esposo de nuestra Madre Virgen, María:
¡dame parte en la intimidad de tu secreto!Silencioso y oyente,
servicial y presente...
El de ojos admirados,
deseos confirmados,
corazón inflamado,
brazos arremangados...
Justo esposo creyente,
fiel padre obediente...
Por la soledad de tus noches
y la solidaridad de tus días:
¡acógenos en María
y nombra a Jesús en mi vida!
P. Bernardo Olivera
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