¡Ya está en pleno funcionamiento!
Hace 4 años nos propusimos dar un enorme paso para tener un lugar en donde reunirnos y ofrecer a muchos nuestra espiritualidad mariana y contemplativa y para ello comenzamos a pedir donaciones a todos los participantes de Soledad Mariana y a los familiares, amigos, conocidos y no tan conocidos.
Muchos colaboraron y de esta forma logramos juntar una cantidad "suficiente" para darnos cuenta de que nuestro deseado paso era demasiado grande. La realidad nos hablaba una vez más y nos marcaba el camino. Dios nos decía que había otros pasos más buenos para transitar.
Después de comunicar a los donantes que el objetivo ahora sería "mejorar" la pequeña sede que teníamos en Buenos Aires, algunos nos solicitaron que les devolviéramos la donación y otros nos la dejaron para el pequeño nuevo paso que queríamos dar. Así se hizo prometiendo que ese fondo sería utilizado únicamente para este fin.
Pasaron 3 años y pronto estaremos listos para realizar la Inauguración de nuestra Casita de María. Un trabajo que se viene realizando hace casi un año permite que hoy tengamos nuestro cálido lugar para encontrarnos en la soledad y solidaridad de María.
Queremos agradecer a todos los que hicieron posible que este sueño se hiciera realidad. Con trabajo, con donaciones, con ayuda y coordinación todos los que en la medida de sus posibilidades colaboraron tengan por seguro que María tiene su casita donde recibirnos para enseñarnos a orar y a seguirlo a Jesús.
El sábado pasado fue la mudanza. Nos encontramos a las 9 y después de una pequeña oración común Marcelo preguntó:
-¿Vienen jóvenes para levantar y mover las cajas y los muebles ¿no?
-¡Sí! -respondió Marcos- Vos sos un joven; yo soy un joven; Federico es otro jóven; Gabriel, Juan...
Risa general y a trabajar: los "jóvenes" a las cajas y las señoras a los trapos. Chichi en la cocina, María y Beatriz al oratorio a ordenar el ropero, Malena y Pancha al escritorio de la secretaría, Nora y Rosario Lottero a los muebles, Mercedes Sarmiento a disposición de lo que surgia.
Un electricista y operario especial: Marcelo con su taladro y caja de herramientas (después de cargar las cajas) respondía al grito de quien lo necesitara.
Con esta colaboración de todos, cuatro horas y media nos bastaron para realizar con éxito la mudanza a la Casita de María.
Queda en manos del "equipo de decoración" terminar los detalles (oratorio, iluminación, cuadros, plantas, etc) y poder invitarlos a la Oración de Inauguración.
¡GRACIAS! queridos donantes por ayudarnos a cumplir con este sueño. Como les prometimos, estarán para siempre en nuestras oraciones.
Mercedes Sarmiento junto a todos los que trabajaron en el Proyecto de la "Casita de María".