DÍA QUINTO
Intenciones:
Hoy especialmente recemos por las historias sagradas y la preparación al encuentro de:
Deseamos llegar al Padre,
Por Cristo, de quien eres Madre,
En le Espíritu Santo que te habita
Tú eres la semejanza más perfecta de la Santísima Trinidad. Tu vida revela Su gloria. Eres lugar y signo de la Trinidad Santa, eres nuestro camino hacia Ella.
Ayúdanos a crecer en nuestra semejanza de Dios Trino. Ellos viven esa Comunión que los hace UNO, formando una Comunidad de Vida y Amor, en permanente Comunión interpersonal.
Tú nos alimentas, constantemente, con el Espíritu Santo para que tengamos la capacidad de vivir ese misterio de Amor entre nosotros.
Despierta, Madre, nuestra conciencia social, despierta nuestro sentimiento del nosotros primordial que duerme en nuestros corazones, tapado por nuestro egoísmo, orgullo, vanidad, competencia, envidia, en fin, todo aquello que nos separa y vuelve solitarios.
Que sepamos cooperar con el Espíritu Santo, poniendo los medios adecuados para liberarnos de todo lo que no nos deja ser hijos y hermanos.
Cristo, tu Hijo, nos mostró el Camino. Tú, Madre, llévanos de tu mano para conocer a Jesús, amarlo y seguirlo cada día con mayor intensidad.
Lectura del Evangelio:
"Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: ´¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo´. Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta:
´Y tú, Belén, tierra de Judá,
Ciertamente no eres la menor
Entre las principales ciudades de Judá,
Porque de ti surgirá un jefe
Que será Pastor de mi pueblo, Israel´.
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: ´Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje´. Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino." (Mt.2,1-12)
"María, Madre nuestra Reconciliadora, ruega por nosotros".
Frase para meditar durante el día:
"Obediencia de amor: hágase tu voluntad, la cruz de cada día" (Gotas de sal y de sol: Bernardo Olivera, OCSO)