María Guadalupana,
la de ojos contemplativos y entrañas misioneras,
manos orantes y pies evangelizadores:
¡enséñanos a vivir la unidad de tu misterio!
En Dios para los hombres
y con lo hombres para Dios.
Cara a cada con Él,
hasta en el codo a codo con ellos.
Virgen Madre de la Anunciación
Madre Virgen de la Visitación
escucha nuestro ruego
por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor
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