¡PROMESA DE NUESTRO SEÑOR JESUS!
Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando venga el Paráclito que yo
les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él
dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo
desde el principio».
Todavía tengo muchas cosas que
decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu
de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí
mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque
recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío.
Por eso les digo: «Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes».
Palabra del
Señor.
¡VENIDA DEL ESPIRITU SANTO!
Libro de los Hechos de los Apóstoles 2,1-11.
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar.
De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban.
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse.
Había en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todas las naciones del mundo.
Al oírse este ruido, se congregó la multitud y se llenó de asombro, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
Con gran admiración y estupor decían: "¿Acaso estos hombres que hablan no son todos galileos?
¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye en su propia lengua?
Partos, medos y elamitas, los que habitamos en la Mesopotamia o en la misma Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia Menor,
en Frigia y Panfilia, en Egipto, en la Libia Cirenaica, los peregrinos de Roma,
judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios".
Palabra del Señor