Queridos amigos:
Aprovechando el día de la beatificación del Cura Brochero, escribí para el blog algo de lo vivido con todo el movimiento en el EG de agosto pasado.
Los abrazo desde la fría tarde de Azul, en Ella
Azul, 14 de septiembre de 2013
Día de la Beatificación del Señor Brochero
Les escribo para compartirles algo de lo vivido
en el Encuentro General de SM de agosto pasado, que nos invitaba a ser
"Testigos del Encuentro".
Lo primero que me pasó fue percibirnos diferentes
y desde esa diversidad la inmensa unión que en la fe encontramos. Toda una
variedad de expresiones que nos conducen a la unidad. Vi la alegría de las
personas !!!!!!! y a todas ellas les pude sostener mi mirada.
En la presentación recuerdo cómo lo invitaban a
pasar a su rancho, es decir a su corazón o a su vida, señal de una apertura ya
predispuesta, sin obstáculos. Yo tuve que barrer el polvo de mis miserias para
ser marcos. Luego les adjunto el verso que se leyó.
De las charlas les comparto lo siguiente:
Leandro Verdini, el sábado por la mañana, nos
introdujo al “Encuentro con Jesús” y nos presentó dos “Testimonios de
Encuentros que tuvieron los apóstoles, nada más ni nada menos, con Jesús”.
Comenzó diciendo que el problema de todo hombre
es saberse amado y que el consuelo está en el amor a Cristo Resucitado. Por eso
cuando presentó los testimonios, lo genial para mi fue la claridad de la
explicación para entender que los relatos de aparición del resucitado, al final
de los evangelios, no son relatos históricos con palabras (en el sentido
estricto de la palabra), sino que usan un género literario semejante y se monta
un relato cristofánico: son históricos pero no puedo ponerlo en palabras; es
como cuando volvés convertido o más claro aún, como cuando encontraste al amor
de tu vida.
Nos decía Leandro que estos relatos pedagógicos
se usaron en la primera evangelización, (primera anunciación), transmitida,
narrada en las homilías y que “La Fe es una Experiencia de Encuentro con
Jesús”. Y que la Evangelización “surge del Encuentro de los Discípulos con los
Hombres”.
Me presentó a San Pablo como un místico
increible, con una valentía para predicar que me hizo quererlo más. Contó cómo
se juntaban en las casas: corrían las cosas y ahí se sentaban y partían el pan;
es decir la iglesia primitiva a la que Pablo predicaba estaba en la vida de las
personas, en el medio de la gente, no en la sinagoga pues de ahí lo echan (nos
contaba Leandro).
Resumiendo, dialogar y vivir en el medio de la
gente para encontrarme con el resucitado.
Federico Sarmiento, por la tarde nos amplió de la
vida del que hoy, 14 de septiembre, está en camino y más cerca de ser Santo
para toda la iglesia; Brochero, José Gabriel Brochero, Cura Brochero o Señor
Brochero.
No podía ser otro que Federico, el que mejor pudo
meterse en el pensar y sentir del hombre de campo, para regalarnos con sus
palabras su interpretación. Sus palabras eran claras, tan claras y fáciles de
comprender como las que Brochero usaría seguro con cada individuo,
independiente de su condición social.
Cura Brochero, un paisano, leido, instruido,
sacerdote. Acostumbrado a los sonidos externos de la naturaleza y al sonido
interno (de Dios).
Vivió y trabajó en una diócesis de 400.000 has.
Su obsesión era salvar almas: fijó su mirada en
los más necesitados realizando una promoción social integral. Su cuerpo se
contagió de lepra y se entregó con el rosario en la mano.
Todo el cuento que nos presentó Federico, lo
vimos y experimentamos antes en una obra de arte, una presentación teatral de
su vida, un autosacramental, donde ví y aprendí cómo a través del arte se
difunde una verdad evangélica. Fue impresionante. Cada uno que lo presenció
pudo fácilmente interpretar la vida de Brochero con el relato contado por Federico.
Fue un santo en vida, como decían las abuelas y murió pobre, pobre, quizás con
algún parecido a San Francisco, que decía: “de lo poco que necesito, necesito
poco”.
Finalmente la 3ra charla, el domingo a la mañana
donde Jesús Silveyra nos presentó al Papa Francisco, un signo de esperanza, su
nuevo libro que presentará el 25 de septiembre.
Yo tampoco lo conozco personalmente a Francisco
(Jorge Bergoglio) y su charla fue recorrer el testimonio del hoy elegido papa,
que podría resumirse en “descubrir el sentido de la cruz en él”.
Para ello citó algunos aspectos fundamentales
para ayudarnos:
•
Que es
jesuita, 35 años en la compañía de Jesús.
•
Que eligió
el nombre de Francisco. Es decir, es ignaciano en el sentido del orden y es
franciscano en el sentido de la pobreza.
•
Tiene
pensamiento estratégico.
•
Su carisma
es el del apóstol: siempre lo están eligiendo en su vida. Es un “elegido”.
•
Cultivó la
paciencia, arma de tránsito fundamental para los momentos de desolación.
Por esto puede ser hoy el pastor que soporta, que
lleva el peso de la Historia sobre los hombros y que nos invitó a caminar,
construir (edificar) y confesar a Cristo.
Al final nos dejó su sentir de un deseo fuerte de
Unidad y Santidad en Argentina, por los dos beatos Ceferino Namuncurá y Cura
Brochero.
En la tarde del domingo, Adrián Gauna nos
compartió la experiencia de haber participado con la pastoral diocesana de
Moreno, de la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa Francisco en Brasil.
Nos contó los dos momentos que tuvo su
itinerario: la semana misionera en Porto Alegre y la semana de la Jornada
Mundial de la Juventud en Río y nos presentó 3 cosas o vivencias:
•
peregrinación:
“la fe nos hace salir”
•
encuentro:
“con la animación improvisada”
•
sorpresa:
“el silencio de la catedral con los argentinos y el silencio de la playa el
sábado a la noche, que permitía escuchar el mar ante la multitud presente”.
Y gracias a las alianzas de Silvia Ramat, Teresa
Terrero y Alejandro Paez que fortalecen el corazón.
Con todo mi cariño a SM, en Ella
marcos