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miércoles, marzo 25

Solemnidad de la Anunciación.


Aniversario Sacerdotal 
de 
Martín y Fernando

Queridos hermanos...

En este tiempo de "Cuaresma Universal", como dice Bernardo, estamos invitados a movernos y a viajar hacia nuestro interior... son tiempos que podemos ver como oportunidad para esforzarnos y  ejercitar en los ejes de este trienio de ascesis personalizante. A vez, son tiempos que nos invitan a "ser nosotros", conscientes de que nos salvamos comunitariamente.

Son tiempos para dialogar íntimamente con el Verbo Revelado viviendo en el abajamiento que reconoce siempre y en todo el Señorío de Jesús en nuestras vidas y en el mundo entero.

En Soledad Mariana estamos en una etapa de renovación, en la que deseamos volver una y otra vez al carisma original creativamente...

Que el Espíritu inspire herramientas y propuestas para acompañarnos y acompañar a otros, creciendo en el Amor y en el ser familia; hijos y hermanos. Pongamos (como se viene haciendo) al servicio de todos lo que somos, marianos y contemplativos, siendo parteros de Esperanza porque sabemos que "Todo Terminará Bien".

Damos gracias en este día muy especialmente por Martín y Fernando... porque son testimonio de escucha del anuncio del Señor y de Fiat... porque testimonian la encarnación de Jesús para darlo a luz entre nosotros... somos bendecidos por tenerlos eternamente.

En un año Mariano, los invito a unir nuestros corazones muy espacialmente, a darnos las manos y al unísono rezar...

Nos entregamos y ponemos en tus manos. Confiamos en tu protección materna y nos consagramos en Alianza Eterna

Los abrazo con mucho cariño y están cada uno muy presentes... 

Killy Romero


martes, marzo 24

Para meditar..., de P. Bernardo Olivera


PARA PONER EN OBRA EN TIEMPOS DE PANDEMIA



Como simple ser humano, racional y afectivo:
1)   Obedecer las leyes promulgadas por el gobierno a fin de evitar contagios y la propagación de la pandemia;
2)   Tomar mayor consciencia de la solidaridad entre todos los seres humanos, tanto en las buenas cuanto en las malas;
3)   Crecer en mutua y recíproca responsabilidad;
4)   Aprovechar la parálisis que reina en el mundo, como una gran "cuaresma universal" para guardar silencio y soledad en beneficio del conocimiento propio y ajeno.

Como creyente en Jesucristo, por don y gracia:
1)   Reconocer que Dios es Dios;
2)   Recordar que la justicia divina premia al humilde y castiga al soberbio;
3)   Afirmar que la rica misericordia de Dios en Cristo supera la justicia (para Dios, ser Justo es ser Misericordioso);
4)   Testimoniar que Cristo Crucificado carga sobre sí mismo todos los pecados y males del mundo, él sufre con nosotros;
5)   Humillarme ante el Creador y Dador de todos los bienes;
6)   Mendigar con mi oración el perdón y el favor del Señor en beneficio de todos;
7)   Dar lugar a la esperanza teologal y realista: a Dios orando y con el mazo dando, ¡todo terminará bien!

Bernardo, 24 de Marzo 2020

sábado, marzo 14

Unidos a Francisco

Cada noche, antes de comer y al bendecir la mesa...
¿nos unimos a la oración de Francisco?


“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe.
Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.
Amén


¡No olvidemos que la oración de la Iglesia es 
la oración de Jesús al Padre!

miércoles, marzo 11

INVITACIÓN para todos...


PUERTAS ABIERTAS
2020


El próximo jueves 12 de marzo a las 17 hs., comienza un nuevo año del grupo de oración  "Puertas Abiertas". 

Volveremos a reunirnos en la Sede, como el año pasado, los segundos y cuartos jueves de cada mes, a partir de las 17 hs.
Están convocados, además de los miembros de Soledad Mariana, todos los que deseen venir, aunque no sean miembros del Movimiento. 

La idea básica es ir orando y compartiendo la espiritualidad mariana y contemplativa que nos ha regalado nuestro fundador, el Padre Bernardo Olivera. 

En cada una de las reuniones, vamos a rezar, partiendo de las ejercicios espirituales para la vida cotidiana de Soledad Mariana, empezando por la primera ejercitación y continuando en orden, una por una, con las otras que le siguen. Este año repetiremos el Primer Ciclo, o sea las 12 primeras ejercitaciones.


