¡FUIMOS VISITADOS!
Querida familia:
el pasado 31 de mayo nos tocaba nuestra reunión mensual, justo ¡Fiesta de Nuestra Señora de la Visitación!, para nosotros una fiesta muy especial cargada de significado para lo que es nuestra misión en Río Villegas. Y, en este día, para más alegría de todos, se sumó a nuestro encuentro, la visita de Mercedes y Fede. Sí, ¡fuimos Visitados por Mercedes nuestra coordinadora general, el día de la Visitación!
Todos los misioneros coincidimos en que vivimos la reunión con mucha paz y alegría. Tres palabras podrían sintetizar esta tarde compartida: Visitación, Comunión, Servicio.
Le damos ¡gracias a Dios por la Visita de Mercedes y Federico que hicieron el esfuerzo gozoso de venir a visitarnos, compartir la oración y la reflexión de la Evangelium Gaudium del Papa Francisco y escuchar a cada uno presentándose desde cómo vive la misión! esto nos hizo recrearnos y amasarnos más en Comunión. En clima de confianza, espontaneidad, encuentro de corazón y vida... nos expresamos con libertad y mutuo respeto. El Servicio gozoso que Mercedes, junto a Federico nos manifestó, en su cálida disponibilidad e interés para lo que necesitemos y su invitarnos a seguir caminando. Sabernos acompañados por Mercedes en su coordinación general nos da un sentido de familia más grande, un Sentirnos “acompañados” en nuestro camino. Realmente tuvimos un ¡verdadero encuentro!
Todo esto casi inaugurando la hermosa y acogedora sede renovada (aunque todavía falten detalles) ¡Qué lindo fue poder reconocer y vivir la “casa común”!
¡Gracias Mercedes por tu Visita, gracias Fede por acompañarla y ser uno más entre todos!
¡¡Ahora esperamos la misma Visita pero en Río Villegas!!
Y a la vez, nos seguimos confiando a las oraciones de Mercedes y equipo coordinador general y de toda Soledad Mariana, y les confiamos ¡muy especialmente a todas las personas de este paraje del sur patagónico que ya nos están esperando para la última semana de Julio de este año!
¡Unidos en Santa María de San José del Encuentro!, que nos guía, anima y da audacia a nuestros corazones para seguir misionando y confiando en que Jesús pueda realizar sus obras a través de nuestra inmensísima pequeñez.
Los misioneros y misioneras de la Comunidad Santa María del Encuentro
