Queridos Amigos.
Acompañemos a nuestra hermana Elena y recemos por Rafi con quien hemos estado unidos por una gran amistad.
Soledad Mariana trabajó codo a codo con él en los comienzos del centro de espiritualidad que él armó en Santa Catalina y en la que organizó un centro de acompañamiento espiritual para que las personas que trabajan en el centro pudieran contar con laicos que los escucharan y ayudaran en su camino espiritual.
El Padre Braun, generosamente convocó a nuestro Movimiento a participar y lo hemos hecho durante muchos años a través de diferentes personas que semanalmente asistían al centro otorgando turnos a quien lo deseara.
¡Gracias P. Braun por tu vida y todo lo que hiciste por la Iglesia y por la unidad de todas las personas de la humanidad, fueran o no católicas!