Queridos todos: a fin de año falleció Selecio Rodríguez Estévez. Para nosotros el querido Toto. Hace ya unos años que estaba recluido por una enfermedad mental. Y Marta había partido unos meses antes luego de una enfermedad muy corta.
A ambos los conocimos al final de los ochenta, cuando llegaron a Soledad Mariana luego de un largo camino por la Iglesia. Toto nos recordaba sus años de actividad apostólica en la Marina, luego cursillos, Movimiento Familiar Cristiano y Schoenstatt.
Me pedía que al fallecer dijera estas palabras, lo que significó en su vida Soledad Mariana. Al final llegué a casa, nos decía. Ponderaba la espiritualidad, a Bernardo, a Martin, las idas compartidas con nosotros a la Trapa, su escuela del centro … no dejaba de ponderar la acogida en cada oportunidad que se encontraba con personas del movimiento…las llamadas oportunas de Teresa o Marcela u otras que antes de las reuniones lo llamaban para recordar o lo visitaban si había faltado.
Hablo más de Toto en S.M. , ya que Marta compartía más en el centro de espiritualidad Santa María donde era un verdadero baluarte. Los que lo tratamos nos conmovía su sensibilidad y compromiso. Su ser Iglesia. Un hombre de Dios.
Con este recuerdo hoy los despedimos, dando gracias a Dios por su presencia entre nosotros, testigos de fe, fidelidad y entusiasmo.
Abrazo grande Marcelo y Bea
3 comentarios:
El tan querido y recordado Toto! hombre buscador inquieto de Dios, humilde, alegre y tan sencillo.
Querido Toto: encontrarse con vos era cercanía con el Evangelio.
Ya pasaste a la tan deseada eternidad del Gozo, donde estarás feliz con Marta, compartiendo risas con Feli y tantos más amigos tuyos en Dios.
Te imagino verdaderamente Feliz en las Manos de tu y también nuestra Amada Madre del Cielo.
Gracias por tu testimonio de persona orante y apasionado por el todo Dios.
Gracias porque ahora sé que ya, estás intercediendo por nosotros tus amigos y hermanos en Soledad Mariana.
Te abrazo en mi plegaria y ¡GRACIAS por tu Vida!
María Nougues
Cuántos años y cuánto compartir con Toto y con Marta. Lo último que supe de ellos fue la pena que tenía Marta de tenerlo que internar a Toto.
Qué lindo lo que cuentan de él, queridos Bea y Marcelo. Me uno a la oración de ustedes y de todos los que los conocieron, rezando para que los dos estén gozando de la Presencia de Dios.
Un fuerte abrazo!!!!!
Tal cual lo que dice maría sobre Toto: un hombre bueno, sincero y sensible, modesto, un auténtico cristiano, el Evangelio viviente, como bien comenta María.
Fuimos compañeros en el grupo Pascua y también en la Escuela Juan Bernarndino por muchísimos años. Sus testimonios y compartidas eran desde una conmovedora profundidad espiritual.
No lo olvidaremos nunca en Soledad Mariana...
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