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sábado, noviembre 15

Carta de la Coordinadora General


Muy queridos todos en Soledad Mariana:
En estas breves líneas quiero manifestar mi gozo y agradecer a todos los que han participado del Encuentro en Azul y también a los que no lo han podido hacer en esta oportunidad, pero que se han hecho presentes de diversas maneras y con seguridad nos han ayudado con su oración cercana.
Agradezco la entrega generosa de todos los que han colaborado en la organización y la abierta disponibilidad para trasladarse a 300 kms de Buenos Aires. ¡Fue maravilloso ver cómo llegaban de todos los puntos cardinales, de varias regiones y también de otros países!
"Peregrinando en busca de nuestras raíces" fue el lema del Encuentro y el día viernes fue vivido así, volviendo a nuestra génesis y al Monasterio Trapense con infinita gratitud. En las vivencias de los primeros miembros del Movimiento pudimos palpar la acogida amorosa que a través del tiempo los monjes trapenses han tenido para con sus huéspedes y especialmente, en este caso con nosotros.
El día sábado, con una charla preparatoria a la visita, iba creciendo así nuestra expectativa y deseo de dar el próximo paso que era viajar al Monasterio: lugar de "presencia santificadora" como dijera el Obispo de Azul en su homilía; "Casa de Dios, Puerta del cielo" como rezaba el salmo 45. Este momento fue vivido por muchos como un conocer a la "familia" de Bernardo y conocer su "casa", entrar en contacto más íntimo con lo que estamos intentando vivir: ser contemplativos en el mundo.
Para la gran mayoría era la primera vez visitaban un Monasterio Trapense. Un dïa brillante de sol y de gozo sobrenatural en el que la Eucaristía concelebrada y vivenciada por muchísimos amigos fue el momento cúlmine de la jornada.
Como broche, el día domingo, recibimos a Bernardo en el Seminario de Azul. Un Bernardo distendido y expansivo que compartió con nosotros sus lecciones aprendidas durante 18 años como Abad General de los Trapenses. Feliz de estar de regreso en su patria y dispuesto a retomar su rutina habitual en el Monasterio, luego de tantos años de ausencia. Entre otras, por ejemplo, la de pelar papas!
Quisiera que todos sepan que nuestro regalo a los monjes ha sido una colaboración para la reconstrucción y refacción de la ermita cercana que utilizan los monjes para hacer retiros y desiertos. ¡Gracias a todos por haber sido tan generosos! Pienso que es un regalo simbólico y de alguna manera, con este gesto, compartimos con ellos ese deseo de vivir la ascesis y el desierto en la soledad y el silencio de la oración contemplativa.
Luego de estos días de cielo que hemos vivido en el Encuentro, donde nos hemos encontrado (valga la redundancia) amorosamente, como hermanos e hijos de un mismo Padre y una misma Madre que nos miman y acarician, podemos afirmar verdaderamente y con gratitud que "Dios espera donde están nuestras raíces".
Con un fuerte abrazo a compartir con todos en María de Guadalupe,

Andrea Beccar Varela
Coordinadora General

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer volvimos del Encuentro en Azul, donde pude compartir con todos la inolvidable visita al Monasterio Trapense y conocer al Padre Bernardo, conocerlo y escucharlo.
Todo el Encuentro fue alimento para mi alma. Me siento feliz de haber participado.
Le doy gracias a Jesus y Maria por haberme acompañado todos los díaz que pasamos juntos.
Queda para mi la vivencia de un encuentro precioso, intenso y renovador.
Un fuerte abrazo a todos.
Leonor

Anónimo dijo...

Gracias de nuevo por el BLOG SM
Aprovecho para felicitar a Leandro y Mariana por mi medio tocayo Francisco Martín, y a Malena por su cumple.
También para decirles que el Encuentro gral. en Azul fue realmente un volver a nuestras fuentes, y esto nos llena de gracia y fortaleza espiritual.
Unidos en Santa María de Guadalupe, Martín.

Anónimo dijo...

Querida familia de Soledad Mariana:
Soy Cacho De Marinis, estuve participando en el aniversario de la Trapa, el pasado fin de semana, y queria agradecerles todo lo que por mi hicieron por los acontecimientos sucedidos en el viaje de ida hacia alla.
Tambien queria agradecer que todos recordaron a mi mujer,Lili, con muchisimo cariño.
Portodo esto y porlo vivido alla les mando un abrazo en Maria, y nuevamente muchas gracias.

Cacho.

Anónimo dijo...

Queridos amigos ;

Ya de vuelta en casa, Gracias a Dios y la virgencita, llegamos bien y sin mayor novedad que el cansancio propio del viaje, solamente quiero saludarlos y darles las gracias por todo lo que cada uno de Uds, hizo para que pudieramos estar allí y compartir tan maravillosa experiencia, el padre Luis esta encantado y todos sus comentarios son solo gracias ; asi que con esta misma palabra GRACIAS les hago llegar una vez mas mi agradecimiento y felicitación por que todo fue un éxito en todo sentido, hasta cualquier momento que el Señor permita volvamos a estar juntos y en cualquiera de nuestros paises los abraza con mucho cariño

Tena

Anónimo dijo...

Estuve en el encuentro en Azul .Creo que sería bueno se repita igual ya que encontré que al alejarnos de la ciudad teníamos una llegada al otro diferente , como mas cercana ,mas comprometida desde un lugar que invita solo a ser comunidad y entonces vivir la comunión de todos los que participaron con una entrega especial.
Gracias por éstos días vividos donde se pudo sentir el amor de Nuestra Madre María tan de cerca.
He vuelto a la ciudad llena de Gracia y esperanza renovada llevando en mi corazón la oración continua de los monjes Trapenses para todos los de Soledad Mariana de una forma especial.
Unidos en el amor de nuestra Madre.
Dolores Mendez.

Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.