Doy y damos muchos, "¡Gracias A Dios!" por haberte conocido querida Mecha. Siempre cálida y acogedora nos recibiste en tu casa con puertas abiertas, ofreciéndonos tu espacio con generosidad y cariño. ¡¡Toda una Madre!! Gracias queridísima Mecha por tu testimonio de amor para Soledad Mariana, ¡¡nos has sido una gran ayuda! Te imagino merecidamente, ya Gozosa en el Amor de Dios Padre, dando consoladora paz y fortaleza a tus hijos y nietos para seguir el camino con fidelidad.
Queridos Bernardo, Mercedes, Enrique y todos los Olivera, Soledad Mariana está con ustedes!
María Nougues