Conocí al Padre Martín en la esquina de su
casa en Castelar, me lo presentó una amiga, yo vivía muy cerquita, me invitó a
una reunión que él hacía, donde habló de María, yo que había tenido unos
encuentros muy fuertes por esos tiempos con ella, me interesó mucho, averigüe,
indagué, sobre el movimiento, comencé a ejercitarme con él y con Lili y a
trabajar en mi capilla *Nuestra Señora del Milagro* y así seguí esos fueron mis
comienzos. Así fui conociendo el movimiento.
Nilda