Este domingo pasado partió hacia Dios Cacho De Marini.
Como contaban sus hijos, se fue con mucha paz.
Lo despedimos e hicimos una oración por él, junto a muchos familiares y amigos, ese mismo domingo a la noche.
El Evangelio del día era Mateo 11, 25-30 y decía "¡Te alabo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a los pequeños!".
Y pienso que eso era Cacho: un pequeño. Era muchas veces como un niño: cuando amaba, cuando se reía, cuando se enojaba ......
Por eso la despedida a Cacho fue llena de cariño y agradecimiento al Señor por su vida. Y era imposible no pensar en Lili en ese momento. El agradecimiento fue por este matrimonio que Dios nos regaló vivir y compartir tantos años en Soledad Mariana. Y seguiremos compartiendo, ahora ellos en el Señor de la Gloria intercediendo por nosostros, y con esa comunión que no tiene ni tiempo ni fronteras.
Un abrazo grande, Martín.
2 comentarios:
Compartimos el dolor por la partida de Cacho.Hace tiempo que no lo veiamos...Los extrañaremos a los dos.
Gracias Adrian por avisarnos por este medio,por tus palabras de despedida y por la hermosa foto de recuerdo:
Alfredo Y Killy
Conocì muy poco a Cacho pero sì la conocè mucho a Lili y ¡cuànto amaba a Cacho! No puedo sino pensar en el gozo grande que deben de tener los dos de estar unidos para siempre, siempre, siempre, en el Señor!!!
Un fuerte abrazo a cada uno de sus hijos.
Publicar un comentario