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sábado, septiembre 24

NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES (9)

DÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES


ORACIÓN INICIAL

     Santísima Virgen de la Merced, Madre nuestra y modelo de los que sufren  persecución o dolor por amor y fidelidad a la Iglesia, escucha nuestros humildes ruegos. Te pedimos por la Santa Iglesia, por el Papa Francisco, por nuestros hermanos necesitados de ayuda y consuelo. Sobre todo por aquellos que sufren enfermedad y persecución, que experimenten el consuelo que reservas a quienes perseveran fieles a las enseñanzas de tu hijo Jesucristo.
En este Año de la Misericordia, danos María, ganar un corazón amoroso y generoso para saber perdonar y para trabajar con firmeza y constancia en la construcción de una comunidad renovada en la que vivamos con alegría el servicio mutuo aprendiendo cada día más a amar como Jesús nos amó.
Modelo nuestro, queremos amar a Jesús como vos lo amas.

NUESTRA SEÑORA DE LA ALIANZA

       Dando otro paso adelante, decimos: la soledad y la solidaridad de María confluyen en una única y doble realidad: la alianza con Dios y con los hombres.
       Gran razón tenían nuestros Obispos, reunidos años atrás en Puebla cuando hablando de María, nos decían: “Toda de Cristo y con Él, toda servidora de los hombres” (294). No en vano ella es la más perfecta discípula de Aquel que “aparece actuando en la historia de la mano de su Padre” (276). En consecuencia, los ciudadanos del Pueblo de Dios “deben caminar por la tierra, pero como ciudadanos del cielo, con su corazón enraizado en Dios, mediante la oración y la contemplación. Actitud que no significa fuga frente a lo terreno, sino condición para una entrega fecunda a los hombres. Porque quien no haya aprendido a adorar la voluntad del Padre en el silencio de la oración, difícilmente logrará hacerlo cuando su condición de hermano le exija renunica, dolor, humillación” (251).
       En fin, si aceptamos a María como cautivante modelo, ella nos hará participar de su gracia. Podremos así ver y unirnos a Dios con los ojos de María, latiendo con su corazón, obrando con sus manos y testimoniándolo con su vida.
       La soledad y solidaridad de María es una total apertura al poder del Padre, a fin de que se haga carne en el Hijo y salvador de los hombres, por quien todos somos uno en el amor del Espíritu.
Soledad Mariana – Solidaridad Mariana (B.Olivera. en Siguiendo a Jesús en María)

            Nuestra Señora de la Alianza nos abre caminos de alegría y esperanza. No precisamente de alegrías fáciles o esperanzas superficiales y pasajeras. Sino de alegrías y esperanzas que nacen de la cruz y echan raíces hondas de caridad auténtica y duradera. María nos enseñará a amar con sinceridad, a rezar de veras, a sufrir con serenidad, a servir con alegría, a esperar contra toda esperanza.
            La "gran aliada" con su Pascua  –su Gloriosa Asunción a los cielos- nos hace participar en su dicha de glorificación y nos hace sentirla muy profundamente como “signo de esperanza segura y de consuelo”. Nuestra Señora de la Alianza nos introduce en el misterio pascual de Jesús, nos hace vivir  con intensidad su hora, que es la nuestra, nos enseña a saborear la cruz y a gustar la alegría del Espíritu.
            Nuestra Señora de la Alianza –al introducirnos profundamente en el misterio pascual de su Hijo- nos hace sustancialmente pobres y felices, serenos y fuertes, alegres y llenos de esperanza. Contemplar a nuestra Señora de la Pascua es meternos en su corazón fiel para gritar: “Salve, oh cruz, nuestra única esperanza”. A partir de allí el Espíritu pone en nuestros labios: “Resucitó Cristo, mi esperanza”. (Card. Pironio)
            La Resurrección de Cristo es nuestra alegría y nuestra esperanza. Alegría y esperanza que vemos realizada en maría asunta a los cielos. Alegría y esperanza que queremos festejar con Nuestra Madre de la Merced, para cuya fiesta nos hemos preparado a lo largo de estos días. Sí, festejemos con alegría y esperanza a nuestra Madre porque ella se hace presente entre nosotros para consolarnos para liberarnos, para fortalecer nuestra fe. Para hacernos contemplativos y solidarios.

PAUTAS PARA LA REFLEXIÓN


            ¿Qué es lo que más te llamó la atención en la reflexión de hoy? ¿Por qué maría asunta a los cielos es signo de nuestra esperanza cierta? ¿Cómo nos sentimos después de haber rezado esta novena? ¿cómo festejamos la fiesta de María de las Mercedes?

Presentamos nuestra petición personal y rezamos tres Ave Marías

ORACIÓN FINAL

"Acuérdate, piadosísima Virgen María, que jamás se oyó decir, que ninguno de los que han acudido a tu presencia, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, ha sido abandonado de vos.
Animados por esta confianza, a vos también acudimos Oh ¡Virgen, Madre de las vírgenes! y aún gimiendo por el peso de nuestros pecados, nos animamos a comparecer ante tu presencia soberana. Oh. Madre de Dios, no deseches nuestras súplicas sino más bien escúchalas y acógelas favorablemente, por Jesucristo Nuestro Señor. Amen." 

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Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.