Como simple ser humano, racional y afectivo:
1) Obedecer las leyes promulgadas por el gobierno a fin de evitar contagios y la propagación de la pandemia;
2) Tomar mayor consciencia de la solidaridad entre todos los seres humanos, tanto en las buenas cuanto en las malas;
3) Crecer en mutua y recíproca responsabilidad;
4) Aprovechar la parálisis que reina en el mundo, como una gran "cuaresma universal" para guardar silencio y soledad en beneficio del conocimiento propio y ajeno.
Como creyente en Jesucristo, por don y gracia:
1) Reconocer que Dios es Dios;
2) Recordar que la justicia divina premia al humilde y castiga al soberbio;
3) Afirmar que la rica misericordia de Dios en Cristo supera la justicia (para Dios, ser Justo es ser Misericordioso);
4) Testimoniar que Cristo Crucificado carga sobre sí mismo todos los pecados y males del mundo, él sufre con nosotros;
5) Humillarme ante el Creador y Dador de todos los bienes;
6) Mendigar con mi oración el perdón y el favor del Señor en beneficio de todos;
7) Dar lugar a la esperanza teologal y realista: a Dios orando y con el mazo dando, ¡todo terminará bien!
Bernardo, 24 de Marzo 2020