Querida Comunidad de Soledad Mariana.
¿Cómo escribirles y transmitirles este regalo renovado de poder estar de frente a Nuestra Querida Guadalupana, sin pensar que puede resultar repetitivo?
Quizás contándoles que nunca uno se cansa de mirarla, de tratar de escuchar qué es lo que nos dice, con su postura, sus manos, su cara, sus pies... Toda Ella está pendiente de quien se decida a simplemente mirarla y entregarle todo lo que trae en la "mochila". Su corazón abierto, lleno de amor para quien quiera seguirla no deja de decirnos "¿Acaso no estoy yo que soy tu Madre? ¡Qué nada apene o inquiete tu corazón!
Y así, nos permitimos nombrar uno por uno a todos los que teníamos en el corazón, a los que pidieron que los llevaramos en persona, a los que necesitan de su mano. Todos y cada uno se hicieron presentes durante el Rosario que rezamos, mientras circulábamos frente a la Guadalupana.
¿Más de lo mismo? Claro que no. Presencia renovada que desde su aparición a Juan Diego no deja de entregarse a nosotros y llenarnos de las Gracias de Dios.
Esto fue hoy: el principio de un nuevo Encuentro con nuestros hermanos mexicanos. Hoy a la noche ya estaremos reunidos en la Abadía Madre de Dios El Encuentro.
Los invitamos rezar por cada uno de los que van, por el grupo "Soledad Mariana" de México. Nosotros desde allí estaremos unidos a la oración de todo el Movimiento.
Con un abrazo en presencia bien cercana a Ella.
Malena y Ana