Muy Querida Familia:
Ya van varios años (¡¡nueve y
medio!!) que venimos compartiéndoles nuestros pasos misioneros en
los parajes de Río Villegas y El Manso. Sabemos
muy bien, los que misionamos y también los que misionan con su oración, que en
confiada fe vamos dejando gotas de Evangelio y que Dios va obrando, paso tras
paso… en cada una de esas Gotas. Ninguna es desperdiciada en ese maravilloso
intercambio de “visita y encuentro”. Acabamos de vivir la séptima visita
misionera de invierno. Y de lo tanto
vivido…, elegimos hablarles de cuatro situaciones y un agradecimiento.
Adversidades de la región:
Luego de un viaje de 48 hs. en ómnibus debido a las rutas
congeladas…llegamos
por primera vez a un paraje absolutamente nevado! Río Villegas normalmente no
tiene fuertes nevadas, este año, hubo fuertes temporales de
nieve y les llegó a todos. ¡Hacía como veinte años que ellos no veían tanta
nieve acumulada! Felizmente pudimos usar la escuela, pero como les pasa a los
moradores del lugar, sufrimos bastantes cortes de luz, escasez de agua por los
caños congelados y además, en la escuela, se nos cortó el paso del agua
caliente. La verdad que igualmente lo pasamos muy bien, la escuela tiene buenas
estufas de gas y con ellas no tuvimos problema. Además es tan bueno vivir, un
poquito aunque sea, (al lado de lo que ellos pasan) las contrariedades propias del invierno patagónico,
¡nos hace estar más cercanos!
Visitas Entrañables-Encuentros
Entrañables:
Hay algo en las misiones de invierno que es único y exclusivo de esta época del año Los encuentros en cada visita parecen más hondos, más sin tiempo, más conversación de intimidad y de familia. Siendo vacaciones … el amanecer del humito de las casas…se va asomando muy de a poco, el despertar es tardío… además de que en invierno el sol aparece sobre la montaña, recién pasadas las 9 de la mañana. Por eso varias visitas fueron por las tardes. Y asi nos encontramos con ellos, en un atardecer anochecido que da un carácter particular, siempre alrededor de la salamandra con un mate de por medio, vivimos conversaciones más cálidas y cercanas… y la fraterna amistad y confianza crece…Dios y Santa María del Encuentro lo saben.
Frazadas y Ponchitos:
de
vuelta recibimos una donación de siete frazadas tejidas a mano por un grupo de
amigas orantes y tejedoras que se llaman “Manos Pacientes” Ellas son tan
generosas que hasta se ocuparon de hacer el envío hasta Bariloche por Correo.
¡Que agradecidos estaban con el regalo de la frazada! ¡que contentos lo pone recibir estos esfuerzos llenos de cariño departe de otros!. a cada uno de los que les fuimos entregando, les contamos como fueron hechas y verdaderamente, el agradecimiento grande que iban expresando fue gozoso para nosotras verlo.
Otra amiga nos donó ponchitos tejidos a mano para algunos niños del lugar, las madres y sus niños felices de recibirlo. Esta circunstancia de regalar más abrigo dio una característica más delicada y especial a esas visitas. ¡Valió la pena el esfuerzo de ir muy cargadas y volver con las valijas aliviadas!
¡Que agradecidos estaban con el regalo de la frazada! ¡que contentos lo pone recibir estos esfuerzos llenos de cariño departe de otros!. a cada uno de los que les fuimos entregando, les contamos como fueron hechas y verdaderamente, el agradecimiento grande que iban expresando fue gozoso para nosotras verlo.
Otra amiga nos donó ponchitos tejidos a mano para algunos niños del lugar, las madres y sus niños felices de recibirlo. Esta circunstancia de regalar más abrigo dio una característica más delicada y especial a esas visitas. ¡Valió la pena el esfuerzo de ir muy cargadas y volver con las valijas aliviadas!
Tallercito Orarte:
además
de las visitas no dejamos nuestro taller-encuentro de mujeres que ya empieza a ser
costumbre para las mamás y abuelas. Las invitamos dos horas antes de la
celebración de la Palabra. Esta vez les enseñamos a hacer rosarios-denarios
con unas lindísimas cuentas de colores que aportó Pancha y así también Lucía les enseñó su arte de hacer rosarios con nudos.
Fueron conociendo un misterio gozoso en cada encuentro y luego usaron su denario rezándolo.
Este tallercito tiene “corazón guadalupano”, ellas son como Juan Diego y María Santísima siempre presente, va haciendo su obra en cada una…
Fueron conociendo un misterio gozoso en cada encuentro y luego usaron su denario rezándolo.
Este tallercito tiene “corazón guadalupano”, ellas son como Juan Diego y María Santísima siempre presente, va haciendo su obra en cada una…
Agradecimiento al Padre Pepe
Lynch:
no podemos dejar de nombrarlo a Pepe Lynch, nuestro amigo sacerdote
de Bariloche. Con verdadera apertura y generosidad luego de nuestro llamado de
auxilio para poder pasar la noche en Bariloche (debido a que el ómnibus llegó
doce horas más tarde). Pepe sin estar en su parroquia ya que estaba en un viaje
fugaz por Bs.As., se preocupó de que nos recibieran hasta con una pizza
caliente en su casita parroquial. Gracias a él pudimos pasar una noche de
descanso después del intenso viaje que habíamos tenido. Un ¡GRACIAS ENORME A
PEPE POR SU CÁLIDA HOSPITALIDAD Y GENEROSIDAD! A la mañana siguiente pudimos
encontrarnos con él y se preocupó de todos los detalles necesarios para poder
llegar bien hasta Rio Villegas. ¡Grande Pepe tu generoso corazón!
Como siempre pasa hay mucho más para contar… pero no queremos ser
largueras. Gracias, GRAcias, GRACIAS A TODOS, POR acompañarnos siempre con sus
oraciones, con las rifas, con su interés, con donaciones diversas y tanto más,
todos gestos que nos animan siempre a más en este andar misionero
contemplativo!
Unidos siempre en Santa María y San José que en sus pies evangelizadores sigamos aprendiendo el andar misionero.
Lucía, Pancha y María
Lucía, Pancha y María