Muy Queridos Todos,
Siento fuertemente que en mi viaje a Buenos Aires a despedir a Feli, representé a todos los que están lejos (Perú, Neuquén, Mendoza, Salta, etc.) y que hubieran deseado estar físicamente presentes, pero por variadas razones les ha sido imposible.
Alguien dijo al finalizar el entierro en el cementerio: "Esto fue como un retiro espiritual..."
Así lo vivimos ya que en las dos misas que celebraron Martín y Fernando profundamente sentidas, hubo muchos testimonios y anécdotas de Feli, que a todos nos llenaron el alma y emocionaron hasta las lágrimas.
Tengo en mis manos la oración de consagración de Feli, ella me la envió en el año 1985 a pocos meses de su consagración a través de su hermana Silvina, y detrás de la oración me escribió unas líneas:
Feli ha dado su "Sí" final y total. Martín dijo en la homilía de despedida que "Feli era de Dios".
Hoy podemos decir sin temor a equivocarnos que "Feli es ahora totalmente de Dios".
Contamos con ella y con su intercesión desde otro lugar, pero seguro ¡con más fuerza todavía!
Un abrazo fuerte en María de Guadalupe,
andrea