El Señor nos sigue reuniendo

Queridos hermanos:

Este viernes pasado, por la tarde, un grupito nos reunimos en Irapuato, en la casa de María Elena Chávez, para hacer oración, Esta vez nos pusimos a meditar, pensar, rezar el misterio de la Santísima Trinidad. Nuestro Dios trinitario que nos participa su vida y nos invita a sumergirnos dentro de su dinámica de Amor para que nosotros podamos amar aunque sea limitadamente cómo Él mismo Ama. ¡Qué inabarcable! ¡qué perplejidad ante tan grande misterio!

Estamos trabajando el autoconocimiento  y bajo el lema de "conocerMe para conocerlo" vimos que también el "conocerLo" nos puede ayudar a conocernos y así poder caminar en verdad. Desde esta perspectiva nos adentramos en el tema y en todos los casos, lo que íbamos trabajando nos llevó a reconocer la gratuidad del Amor de Dios y todo lo que podríamos hacer si tomáramos conciencia de nuestra misión y de lo que Nuestro Señor quiere hacer con nosotros.

Un rato de oración bien intenso y profundo que nos hizo más hermanos e hijos… Todos salimos enriquecidas por la propia oración y también por el compartir del otro. Todo fue riqueza y fruto espiritual.

Y ayer, por la mañana temprano, partimos con María Elena a la casa de Raquel Cardona en La Piedad (a una hora y media de Irapuato) para llegar al "encuentro" mensual del Grupo de Irapuato-La Piedad. Con ellos estamos ejercitándonos con la carta "AUTOCONOCIMIENTO" sumándonos así a la invitación de Killy de tomar este eje como central para este año 2019.

Como introducción-inspiración la primera parte de la reunión tomamos ASCESIS y rezamos los pasajes de la Biblia que nos hablan de este "hábito" (a ganar) y de la necesidad de conquistarlo. Vimos clarito cuanto nos ayudaría a poder trabajar la carta que tenemos entre manos.

¡No es fácil! Pero contamos con el Espíritu Santo que viene e inhabita en nosotros para que lo difícil se convierta en "posible". Solo tenemos que poner de nuestra parte para que el Señor pueda hacer lo suyo con nosotros.

Y luego pasamos a trabajar la ejercitación, más precisamente el punto B: Reacciones defensivas…  ¡qué bueno poder compartir! ¡qué gran riqueza es tener una comunidad orante y poder compartir todo lo que va saliendo de nuestro trabajo personal! Entre todos fuimos pasando y repasando cada párrafo y lo desgranamos hasta que todos pudiéramos decir que lo entendíamos. Luego, un rato de reflexión personal con cada uno para poder ver de qué manera nos sentíamos identificados con alguno (o todos) de ellos o qué actitudes nos parecía que respondían más a estas reacciones que a una respuesta consciente, libre y madura ante la realidad… pudimos compartir y cotejar entre nosotros.

Y para terminarla una oración final… espontánea, de acción de gracias, de petición, de agradecimiento, de alabanza… todo lo que nos fuera soplando el Espíritu.

 ¿Qué más podíamos pedir? ¡Nada! Sin embargo nuestras hermanas de La Piedad tenían preparado una comida que pudimos disfrutar y aprovechar para charlar distendidamente. ¡Todo Regalo de Dios!

Y Ella siempre ahí, silenciosa y presente, nos acompañó en cada encuentro y a cada momento… con su mirada, su manto, su corazón abierto…

¡Gracias Señor! Todo lo que podamos decir es poco… pero vos conoces todo lo que tenemos en nuestro corazón para ti… Tu lo sabes todo y puedes escucharnos sin que hablemos. ¡Gracias!

y Gracias a todos nuestros hermanos de México que con gran corazón nos reúnen. Conociéndolos es fácil comprender la predilección de nuestra Madre por ellos.

Que sea Ella también la que nos haga "uno".

Malena