¡LOS ESPERAMOS!



martes, marzo 10

ECOS DE LA MISIÓN EN EL SUR ARGENTINO (II)


De María Nougués, SM Bs. As. Centro

“Permanecemos en Jesús Vertiente de Vida” nuestro lema en esta misión enero 2020

Los tres pilares de nuestra misión para mí son
       La Comunidad, que es Jesús y María de San José en medio, es en cada encuentro-reencuentro un remanso y envío.
       La Oración, laudes y lectio de la mañana, adoración Eucarística, oración personal y comunitaria.
       La Salida, visita-encuentro, casi sacramental con los hermanos del lugar.
Atravesando estos pilares fluye la vida de unos con otros, visitantes y visitados. Entrelazándonos en las conversaciones, afirmándonos en la relación amistad-fraternidad, dejando el signo en cada visita y que este año fue el gesto de la semilla para cuidarla y ayudarla a crecer, así como el amor de Dios, que está latiendo en cada uno para crecer y hacerlo vida creciente entre todos.

Cada día de la misión tiene su propio desafío, lo trabajado durante el año en las reuniones no fue en vano, estando en el lugar, están nuestras manos y el corazón con todo lo deseado y proyectado, son nuestro barro amasado para ofrecer.

Doy gracias a Dios por todo lo que pudimos ofrecer, estar y también recibir. Pensaba en elegir algún momento en particular para compartirles, y no puedo elegir ninguno, todos son particulares, ¡todos son delicadísimos regalos para el corazón!
Esta vez, fuimos una comunidad misionera pequeña, igualmente, sabiéndonos acompañados por la oración de todos, pudimos responder paso a paso, a las exigencias que se nos venían, más todas las sorpresas que siempre se presentan.
Me nace esta vez agradecer de todo corazón a la comunidad que me es la “fuente-fuego” de este envío misionero. Agradezco mucho al Mono su entrega decidida, paciente y humilde para todos los momentos, a Pancha su incondicional servicio e incansable para todos los menesteres comunitarios, a Adrián su presencia, cariñosa, atenta y toda disponible siempre, a Alejandro su apertura y generosa docilidad a la novedad misionera (siendo que esta fue su primera estadía misionera), a Tere nuestra buenísima coordinadora, que fue guiando los pasos de cada día con alegría y confiada simplicidad, logrando así que pudiéramos cumplir y llegar hasta hacer visitas que no habíamos alcanzado todavía.  Y sé que me quedo corta en todo lo que digo, fuimos comunidad misionera de corazón, ¡muchas gracias hermanos misioneros!

Y sobre esta misión enero 2020 en particular podría decir muchísimo, pero por no ser larguera y confiando que se enterarán por las otras compartidas.  Deseo centrarme solamente en lo que fue pasando por mi corazón en esos días.
Todos los misioneros nos entregamos libremente de corazón a poner de cada uno lo mejor a cada día teniendo, a la vez, muy presente y vivo en nuestro interior, el proceso de la enfermedad de nuestro queridísimo hermano, sacerdote y también misionero, Fernando Gil. Lo nombramos todos los días en nuestra oración, y lo fuimos llevando en el corazón en todos los diferentes momentos.


Ese viernes, encontrados con trabajo de tijera y cartulina en las manos, a las cinco de la tarde, vimos el mensaje en el celular de la noticia de la pascua de Fernando. Al recibirla, se hizo un elocuente y profundo silencio entre nosotros, nuestro querido Fernando, que tantas veces había estado presente en esa mesa donde estábamos encontrados, ya había llegado a la meta del Cielo. Significativamente apareció Gladys, una señora con quien hemos compartido mucho, al enterarse, nos saludó uno por uno y luego como una más de la comunidad, “se quedó entre nosotros” alrededor de la mesa. Al rato, continuamos en las tareas que andábamos preparando. Gladys, cariñosamente estuvo acompañando nuestro sentir, así, estando y hasta el final del día sumándose a las actividades en capilla etc. ¡Fue un gesto delicadísimo de ella e invalorable!
El clima de la preparación de cosas en que estábamos era para la boda que se haría al día siguiente. Significativo, nuestro hermano mayor Fernando entró a la felicidad de sus bodas eternas con Dios Padre, y desde allí, nos acompañó en este casamiento de Vero y Cristian. La celebración fue presidida por el padre obispo Chaparro, quien con profundo afecto lo nombró a Fernando en la misa de esponsales celebrada, en entrañable comunión con el gozo nupcial de Fernando y la alegría de los novios de Río Villegas, pusimos todo de  nuestra parte para aportarle el salero musical con energía y entusiasmo.
La misión esta vez fue especialmente una Boda. El paraje estuvo de fiesta con este lindísimo casamiento preparado con profundísimo deseo departe de los novios, participamos, colaboramos y compartimos la inmensa alegría de esta familia, que decidió llenarse de la gracia sacramental del matrimonio junto a la presencia de sus tres hijas y familiares todos. Fue un gran signo este casamiento para el lugar, los frutos sabemos que vendrán.


