Recién llegados de esta, nuestra octava o novena visita al Paraje Río Villegas, en calidad de Misioneros, paso a relatar algunas experiencias:
· Gracias a Dios nuestra Hermana María Nougues es Laica Consagrada y no cocinera, porque entonces el menú hubiera contado de.....¡¡ lechuga y sopa Quik !! (en todos sus sabores).
· Gracias a Dios fui yo, para, entre otras cosas, socorrer a estas dos pobres Hermanas Misioneras, enemistadas con la estufa de hierro, y a merced del gélido clima del lugar.
Al margen de estas dos vivencias que no podía dejar de mencionar, porque hablan de la buena relación y convivencia que existe en el Grupo Misionero, cuando vuelvo a Buenos Aires, me encuentro, sorprendido y necesitado de más tiempo de Misión.
Sorprendido, porque cuando creo haber dicho y dado todo, me encuentro con que el Señor pide más, siempre hay mas para dar, nunca es bastante. (como decía Francisco, el de Asís).
Sorprendido, por la sintonía fina en la que estamos con nuestra Iglesia, gracias a todos estos años de vida hechos en Soledad Mariana. Por la extraordinaria forma de vivir el Evangelio, que nos transmitió Bernardo, y por la cercanía de todos ustedes, codo a codo caminando a su encuentro (al encuentro con Jesús). En estos días presentamos dos alegrías para nuestra Iglesia Argentina, El Cura Brochero y Nuestro Papa Francisco. Uno Misionero por excelencia y otro, que no deja de invitarnos a ser Iglesia Misionera en busca de la periferia, imposible no ver el rostro de Cristo en cada una de las personas de esta periferia que es Rio Villegas, que, como nos decía Monseñor F. Maletti, "esto es casi una primera Evangelización".
Necesitado, porque, siendo la periferia un límite, mi pregunta es, ¿cuál es el límite?. En la búsqueda de ese límite, uno se encuentra como queriendo tocar el horizonte, camina y camina para volver al punto de partida, uno mismo, nuestra propia periferia. Siempre hay más para dar, más para decir, más para pedirle al Señor, más para recibir, es, ¡¡INAGOTABLE!!.
En definitiva que "enorme caricia" nos hace el Señor con este servicio que nos pide.
María de Guadalupe nos conduce.
Los abrazo a todos
Mono
Misionero de Santa María del Encuentro
Soledad Mariana
Julio 2013