¿De qué te preocupas...?
¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?
María Guadalupana,
¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?
María Guadalupana,
la de los ojos contemplativos
y entrañas misioneras,
manos orantes
y pies evangelizadores:
¡enséñanos a vivir
la unidad de tu misterio!
En Dios para los hombres
y con los hombres para Dios.
Cara a cara con Él,
hasta en el codo a codo con ellos.
Virgen Madre de la
Anunciación
Madre Virgen de la
Visitación
escucha nuestro ruego
por Jesucristo, tu Hijo,
nuestro Señor.
P. Bernardo Olivera
1 comentarios:
¡Gracias Preciosa!
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