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miércoles, julio 22

COMO MARÍA VENGAN A MI Y ALÉGRENSE EN EL ENCUENTRO

Sábado 18 de julio

Queridos todos en SM


Conversando con Mercedes Sarmiento, me invitó a compartir algo que me surgió ayer en misa (compartida con Fernando Gil) y hoy en la oración de la mañana.


Hoy está comenzando la “Misión de invierno de Río Villegas”.  El lema es “Como María, Vengan a Mí y alégrense en el Encuentro”.


Este año fueron: Graciela Cañas (de Azul), Tere Paez (de Neuquén) y María Nougués. Pero toda la comunidad misionera nos unimos a esta misión con la INTERCESIÓN.  Y como no somos una “comunidad en el aire” sino en una Gran Familia: Soledad Mariana. Es por eso que los invito a sumarse…


Qué lindo poder encontrarnos y misionar desde la intercesión!!!  Habrá encuentros con mujeres y los jóvenes, visitas a las casas, y celebración de la Palabra cada día. Como hacemos cada misión el día comienza con la oración de la mañana. Salmos y la Palabra del día rumiada y orada.


Rumiar la Palabra y rezar cada rostro, cada encuentro, la lluvia, el frío, los abrazos, los mates y las tortafritas, en fin rumiar la Vida compartida.


“Pensando” en Graciela, Tere y María, en la comunidad de Villegas, en nuestra comunidad, en lo que venimos rezando....en SM y este tiempo de discernimiento, también en nuestro amigo “formador” de este año: San Pablo, me vienen al corazón dos párrafos de la Evangelii Gaudium, de Papa Francisco:

La fuerza misionera de la intercesión
281. Hay una forma de oración que nos estimula particularmente a la entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los demás: es la intercesión. Miremos por un momento el interior de un gran evangelizador como san Pablo, para percibir cómo era su oración. Esa oración estaba llena de seres humanos: «En todas mis oraciones siempre pido con alegría por todos ustedes [...] porque los llevo dentro de mi corazón» (Flp 1,4.7). Así descubrimos que interceder no nos aparta de la verdadera contemplación, porque la contemplación que deja fuera a los demás es un engaño.
 282. Esta actitud se convierte también en agradecimiento a Dios por los demás: «Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes» (Rm 1,8). Es un agradecimiento constante: «Doy gracias a Dios sin cesar por todos ustedes a causa de la gracia de Dios que les ha sido otorgada en Cristo Jesús» (1 Co 1,4); «Doy gracias a mi Dios todas las veces que me acuerdo de ustedes» (Flp 1,3). No es una mirada incrédula, negativa y desesperanzada, sino una mirada espiritual, de profunda fe, que reconoce lo que Dios mismo hace en ellos. Al mismo tiempo, es la gratitud que brota de un corazón verdaderamente atento a los demás. De esa forma, cuando un evangelizador sale de la oración, el corazón se le ha vuelto más generoso, se ha liberado de la conciencia aislada y está deseoso de hacer el bien y de compartir la vida con los demás.

Adrián Gauna




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Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.