Queridos todos.
Queremos invitarlos a sumarse a nuestras oraciones por los frutos de la primer visita-misión a Mexico de nuestro Movimiento Soledad Mariana.
En 9 dìas tendremos un retiro-encuentro en el Monasterio Trapense "El Encuentro" de Ciudad Hidalgo - Mexico, al que asistirán aproximadamente 13 personas allegadas al monasterio e interesadas en conocer y practicar la espiritualidad de Soledad Mariana.
Un desafìo puesto en manos de Maria de Guadalupe desde el comienzo y ahora especialmente en su propio Santuario en el Tepeyac nos encomendaremos para que todo sea como El quiere.
Por todo esto les proponemos comenzar una Novena a María de Guadalupe extraida de la Novena Reconciliadora que nos regaló Thelma Lastra y cada día rezar cada uno desde donde esté pero todos juntos por este Encuentro Mariano en Mexico que tendrá lugar en nueve días.
PRIMER DIA:
Intenciones:
1) Por el grupo misionero de Soledad Mariana y su viaje a Mexico.
En manos de San Juan Diego, que supo "comprender" con su gran sencillez que María de Guadalupe era la Señora y que Ella se haría cargo de la fe del obispo para que su mensaje se hiciera público, hemos puesto esta primer misión a su tierra.
María,
Invocamos tu nombre para comenzar esta Novena. Tu eres nuestra Madre y, como tal, estás siempre atenta a nuestras necesidades, velando sobre nosotros y lista para socorrernos. Queremos, entonces, mostrarte lo que tenemos en nuestro corazón: deseos, sufrimientos, temores, alegrías, gozos, en fin, todo lo que somos y vivimos para entregártelo, meditando por nueve días corridos tu misterio.
Queremos contemplarte, María Guadalupana, Madre Reconciliadora. Queremos mirarte como modelo a imitar. Eres toda de Dios y toda de nosotros. Sólo estando, como Tú, totalmente reconciliada con Dios y con todas las personas, podremos vivir el misterio que Tú vives.
En estos días, entonces, queremos pedirte que nos reconcilies con Dios y entre nosotros para ir meditando y ahondando en nuestra Alianza contigo.
Hoy te decimos:
Hija predilecta del Padre,
Madre del Hijo único de Dios,
Templo del Espíritu Santo,
María, nunca existió ningún obstáculo, ninguna traba, en tu relación con Dios y en tu relación con todas las personas.
Tal era tu apertura a la obra del Padre que tu sí a Su invitación te convirtió de inmediato en Madre de Su mismísimo Hijo. Esto fue por obra y gracia del Espíritu Santo que plenificaba todo tu ser.
Nosotros, en cambio, nos herimos unos a otros y estamos llenos de trabas y obstáculos en nuestra relación con Dios y entre nosotros. Ayúdanos a reconciliarnos, para poder vivir el Reino en la tierra.
Tú vives eternamente en la Santísima Trinidad. Estás como enraizada en Su Misterio. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo te eligieron para comprometerse eternamente contigo y, a través tuyo, con todos los hombres. ¡Eres hija, esposa, madre y templo de Dios!
Tú eres el modelo que nos atraes a la contemplación en tu soledad solidaria y solidaria soledad. En Ti se reconcilia todo. Nos hacemos uno, en nosotros y entre nosotros.
María, regálanos tu fe, que está iluminada por el fuego del amor, para vivir, desde ya, lo que esperamos, el Reino del Amor.
Meditamos el Evangelio: (Lc.1, 26-38)
Frase para meditar durante el día: “Amar es querer el bien del otro y hacerle el bien; es afirmar al otro como digno, único e irrepetible; es obrar para que el otro exista más y siempre...” (“Gotas de sal y de sol”: Bernardo Olivera o.c.s.o.)
Invocamos tu nombre para comenzar esta Novena. Tu eres nuestra Madre y, como tal, estás siempre atenta a nuestras necesidades, velando sobre nosotros y lista para socorrernos. Queremos, entonces, mostrarte lo que tenemos en nuestro corazón: deseos, sufrimientos, temores, alegrías, gozos, en fin, todo lo que somos y vivimos para entregártelo, meditando por nueve días corridos tu misterio.
Queremos contemplarte, María Guadalupana, Madre Reconciliadora. Queremos mirarte como modelo a imitar. Eres toda de Dios y toda de nosotros. Sólo estando, como Tú, totalmente reconciliada con Dios y con todas las personas, podremos vivir el misterio que Tú vives.
En estos días, entonces, queremos pedirte que nos reconcilies con Dios y entre nosotros para ir meditando y ahondando en nuestra Alianza contigo.
Hoy te decimos:
Hija predilecta del Padre,
Madre del Hijo único de Dios,
Templo del Espíritu Santo,
María, nunca existió ningún obstáculo, ninguna traba, en tu relación con Dios y en tu relación con todas las personas.
Tal era tu apertura a la obra del Padre que tu sí a Su invitación te convirtió de inmediato en Madre de Su mismísimo Hijo. Esto fue por obra y gracia del Espíritu Santo que plenificaba todo tu ser.
Nosotros, en cambio, nos herimos unos a otros y estamos llenos de trabas y obstáculos en nuestra relación con Dios y entre nosotros. Ayúdanos a reconciliarnos, para poder vivir el Reino en la tierra.
Tú vives eternamente en la Santísima Trinidad. Estás como enraizada en Su Misterio. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo te eligieron para comprometerse eternamente contigo y, a través tuyo, con todos los hombres. ¡Eres hija, esposa, madre y templo de Dios!
Tú eres el modelo que nos atraes a la contemplación en tu soledad solidaria y solidaria soledad. En Ti se reconcilia todo. Nos hacemos uno, en nosotros y entre nosotros.
María, regálanos tu fe, que está iluminada por el fuego del amor, para vivir, desde ya, lo que esperamos, el Reino del Amor.
Meditamos el Evangelio: (Lc.1, 26-38)
Frase para meditar durante el día: “Amar es querer el bien del otro y hacerle el bien; es afirmar al otro como digno, único e irrepetible; es obrar para que el otro exista más y siempre...” (“Gotas de sal y de sol”: Bernardo Olivera o.c.s.o.)