¡Hola! un saludo desde estas tierras del Tepeyac, para todo el Movimiento de Soledad Mariana y al Padre Bernardo Olivera en donde esté.
Quiero agradecerle al equipo argentino que como mensajeros de Dios y de Santa María de Guadalupe, vinieron a hacer evolución espiritual en mi alma y en mi vida cotidiana, me han dejado elementos nuevos para ir adentrándome a horizontes nuevos y a darle vida por medio de la oración bíblica constante y de ver los acontecimientos y el evangelio con los ojos de María.
Gracias a la abadesa Madre Aurorita Chávez por su invitación y que como un ángel estuvo siempre a nuestro lado.
¡Hasta Pronto! Estaremos unidos en oración por medio de nuestro Señor y de nuestra Madrecita La Reina del Cielo y de nuestros corazones
Un abrazo fraternal.
Raquel Cardona J.