Hacer Lectio Divina
Hacer lectio divina personal es entrar en común unión con Dios-amor. No obstante, hacerla en comunidad, tiene la riqueza de compartir, lo que Dios habló al corazón de cada integrante.
Sin embargo, hacer lectio divina por internet, usando la herramienta del Skype, parecería tener ribetes de complejidad, más aún si sus integrantes son de 3 países: Argentina, Perú, Ecuador. En total 5 personas, formando una pequeña comunidad virtual. En la práctica no lo es y funciona muy bien porque lo que se une en la misma dirección, es la unidad espiritual de la oración contemplativa.
Esto tiene varias connotaciones:
1. Tener una misma vivencia de oración contemplativa, con el deseo y voluntad de encontrarse cada 15 días en una hora ya establecida, en donde los horarios sean adecuados entre los países: 18:30 horas Ecuador y Perú; 20:30 Argentina.
2. Seguir el esquema establecido desde hace muchos siglos, el cual fue preservado por los monasterios y en la actualidad fomentado por el Papa Benedicto XVI.
3. La modalidad sintetizada fue extraída del libro de Dom Bernardo: "En soledad y solidaridad": ejercitación 4ª , Bíblica Integral.
4. El tiempo de una hora está dividido de la siguiente manera: oración introductoria; lectura bíblica en 10 minutos, lo especial es que cada persona lee el texto para interiorizarlo y ubicar aquella frase que llega al corazón y rumiarla. Después, cada una se retira al lugar donde pueda hacer la meditación durante 20 minutos para nuevamente retornar y poner en común, lo cual puede durar entre 10 a 15 minutos. Termina la lectio con la Salve Regina cantada por monjes, extraída de youtube.
Una persona por vez dirige la lectio divina, para que se cumpla el orden establecido.
5. Hacer lectio divina virtual es un doble acto de fe: a Dios no lo vemos, nosotras no nos vemos, la tecnología hace que en algún lugar del espacio infinito se encuentre el dispositivo de comunicación el cual tampoco vemos.
6. No obstante, el no verse no es lo esencial, porque escuchamos nuestras voces y sobre todo el corazón. En esa unidad humana, está Dios y se cumple lo del evangelio: "Cuando dos o más están unidos… allí estoy Yo".
7. En este sentido, el tiempo y la distancia se diluyen, desaparecen con la magia de la tecnología.
8. La riqueza es compartir la Palabra entre personas de diferentes países, pero sobre todo, sentir que existe una comunidad espiritual, que siendo virtual, nos permite acompañarnos y apoyarnos mutuamente en la actividad central de SM que es la oración contemplativa. (*)
9. No cansa, porque Dios no cansa.
Raquel Ezcurra
(*) El grupo "Unidos en el Espíritu" en la actualidad está formado por Patricia de la Torre (Ecuador), Mariana Sanchez (Ecuador), Messody E. Valente Benzaquin (Perú), Raquel Cornejo (Argentina), Susana Laporta (Argentina) y Raquel E. de Ezcurra (Argentina