Juan Pablo II: 35
años del Pontificado que cambió al mundo
Ciudad del Vaticano (AICA): Hoy, 22 de octubre, se celebra la
memoria litúrgica del beato Juan Pablo II. Este año coincide con el 35º
aniversario del inicio de su pontificado que comenzó el domingo 22 de octubre
de 1978 cuando el joven cardenal Wojtyla de 58 años de edad, hasta entonces
arzobispo de Cracovia, proclamó al mundo: “No tengan miedo ¡Abran de par en par
las puertas a Cristo!” e inició su pontificado, que duró 27 años y abrió una
nueva época para la Iglesia
y para el mundo.
Juan Pablo II se convirtió en el 263º
sucesor del apóstol Pedro y en el primer papa polaco que llegaba del Este para
guiar la Iglesia.
El 22 de octubre es la fiesta del
beato Juan Pablo II, como anunció Benedicto XVI, en la solemne celebración en
la que beatificó al papa Karol Josef Wojtyla, el 1 de mayo de 2011, que
coincidía con el Domingo de la Divina Misericordia. Solemnidad establecida en el
2000 por el mismo Juan Pablo II, que luego cerró sus ojos a este mundo en las
vísperas de la misma celebración, en 2005.
La misma solemnidad elegida por el
papa Francisco, para canonizarlo junto con Juan XXIII, el 27 de abril de 2014,
que será precisamente el Domingo dedicado a la Divina Misericordia.
Francisco reza a Juan Pablo II
El papa Francisco, el pasado miércoles
en su audiencia general, recordó que este año se cumple el 35º aniversario de
la elección de Karol Josef Wojtyla como sucesor del Apóstol Pedro:
“Encomiendo a todos los que están presentes
aquí y a sus seres queridos a la celestial intercesión del beato Juan Pablo II,
en el trigésimo quinto aniversario de su elección a la cátedra de Pedro y los
bendigo de corazón ¡Alabado sea Jesucristo!”
Su pontificado fue uno de los más
largos de la historia de la
Iglesia duró casi 27 años. Amplió notablemente el colegio
cardenalicio, creando 231 cardenales -más uno "in pectore", cuyo
nombre no se hizo público antes de su muerte- en 9 consistorios. Uno de los
cardenales creados por Juan Pablo II fue Jorge Mario Bergoglio –hoy papa
Francisco- como anunció en el Ángelus del 21 de enero de 2001, con el nombre de
otros 32 purpurados.
Cuatro años después, el cardenal Jorge
Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Iglesia Argentina ,
celebraba la Misa
en memoria de Juan Pablo II, destacaba la coherencia obediencial y
trascendental de su corazón a la voluntad de Dios.
“Recordamos a un hombre coherente, que
una vez nos dijo que este siglo no necesita de maestros, necesita de testigos,
y el coherente es un testigo. Un hombre que pone su carne en el asador y avala
con su carne y con su vida entera, con su transparencia, aquello que predica”,
decía el cardenal Bergoglio, de Juan Pablo II.
Y añadía: “Este coherente que por pura
coherencia se embarró las manos, nos salvó de una masacre fraticida; este
coherente que gozaba tomando a los chicos en brazos porque creía en la ternura.
Este coherente que más de una vez hizo traer a los hombres de la calle, para
hablarles y darles una nueva condición de vida. Este coherente que cuando se
sintió bien de salud pidió permiso para ir a la cárcel a hablar con el hombre
que había intentado matarlo”.
Es un testigo, dijo el entonces
arzobispo de Buenos Aires y terminó su homilía repitiendo las palabras: «Lo que
necesita este siglo no son maestros, son testigos”.
Las cifras del Papa incansable
Juan Pablo II ejerció su ministerio
petrino con incansable espíritu misionero, movido por la caridad abierta a toda
la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el
interior de este país.
Su amor a los jóvenes le impulsó a
iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19
ediciones de la JMJ
celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de
todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con
los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.
Juan Pablo II promovió el diálogo con
los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en
varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.
Bajo su guía, la Iglesia cruzó el umbral
del tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas
indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio adveniente; y se asomó
después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica
Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el camino del tiempo
futuro.
Con el Año de la Redención , el Año
Mariano y el Año de la
Eucaristía , promovió la renovación espiritual de la Iglesia Realizó
numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos
de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo:
celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51
canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño
Jesús Doctora de la Iglesia.
Juan Pablo II falleció el 2 de abril
de 2005, a
las 21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de
Pascua y domingo de la
Misericordia Divina.
Desde aquella noche hasta el 8 de
abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres
millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24
horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.
El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó
del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de
beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente
el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de
junio de 2005.
1 comentarios:
Juan Pablo II ha sido y es un signo de los tiempos!! mostró al mundo el rostro Misericordioso de Dios con su vida, gestos y palabras. Ahora brilla desde el cielo para todos nosotros. Para mí es sin duda, el santo de nuestro tiempo!!
Publicar un comentario