Termino con el corazón muy agradecido a Dios por esta misión y todo lo vivido en ella que han sido muchas cosas de aprendizaje y más conversión, todas lindísimas, pero esta vez por encima de todo le Agradezco a Dios la Comunidad Misionera que es el “fuego-fuente” de este envío a Río Villegas y que desea “Permanecer en Jesús Vertiente de Vida”

María Nougués

 

jueves, marzo 5

Permanecemos en Jesús, Vertiente de Vida: ECOS DE LA MISIÓN


De Martín Cecchi


Río Villegas – Misión Enero 2020                                                                                                                            
                                Estos días siempre, quedo sorprendido, lleno de GRACIA.
La gente del paraje, a veces es una visita, otras es un abrazo, una palabra, una mirada, una conversación, un encuentro, un gesto, siempre, es el dedo de Jesús que me dice ¡¡ QUIERO ¡!
Los misioneros, cada misión es, descubrir una nueva GRACIA, en cada uno de ellos. Esta vez fueron ellos los que, levantaron el techo y me bajaron con cuerdas hasta Jesús, fueron un sostén en todo momento, gracias María, Pancha, Tere, Alejandro y Adrián.
El ingrediente de DIOS, fue la Pascua de Fernando, algo que no me alcanzan las palabras para expresar, su, PRESENCIA en la misión. Gracias Fernando.                                                                                                                                           



  Mono Cecchi      


 De Pancha Schoeffer

   ¿Qué pasó en mí después de la Misión?
Antes de ir me preguntaba ¿qué me movía a ir? y ¿qué creía que iba a encontrar? Mi respuesta fue: a Jesús, Vertiente de Vida.
Hoy, después de un descanso, puedo decir que encontré a mis amigos que reflejan VIDA CRISTIANA, con muchas ganas de transmitir todo lo que ellos viven cotidianamente. Fue un momento especial por la partida de Fernando, y todos en Río Villegas se unieron y acompañaron nuestro sentir.
Gracias.
Pancha. 

                             

miércoles, febrero 26

Miércoles de Ceniza: Mensaje del Papa para la Cuaresma 2020


"En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios" 
(2 Co 5,20)

Queridos hermanos y hermanas:
El Señor nos vuelve a conceder este año un tiempo propicio para prepararnos a celebrar con el corazón renovado el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de la vida cristiana personal y comunitaria.
Debemos volver continuamente a este Misterio, con la mente y con el corazón. De hecho, este Misterio no deja de crecer en nosotros en la medida en que nos dejamos involucrar por su dinamismo espiritual y lo abrazamos, respondiendo de modo libre y generoso.
1. El Misterio pascual, fundamento de la conversión
La alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma. En este se resume el Misterio de un amor «tan real, tan verdadero, tan concreto, que nos ofrece una relación llena de diálogo sincero y fecundo» (Exhort. ap. Christus vivit, 117).
Quien cree en este anuncio rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia (cf. Jn 10,10).
En cambio, si preferimos escuchar la voz persuasiva del «padre de la mentira» (cf. Jn 8,45) corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, como lamentablemente nos testimonian muchos hechos dramáticos de la experiencia humana personal y colectiva.
Por eso, en esta Cuaresma 2020 quisiera dirigir a todos y cada uno de los cristianos lo que ya escribí a los jóvenes en la Exhortación apostólica Christus vivit: «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez.
Y cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por ella. Así podrás renacer, una y otra vez» (n. 123).
La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren.
2. Urgencia de conversión
Es saludable contemplar más a fondo el Misterio pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. La experiencia de la misericordia, efectivamente, es posible sólo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí» (Ga 2,20). Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo.
Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal. Más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene. De hecho, el cristiano reza con la conciencia de ser amado sin merecerlo. La oración puede asumir formas distintas, pero lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros, hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón, para convertirlo cada vez más al Señor y a su voluntad.
Así pues, en este tiempo favorable, dejémonos guiar como Israel en el desierto (cf. Os 2,16), a fin de poder escuchar finalmente la voz de nuestro Esposo, para que resuene en nosotros con mayor profundidad y disponibilidad.
Cuanto más nos dejemos fascinar por su Palabra, más lograremos experimentar su misericordia gratuita hacia nosotros. No dejemos pasar en vano este tiempo de gracia, con la ilusión presuntuosa de que somos nosotros los que decidimos el tiempo y el modo de nuestra conversión a Él.
3. La apasionada voluntad de Dios de dialogar con sus hijos
El hecho de que el Señor nos ofrezca una vez más un tiempo favorable para nuestra conversión nunca debemos darlo por supuesto. Esta nueva oportunidad debería suscitar en nosotros un sentido de reconocimiento y sacudir nuestra modorra.
A pesar de la presencia —a veces dramática— del mal en nuestra vida, al igual que en la vida de la Iglesia y del mundo, este espacio que se nos ofrece para un cambio de rumbo manifiesta la voluntad tenaz de Dios de no interrumpir el diálogo de salvación con nosotros.
En Jesús crucificado, a quien «Dios hizo pecado en favor nuestro» (2 Co 5,21), ha llegado esta voluntad hasta el punto de hacer recaer sobre su Hijo todos nuestros pecados, hasta “poner a Dios contra Dios”, como dijo el papa Benedicto XVI (cf. Enc. Deus caritas est, 12). En efecto, Dios ama también a sus enemigos (cf. Mt 5,43-48).
El diálogo que Dios quiere entablar con todo hombre, mediante el Misterio pascual de su Hijo, no es como el que se atribuye a los atenienses, los cuales «no se ocupaban en otra cosa que en decir o en oír la última novedad» (Hch 17,21).
Este tipo de charlatanería, dictado por una curiosidad vacía y superficial, caracteriza la mundanidad de todos los tiempos, y en nuestros días puede insinuarse también en un uso engañoso de los medios de comunicación.
4. Una riqueza para compartir, no para acumular sólo para sí mismo
Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría.
Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo.
Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio egoísmo. Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía.
Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que la actual. Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. Pío XI, Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas
Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre la próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos ser lo que Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-14).
Francisco
Roma, en San Juan de Letrán, el 7 de octubre de 2019
Nuestra Señora del Rosario

