosa, hermosa, pero que está muy tentada por Satanás. No podemos quedarnos nosotros solos, no podemos quedarnos aislados en la parroquia y en el colegio.3

La Semana Santa se nos presenta como una nueva oportunidad para desinstalar un modelo cerrado de experiencia evangelizadora que se reduce a “más de lo mismo” para instalar la Iglesia que es de “puertas abiertas” no porque sólo las abre para recibir sino que las tiene abiertas para salir y celebrar, ayudando a aquellos que no se acercan.

Con estos pensamientos miro la próxima celebración de Ramos, es la fiesta del andar de Jesús en medio de su pueblo siendo bendición para todos los que se encontraban a su paso. Les ruego que no privaticemos la fiesta que es para todos y no para algunos. La Arquidiócesis ha hecho la opción de celebrarla. misioneramente el sábado por la tarde desde las columnas y puestos misioneros en las distintas Vicarías. Sin embargo la adhesión es todavía muy pobre. Por eso les pido a los Párrocos y a los responsables de los Colegios que convoquen y movilicen sus comunidades para ese momento fuerte de fe y anuncio con la certeza de que la vida de nuestros fieles se renueva cuando experimentan la belleza y alegría de acercarse a los hermanos para compartir la fe: "es imposible que un hombre haya acogido la Palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da testimonio y anuncia". 4

Les agradezco desde ya todo lo que hagan en este sentido.

Con paternal afecto 

Card. Jorge Mario Bergoglio s.j.
25 de febrero de 2013.


1. P. E. V c 
2. Misa Crismal 2012
3. EAC 2000
4. Evangelii nuntiandi 24

Pedido del Santo Padre FRANCISCO


Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.