En el relato de la Anunciación, Lucas nos comunica una doble revelación sobre la persona y misión de Jesús y de la Virgen María. Y nos cuenta, al mismo tiempo, a quíén, en qué y cómo creyó María.
La experiencia interior de la Virgen se nos hace inteligible mediante un diálogo con el enviado de Dios. (...)
- Alégrate. Maria es invitada a cooperar en la realización de la plenitud de los tiempos.
- Llena de Gracia: María sigue y seguirá siendo favorecida por Dios.
- El Señor es contigo: y seguirá estándo en la misión particular que le confía en favor de su pueblo.
Dios le está diciendo a María: Alégrate, agraciadísima, ha llegado el momento de obrar; no temas, has hallado favor a mis ojos; quisiera que me ayudaras en una misión extraordinaria.
Dios le revela a María el Misterio de ella misma. La invita a autocomprenderse en relación con El de una nueva forma.
La fe de María se abre a la revelación de lo que Dios ha obrado y obrará en ella y por ella.
El mensajero, a continuación, tranquiliza a la Virgen: "No temas, porque has hallado gracia delante de Dios", y le expone el sentido de su misión: "Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús"
...La misión de María toca íntimamente a su persona, pues pasa por su maternidad; pero engendrará virginalmente y su hijo será trascendente, afín a la divindad. Ningún encuentro con Dios ha sido tan inmediato y directo como el de María creyente. Engendró a Dios por la fe.
La experiencia espiritual de María, elaborada por Lucas en fidelidad a sus fuentes, concluye con estas palabras de respuesta: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra". (...) Este consentimiento es un acto de fe incomparable.
María, mediante su fe, dio el salto más prodigioso que se haya dado jamás; pasó de la antigua a la nueva alianza entre Dios y los hombres. Gracias a esta fe, Dios obró y mostró su Gloria en la encarnación de su Hijo.
A continuación, Lucas nos cuenta que María partió a visitar y ayudar a su pariente Isabel. La fe no sólo conoce, sino que también obra por el amor.
- "Felíz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor". Las palabras de Isabel confirman a María en su fe.
La fe es la fuente de la bienaventuranza, felicidad y dicha de la Virgen nazarena. María es feliz porque es creyente.
La confirmación en la fe hace más firme su seguridad, ahonda su gozo, irrumpe en alabanzas y agradecimiento al dador de todo bien y se abre a la profecía.
A continuación, Lucas nos cuenta que María partió a visitar y ayudar a su pariente Isabel. La fe no sólo conoce, sino que también obra por el amor.
- "Felíz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor". Las palabras de Isabel confirman a María en su fe.
La fe es la fuente de la bienaventuranza, felicidad y dicha de la Virgen nazarena. María es feliz porque es creyente.
La confirmación en la fe hace más firme su seguridad, ahonda su gozo, irrumpe en alabanzas y agradecimiento al dador de todo bien y se abre a la profecía.
Bernardo Olivera, ocso
(Cf. Siguiendo a Jesús en María)