¡Bendito el que viene
En la bajada de Jerusalén, en el camino de Emaús, muestran su total incomprensión… y desazón…: “Nosotros esperábamos, pero…” Solo en el com-partir final podrán reconocerlo y descubrirlo, ya ¡haciendo el camino con ellos!
En el medio quedaba la pascua del recuerdo ¡y ahora habían descubierto la Pascua de Jesús! Aquella Pascua se actualizaba en Jesús y ¡los involucraba!: “¿No ardía nuestro corazón cuando nos explicaba las escrituras…?”
Es cierto: la salvación viene de Dios, viene de afuera del hombre, pero no queda fuera del hombre, lo involucra. Desde la Encarnación de Dios y la Redención ya consumada, su camino es nuestro camino y el Domingo de Ramos solo se entiende desde el de Resurrección, pasando por el Viernes Santo.
Cristo, el hombre universal, el Hijo del Padre, la idea que Dios Padre tiene de la naturaleza humana, nos participa de su condición divina en el Bautismo y se nos da en la Eucaristía para transformarnos en hostias vivas al servicio de todos… No llega a la sociedad y a la comunidad sino a través de cada uno y, cada cuaresma, nos prepara para que siguiendo los pasos de Jesús, nos encaminemos a nuestra propia Pascua y, sacrificando nuestro ego en el altar de la Reconciliación, renazcamos a la comunión de los santos, para Gloria de Dios.
¡Feliz y consciente semana!
Cuaresma 2009 - General Belgrano