PUERTAS ABIERTAS


Mañana, jueves 27 de febrero a las 17 hs., nos reuniremos una vez mas, con el grupo de oración "Puertas Abiertas" en la Sede del Movimiento Soledad Mariana.
Los esperamos a TODOS los que quieran venir a conocer, meditar, rezar y compartir los temas que constituyen nuestra espiritualidad.

¡¡LOS ESPERAMOS!!


lunes, febrero 24

Pasar "raspando" no es vivir en plenitud...






Homilía del P. Bernardo Olivera del domingo 23 de febrero de 2020. (Lectura del día: Mt. 5,38-48)



martes, febrero 11

Viviendo a Fernando...

Queridos amigos y amigas:
Fernando ya está en el Cielo. Y ahora lo vivimos de una manera totalmente nueva. Es como siempre, y al mismo tiempo nueva.
Quiero contarles una anécdota.
Una de las veces que fui a visitarlo a Salto, cuando estaba enfermo, salí a caminar un rato. Y caminando se me ocurrió agarrar una piedrita de la vereda. Siempre que voy a algún lugar de viaje, me gusta traerme una piedrita de recuerdo. Cuando recogí esta piedrita me di cuenta que estaba partida por la mitad, en realidad era media piedrita. Inmediatamente comprendí algo en mi corazón. Esa mitad era Fernando, y la mitad que faltaba era yo. Estaba así presente nuestra comunidad sacerdotal. Todo lo que estaba viviendo Fernando, en cierto sentido me pertenecía, siempre fuimos uno en esta comunidad sacerdotal, que llamamos “San José”.
Unos días después, caminando nuevamente por Salto, me dije, voy a recoger otra piedrita, así me la llevo también de recuerdo. Y al recogerla, me di cuenta que era nuevamente media piedrita. ¡Esto me confirmaba lo vivido con la primera que había recogido!
Ahora Fernando está en el Cielo, y en este sentido que les cuento, siento que la mitad de mí está allá.
Esto es una fuerza interior muy grande. El me ayuda a peregrinar hacia la eternidad.


Hace poco más de un mes, celebramos con Fernando, los 40 años de nuestra Alianza con Dios en María. Esta Alianza la hicimos el 19 de diciembre de 1979, en una Misa muy sencilla celebrada por Monseñor Laguna. Allí hicimos para siempre, nuestros votos de obediencia, pobreza y castidad.
Este aniversario fue un día de Fiesta.
Hoy, Fernando, vive la plenitud en el Cielo. Y él se acuerda de cada uno y una de nosotros. El intercede constantemente ante el Señor.
Esta es nuestra paz, este nuestro gozo.
Somos Familia, hijos y hermanos. Somos peregrinos caminando hacia la Plenitud.
Con un abrazo grande,
Martín.
Ituzaingó, 9 de febrero de 2020.

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.