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viernes, septiembre 16

NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES (1)


NOVENA (Dia 1)




ORACIÓN INICIAL


            Santísima Virgen de la Merced, Madre nuestra y modelo de los que sufren  persecución o dolor por amor y fidelidad a la Iglesia, escucha nuestros humildes ruegos. Te pedimos por la Santa Iglesia, por el Papa Francisco, por nuestros hermanos necesitados de ayuda y consuelo. Sobre todo por aquellos que sufren enfermedad y persecución, que experimenten el consuelo que reservas a quienes perseveran fieles a las enseñanzas de tu hijo Jesucristo.
En este Año de la Misericordia, danos María, ganar un corazón amoroso y generoso para saber perdonar y para trabajar con firmeza y constancia en la construcción de una comunidad renovada en la que vivamos con alegría el servicio mutuo aprendiendo cada día más a amar como Jesús nos amó.
Modelo nuestro, queremos amar a Jesús como vos lo amas.



SANTA MARÍA DE LA MERCED O DE LA MISERICORDIA

...Imitar a María es internalizar o hacer propios los valores o bienes que motivaron la vida de María: fe, esperanza, caridad, oración, disponibilidad, libertad, gratuidad, entrega, compromiso, servicio...

       Ya sabemos que los valores son bienes atrayentes que motivan o guían nuestro obrar. En el caso de nuestra Madre inmaculada podemos agregar algo más: ¡ella misma, sumo bien y bondad, es un valor! Por eso su persona y presencia tiene importancia, influencia y “arrastre” en nuestras vidas. Por eso guía nuestra acciones, inspira nuestra conducta y configura nuestra personalidad. (B.Olivera, en Siguiendo a Jesús en Maria...)

            En el rostro de María de la Merced hay un algo especial que, al contemplarla, no puede dejar de llamar nuestra atención. Ese algo es la ternura entrañable que se refleja en su mirada y en el gesto de sus manos abiertas en señal de don o de acogida. María es ternura y por eso, nadie mejor que ella, puede mostrar a los hombres la misericordia infinita de Dios.
            Sí, la ternura de María manifiesta la misericordia de Dios. ¿Por qué? Sencillamente porque la misericordia es la ternura que anida en un corazón y lo desborda experimentándose en forma de compasión, perdón o ayuda hacia otros.
            Esta es la experiencia que Israel tiene de Dios, la de un Padre lleno de ternura., rico en misericordia, que no cesa de salir en socorro del miserable y del afligido, del huérfano y la viuda; que no deja sin respuesta el clamor de su pueblo oprimido en Egipto; que perdona las infidelidades de Israel mostrando así su ternura y amor generoso; que no busca la muerte del pecador sino que cambie de conducta y viva.
            Esta es la experiencia que nosotros tenemos de Dios, la del Dios del amor misericordioso, que no dudó en enviarnos a su Hijo, quien sufrió la muerte y muerte de cruz para que nosotros tuviéramos vida para siempre.
            Y esta es la experiencia que tenemos de María: la de la mujer misericordiosa que con ternura maternal va en ayuda de sus hijos más pequeños, aquellos que sufren, aquellos que lloran. Y María de la Merced nos habla de ese aspecto de maría: su misericordia; pero más precisamente de su misericordia redentora porque vista, consuela y libera. María de la Merced hace presente entre los hombres la misericordia de Dios consolando al perseguido, redimiendo al que sufre opresión, al que está en cautividad; situaciones estas que ponen al hombre en peligro de perder el don precioso de la fe, a la vez que niegan su dignidad.

PAUTAS PARA LA REFLEXIÓN

            ¿Qué relación hay entre misericordia y ternura? ¿Por qué María nos muestra la misericordia de Dios? ¿Por qué María de la Merced es Madre de la Misericordia? ¿Soy yo misericordioso? ¿Cómo imito a María?


Presentamos nuestra petición personal y rezamos tres Ave Marías

ORACIÓN FINAL

"Acuérdate, piadosísima Virgen María, que jamás se oyó decir, que ninguno de los que han acudido a tu presencia, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado por vos.
Animados por esta confianza, a vos también acudimos nosotros, Oh ¡Virgen, Madre de las vírgenes! y aún gimiendo por el peso de nuestros pecados, nos animamos a comparecer ante tu presencia soberana. Oh. Madre de Dios, no deseches nuestras súplicas sino más bien escúchalas y acógelas favorablemente, por Jesucristo Nuestro Señor. Amen." 





Movimiento Soledad Mariana

"Soledad Mariana" es un Movimiento de espiritualidad mariana y contemplativa, fundado en la Argentina en 1973, por el monje trapense Bernardo Olivera, actual Abad del Monasterio Nuestra Señora de los Ángeles de Azul, provincia de Buenos Aires.