Muy querida Familia de SM
Con algunas fotos, testimonios y experiencias les compartimos algo de lo vivido en la Misión de Invierno del Paraje de Río Villegas (Diócesis de Bariloche).
Cada misión es un Milagro de Dios. Como nos enseñó Bernardo, "Dios trabaja y nosotros sudamos". Sudamos en comunión y sostenidos por sus oraciones y bajo la mano providente del Padre Dios. La misión es una "salida" de sí mismos. Eso es lo que vamos viviendo y experienciando todos: "ejercitándonos en el amor fraterno" que hace "comunión misionera". Y así compartimos lo que somos: marianos y contemplativos al servicio de todos.
Villegas es un paraje atravesado por una soledad intensa: por el paisaje, por la cultura, por las historias, por la realidad social y también eclesial. La presencia, la sola presencia: ya es "evangelio": Buena Noticia que trae la salvación, que implica conversión (de todos!) y camino de fe. En medio de las situaciones dolorosas y deshumanizadas allí hay una pequeña llama de fe… y anhelos de esperanza.
La vida cotidiana en la misión estuvo entramada de: oración personal con la Palabra, en el camino… oración comunitaria, visitas a todas la casas del Paraje y alrededores, encuentros con niños, adolescentes y mujeres, celebraciones de la Palabra, escucha, diálogo, fragilidad y misericordia fraternas, Adoración eucarística cada mañana, juegos, dramatizaciones, videos, y música, alegría y confianza, soledades y mesas compartidas…catequesis y una alianza con Dios en María (de Adriana, señora del paraje)
Les quiero acercar algunas experiencias y testimonios de lo vivido allí. Y finalmente algunas "palabras de aliento" del obispo de Bariloche, Padre Juan José. Mensajes que nos enviábamos. Ya les compartimos algunas de sus palabras en una publicación de julio.
De María Nougués (SM Región Centro)
La misión de invierno fue un regalo más de Dios y la Virgen para mi corazón. Fuimos una pequeña comunidad de seis misioneros que pusimos todo de nuestra parte para aprovechar cada momento de la justa semana en la que estuvimos. Y así resultó ser, una semana intensa llena de vidas y Vida! Encuentros personales y comunitarios. Juegos, oraciones y entregas, compartidas entrañables y tanto más que se fueron dando en el transcurrir del tiempo.
Doy Gracias a Dios y María de san José, porque en este quinto año de visita misionera invernal, recibimos más confianza y amistad, más transparencia y participación, más encuentros de confiada hondura. De entre las tantas riquezas vividas, pudimos concretar el espacio de los juegos entre todos, creyentes y no tantos, invitados ¡todos! con obispo incluido como uno más. Un nuevo y renovador modo de encontrarnos que evidentemente nos desafía a no perderlo e ir sumando creatividad, para lograr seguir disfrutando con ellos en esta alegría de compartir.
Nuestro mensaje sí está claro, ofrecer nuestra profunda Alegría, ¡la que nos da Jesús en María de San José!
De Tere Páez (SM Región Neuquén)
Taller "Orarte"
Bajo el amparo de la Virgen de Lujan, nos propusimos trabajar durante cuatro encuentros. El objetivo fue compartir un
momento de formación, de oración, sellando el encuentro con una labor. Rezamos y dejamos volar nuestra creatividad. Cada
día tuvo su propio gesto recreando la situación del negrito Manuel quien con tanto amor, ternura y dedicación preparó el altarcito para la Virgen. Y así compartimos con diez mujeres de las cuales una de ellas, Adriana, hizo la Alianza de amor con Dios en María, sellando su fidelidad a Ella, como dijera nuestro querido Manuel, "SOY DE LA VIRGEN NOMAS".
Si bien cada artesanía que hicieron las mujeres el destino final era armar o adornar su propio altarcito hogareño, como signo de encuentro comunitario se armaron moños celestes y blancos para todas las familias que se entregaron el día de la fiesta comunitaria, en honor al bicentenario de la Patria. Los encuentros fueron espacios de vida compartida y presencia de Dios y María en la vida de cada una de nosotras.
De Martín (Mono) Cecchi, SM Norte.
Muy difícil definir una gracia, "porque son muchas", pero a fin de contestar tu pregunta, diría que "LA GRACIA", la encuentro en cada nuevo rostro, que me presenta Jesús, en cada Misión, y cuando digo un nuevo rostro, no me refiero a un nuevo vecino del paraje, sino, a un rostro que se me presenta de una manera distinta al de la visita anterior, una nueva situación, una nueva necesidad, etc. y esto se da tanto con los "misionados como con los misioneros".
Finalmente. La misión es siempre eclesial: esta Familia de Fe, Esperanza y Caridad, que es más grande que nuestra pequeña comunidad, que es Madre y Maestra, Familia y Pueblo de Dios. Y la vivimos en la solidaridad y cuidado de una consagrada, de dos laicos de Bariloche (Herman Lectio y Marcelo Murúa), la vista del Padre Pepe Lynch y del Padre Obispo. Él vino a compartir toda una tarde con nosotros, como relató María, en la tarde de la "amistad y encuentro". Participaron casi cuarenta personas (de las 200 aprox que habitan el paraje) se animaron en medio de la lluvia y el intenso frío a jugar, encontrarse y celebrar la vida (había tanto católicos como evangélicos). Cuando el obispo se estaba yendo nos pidió continuar en esta misión. ¿Recuerdan lo que nos escribió el Obispo en julio antes de partir?
Muchas gracias por este esfuerzo misionero evangelizador de tu comunidad. Siempre le digo a todos que una visita de dos días a un lugar durante el cual se ora se vive y comparte ya es evangelizador por sí mismo...Es buena noticia! y esto es lo principal siempre. Que la gente, que cada uno/a se sienta visitado, saludado, tenido en cuenta por alguien que lo hace libremente, gratuitamente, generosamente, humildemente...Por supuesto, teniendo esto como columna, lindo todo lo que se pueda hacer por alentar la fe, tejer lazos (entre Uds y ellos, y entre ellos) despertar iniciativas (cosa no fácil en el sur...), suscitar líderes...En la vida son muy importantes las relaciones personales aunque siempre abriendo campo a la gran Iglesia de la cual somos parte (para no quedar en lo individual solamente).
En fin. Son pensamientos compartidos en voz alta. Me llegaré en algún momento, Dios mediante. Un gran abrazo y mi saludo para todos.
Cuando lo saludamos para su cumpleaños y aniversario de la Diócesis, el mismo día que finalizaba la misión, nos respondió en un mensaje:
Abrazo y gracias por acompañarme y acompañarnos. El Reino es una hermosa fiesta donde niños y grandes, conocidos y extraños, juegan en paz y alegría, sin violencias ni odios, comparten un pan o una torta frita...donde el tiempo se llena de eternidad...y la vida es plena! Abrazo. [22/7/2016]
La vuelta fue larga, lo suficiente para volver a experimentar el cuidado de Dios, y agradecer y cantar el Magníficat!! Gracias porque nos sentimos acompañados por todos en SM con su oración, solidaridad y cercanía.
(Mono Cecchi – Lucía Canullo – Graciela Cañas - María Nougués – Tere Páez – Adrián Gauna)
Comunidad Misionera Sta. María del Encuentro