Cuando el
padre Tello habla de la historia de América Latina habla de un pueblo nuevo.
Así llama al pueblo de estas tierras.
Y habla de
cinco características de este pueblo. Dice que es:
- - Temporal
- - Cristiano
- - Autónomo
- - Mestizo
- - Uno
Hace unos
años viajé a México y por segunda vez visité la Basílica de Guadalupe, y allí a
la Morenita, ¡visitas inolvidables!
Recuerdo que
en las afueras del Santuario había una gran carpa y aquella mañana estaba
hablando un hombre mejicano. Hablaba sobre el Acontecimiento Guadalupano, su
historia, significado, etc. Me quedé super atento toda la charla, aprendiendo
más de este misterio de Guadalupe, y escuchando a un hijo de estas tierras
hablando del tema casi como dando un testimonio desde el pueblo. Era lleno de
sabiduría. Recuerdo que decía que con Guadalupe había nacido un pueblo nuevo,
igual que lo dice Tello. Y que María es la primera integrante de este pueblo
latinoamericano. Habló mucho del mestizaje de este pueblo. También como México es una tierra elegida por la Virgen no solo
para aparecerse a Juan Diego, sino para quedarse para siempre allí.
Esto me hace
acordar también a mi primer viaje a México hace años. Viajé a Oaxaca y allí una
monjita anciana me preguntaba donde se había aparecido la Virgen María en el
mundo. Yo le respondí que en Lourdes, Fátima, Guadalupe, etc. Y ella me dijo, sí, es verdad, pero ¡solo en
México se quedó!
Recuerdo
también de mi primer viaje que en ese entonces (año 1984) se hablaba de dos
miradas distintas sobre el Acontecimiento Guadalupano. Una era la mirada aparicionista
que ponía más el acento en lo sobrenatural del Acontecimiento. Y otra corriente
era la liberacionista que leía más el Acontecimiento desde su mensaje de
liberación para estos pueblos.
La Virgen
Morenita con su rostro mestizo da testimonio por sí misma de ser la primera
latinoamericana. Y lo es trayendo un mensaje de liberación integral, como
enseña el Magisterio de la Iglesia en América Latina. Por ejemplo en el
Documento de Puebla dice “El Evangelio encarnado en nuestros pueblos los
congrega en una originalidad histórica cultural que llamamos América latina.
Esa identidad se simboliza muy luminosamente en el rostro mestizo de María de
Guadalupe que se yergue al inicio de la Evangelización” (446). O también en el número 302 dice “Pablo VI
señala la amplitud del servicio de María con palabras que tienen un eco muy
actual en nuestro continente: ella es “una mujer fuerte que conoció la pobreza
y el sufrimiento, la huída y el exilio (Cfr. Mt. 2,13-23); situaciones estas que
no pueden escapar a la atención de quien quiere secundar con espíritu
evangélico las energías liberadoras del hombre y de la sociedad. Se presentará
María como mujer que con su acción favoreció la fe de la comunidad apostólica
en Cristo (Cfr. Jn.2,1-12) y cuya función maternal se dilató, asumiendo sobre
el Calvario dimensiones universales (MC 37)”.
Sí, América
Latina es un pueblo nuevo, como enseña sabiamente Tello y lo desarrolla en sus
libros. Y María de Guadalupe es su primer miembro, llena de luz y santidad.
Hoy el Papa
Francisco está llevando al mundo entero esta sabiduría de nuestro pueblo
humilde y creyente. Gracias a Francisco se conoce más la riqueza sin fin que es
la religiosidad popular, o como a él le gusta decir ¡la mística popular!
Cuando uno
se detiene a pensar y contemplar todo esto, se queda asombrado de lo que está
sucediendo, ve la mano de Dios que desde los pobres enriquece al mundo.
Martín (24-9-2016)