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domingo, abril 20

¡Felices Pascuas de Resurrección!


Queridos todos en Soledad Mariana:

¡Les deseo una muy Feliz Pascua de Resurrección!.

Les comparto estas palabras del Papa que me hacen reflexionar sobre mi Galilea y nuestra Galilea como comunidad.

Galilea es el lugar de la primera llamada, donde todo empezó. Volver allí, volver al lugar de la primera llamada. Jesús pasó por la orilla del lago, mientras los pescadores estaban arreglando las redes. Los llamó, y ellos lo dejaron todo y lo siguieron (cf. Mt 4,18-22).

Volver a Galilea quiere decir releer todo a partir de la cruz y de la victoria. Releer todo: la predicación, los milagros, la nueva comunidad, los entusiasmos y las defecciones, hasta la traición; releer todo a partir del final, que es un nuevo comienzo, de este acto supremo de amor. 

También para cada uno de nosotros hay una «Galilea» en el comienzo del camino con Jesús. «Ir a Galilea» tiene un significado lindo, significa para nosotros redescubrir nuestro bautismo como fuente viva, sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana. Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino. Con esta chispa puedo encender el fuego para el hoy, para cada día, y llevar calor y luz a mis hermanos y hermanas. Con esta chispa se enciende una alegría humilde, una alegría que no ofende el dolor y la desesperación, una alegría buena y serena.

En la vida del cristiano, después del bautismo, hay también una «Galilea» más existencial: la experiencia del encuentro personal con Jesucristo, que me ha llamado a seguirlo y participar en su misión. En este sentido, volver a Galilea significa custodiar en el corazón la memoria viva de esta llamada, cuando Jesús pasó por mi camino, me miró con misericordia, me pidió que lo siguiera; recuperar la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los míos, el momento en que me hizo sentir que me amaba.

Hoy, en esta noche, cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿Cuál es mi Galilea? ¿Dónde está mi Galilea? ¿La recuerdo? ¿La he olvidado? He andado por caminos y senderos que me la han hecho olvidar. Señor, ayúdame: dime cuál es mi Galilea; sabes, yo quiero volver allí para encontrarte y dejarme abrazar por tu misericordia.

El evangelio de Pascua es claro: es necesario volver allí, para ver a Jesús resucitado, y convertirse en testigos de su resurrección. No es un volver atrás, no es una nostalgia. Es volver al primer amor, para recibir el fuego que Jesús ha encendido en el mundo, y llevarlo a todos, hasta los confines de la tierra.

Les deseo que la Alegría del Resucitado colme nuestros corazones y nuestras vidas para que podamos ser realmente testigos en la fe,  de su Resurrección.

Un abrazo a cada uno en María de la Pascua

Mercedes Sarmiento

4 comentarios:

María Nougués dijo...

Gracias querida Mercedes y a todos ¡MUY FELICES PASCUAS!, siempre en Ella y san José ¡¡los primeros creyentes en el Resucitado!!
unidos en su gozosa fe, abrazo a cada uno,
maría

Thelma dijo...

Gracias, querida Mercedes, por estas palabras del Papa que me llegan profundamente.
¡Que Jesús Resucitado plenifique nuestras vidas!
Te quiero mucho y te mando un tierno abrazo!!!

Martín Serantes dijo...

Gracias Mer por este mensaje lleno de esperanza que destierra toda nostalgia. Es un volver a las fuentes para recrearnos en su amor.

Pica dijo...

Gracias querida Mercedes!! Muy Feliz Pascua también para vos y Fede y también para todo Soledad Mariana!
Con cariño
pica

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.