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miércoles, febrero 2

Mostrar a Cristo; por P. Martín Serantes

Mostrar a Cristo, experimentar a Cristo, enseñar a Cristo.
Estos tres puntos, que se los puede reducir a dos puntos: 1. Mostrar y experimentar, y 2. Enseñar; es lo que pienso necesita la Iglesia hoy en su nueva evangelización. Y lo necesitan de una manera especial los adolescentes y jóvenes de hoy. Los jóvenes de hoy son escépticos a lo heredado por sus padres y abuelos, no creen en esa herencia. Ni siquiera la cuestionan, casi la ignoran, como se dice comúnmente “la matan con la indiferencia”. O sea, hay algo claro: no la tienen en cuenta cuando se trata de planificar sus vidas y felicidad.

También veo la juventud de hoy, que busca con todo su corazón el sentido de la vida, la fraternidad y la unidad. En sus corazones está el hambre de todo ser humano, de todos los tiempos y lugares, hambre de plenitud, de felicidad. Los imagino como un pizarrón grande donde no hay nada escrito y donde la vida va escribiendo. La vida y la experiencia escriben en ellos cosas buenas y malas, confusiones, luces, tantas cosas…

El Señor de la Vida nunca nos abandona. Él dijo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Y si los tiempos son duros su presencia es más fuerte y su auxilio más cierto.

¿Qué hacer alguien que conoce a Cristo Vivo?

¿Cómo hablar de Él a los jóvenes de hoy?

La Iglesia, fiel a su Maestro, busca los medios con todas sus fuerzas.

Está presente en todos nosotros la vida y enseñanza de Juan Pablo II, su sonrisa franca, sus manos tendidas a tantas personas de tantos lugares. Él respondía a esta búsqueda de hoy proponiendo una Nueva Evangelización, nueva en su ardor, métodos y expresión, decía, y él lo vivía en primer lugar, y su espíritu joven comulgaba con los jóvenes de hoy, y se prendía la Palabra, en quienes lo escuchaban, como un fuego.

Esto está presente como guía, como referencia e inspiración a diferentes respuestas.

Como Grupo Animación de Soledad Mariana estamos animando Misas de alabanza y sanación y también grupos de oración. Eso es una experiencia de Cristo, y el Señor manifiesta su presencia y su fecundidad con los muchos frutos que nos muestra. A esta experiencia pienso, tenemos que agregarle la otra mitad: la formación humana y espiritual. Es decir, enseñar a Cristo. Y para ello contamos con la honda riqueza de las ejercitaciones marianas y contemplativas. Ejercitaciones que en sus distintos modos se adaptan también a los jóvenes de hoy para anunciarles y enseñarles quién es Jesús, cuales son sus enseñanzas para la vida y qué significa seguirlo, como lo hicieron sus primeros discípulos a orillas del lago de Galilea.

Hay muchos y riquísimos modos de anunciar y enseñar a Cristo, debemos dejarnos conducir por su Espíritu y por María, y ser muy generosos, porque el hambre de hoy no es solo material sino también espiritual, hay hambre de su Luz, de su Sabiduría, de Él, el Señor de la Vida.


Martín Serantes
24-1-2011

3 comentarios:

Alfredo dijo...

Bueno,muy feliz regreso 2011 a nuestro blog!
Cuando empece a leer las primeras lineas de este articulo pense que lo habia escrito Adrian Gauna.
De paso muy feliz aniversario de tu alianza,Adrian!
Pero luego vi la firma de Martin.
Espero que hayas pasado un buen tiempo de descanso y retiro,Martin.
Por supuesto muy buenas lineas,muy profundas y para releer,rezar,meditar y ponerlas en practica.
Tambien como miembro del grupo Animacion esperamos ansiosamente retomar las actividades,reunines,misas,compartir nuestras vidas en este nuevo carisma que sopla fuerte en el Movimiento.
Tambien esperamos novedades de la mision al Rio Villegas,los seguimos en espiritu y oracion.
En fin muy buen comienzo de año para todos:

Alfredo

Thelma Lastra dijo...

Martín, me encantó tu escrito. ¡Gracias!

Es verdad que el hambre de Dios está en todo ser humano, porque hay hambre de plenitud y felicidad, como vos decís, y sólo Dios la puede dar.

De acuerdo con vos de que los miembros de Soledad Mariana debemos transmitir cada vez más la riqueza de nuestras ejercitaciones, tomando conciencia de que, a través de ellas, María nos presenta a Jesús, nos concede a Jesús y nos va conformando con Él.

Te acompaño con mi oración en este retiro-descanso cada día del mes de Febrero.

Un gran abrazo.

Pedro Nazar dijo...

Querido Martín: muy cierto el "enlace" que hacés entre la misa y los grupos de oración. Y luego con las ejercitaciones.

La alegría contagiosa de una presencia fuerte del Señor en los participantes, conmueve y lleva a Su búsqueda por aquellos que están y se sienten solos. Es que comienzan a percibirlo y quieren más.

Lo natural es empezar con grupos de oración. Y allí es donde las ejercitaciones de oración contemplativa son el sustento capacitador. Este carisma, tan profundo y propio de SM, merece una reflexión personal de nosotros.

Unos cuantos, por diferentes y válidas razones, no disponemos del tiempo y/o de la capacidad para dedicarnos a buscar e interesar a personas que tampoco conocemos ni sabemos donde están.

Sería bueno ver si el grupo Animación nos puede ofrecer una oportunidad concreta. De comenzar acompañando un grupo de oración, y luego seguir ejercitándonos.

Un abrazo grande en nuestra Madre y nos preparamos para la próxima reunión de ejercitadores!
Pedro

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.