Me animo a compartirles algo lindo que viví el viernes... Primer viernes de mes y día del Sagrado Corazón de Jesús.
La Escuela "Orantes de San José" nos invitó a participar de la Hora de Adoración en el Santísimo Redentor.
Siempre estamos invitados, pero esta vez lo hicieron concretamente a través del blog y del mail y del facebook. No había forma de olvidarse...
Pensé que me quedaba más cómodo ir a la vuelta de mi casa. ¿Para qué ir hasta allá si podía ir a encontrarme con Jesús en la parroquia de la vuelta? Me resultaba un tanto complicado trasladarme hasta allá. Puedo unirme a ellos desde mi parroquia....
Algo me dijo que valía la pena hacer el esfuerzo e ir hasta el Santísimo Redentor... y así lo hice.
Por supuesto: llegué tarde (tanta disquisición de si iba o no iba me hizo perder el tiempo)..., pero ya al entrar sentí algo distinto: había más gente que otras veces y ¡había más "familia" que otras veces!
No era solamente el primer banco a la izquierda, con las dos personas responsables de la adoración, que me resultaba familiar, sino en varios y muchos banco donde veía a alguien de mi pequeña familia espiritual... Soledad Mariana. Y, curiosamente, me resultó mucho más acogedor el templo que tantas veces había vivido tan "vacío"... y me sentí re-unida a Jesús Sacramentado que cerraba el círculo con su perfecto Amor.
Después la misa... y más después, continuó el encuentro en un "café" que resultó "cena, alegría, compartida, hermandad".
¡Claro que valió el esfuerzo! y, como dijo Francisco el otro día a los niños jesuitas: Siempre es difícil, pero hay momentos muy bonitos y Jesús te ayuda y te da alegría...
Gracias "orantes de san José", ¡muy linda la iniciativa! ¡Dios quiera que se repita!